Cincuenta y seis años después de la histórica llegada al satélite natural de la Tierra, miramos de nuevo al espacio con renovado vigor, impulsado por avances tecnológicos y la ambición de desvelar nuevos misterios del cosmos
Este domingo se celebra el Día Internacional de la Luna, fecha que evoca uno de los logros más audaces de la humanidad: la llegada del hombre a la superficie lunar el 20 de julio de 1969. No fue solo un hito tecnológico, sino un símbolo perdurable de lo que la colaboración, la inventiva y el espíritu indomable pueden alcanzar. Más de medio siglo después, la Luna sigue siendo motivo de inspiración, pero también un objetivo tangible para una nueva era de exploración espacial.
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