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Desde que se permitió en la Iglesia Católica la comunión en la mano, comenzó una nueva era: lo sagrado desapareció, lo importante era el hombre. El resultado ya lo estamos viendo, no soy profeta ni vidente, y la Iglesia sigue sin anular la comunión en la mano y la situación mundial empeora de día en día. De Dios nadie se puede burlar, y el SACRIFICIO DE SU DIVINO HIJO NO PUEDE SER INÚTIL. LA JUVENTUD NO PISA LA IGLESIA, PERO MULTITUDES ACUDEN AL ORGULLO GAY Y A OTRAS BACANALES DONDE ADORAN A SUS ÍDOLOS. ¿QUÉ PUEDE SUCEDER, EN ESTA SOCIEDAD TOTALMENTE PAGANIZADA Y CON UN LIBERTINAJE ARROLLADOR? ESTE ES EL FRUTO DE UNA IGLESIA MUNDANIZADA Y DESACRALIZADA.
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