Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Disyuntiva | Humanismo | Diálogo | Empatía | Valores

Implicación imaginativa

Necesitamos involucrarnos con mucha imaginación con lo que está cayendo
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 18 de julio de 2025, 11:09 h (CET)

¿Qué supone eso de enfrentarse cada día a los sucesivos retos de la vida? La versión de la respuesta siempre será personal, aunque los matices particulares aparezcan entreverados con las oleadas procedentes de la comunidad. Son tantos los factores implicados, que la rutina atenúa el sofoco de atender a todos ellos; con el inconveniente de prescindir de algunos conocimientos. Las necesidades percibidas por cada persona le abocan a una atención preferente sobre los recursos. Las tribulaciones atendidas en la PRÁCTICA inmediata dejan un tanto postergadas las reflexiones para dilucidar determinadas incógnitas. Por otra parte, las certezas escasean entre las movidas circundantes.


A las carencias de base acuden como ávidos depredadores los inconvenientes provocados por las propias conductas de los individuos. Cuando anhelamos las colaboraciones adecuadas para aliviar las situaciones, en los ambientes actuales detectamos actitudes desdeñosas, con el consiguiente desapego entre las personas. La frialdad en el trato repercute en las relaciones personales, profesionales e incluso institucionales. Las respuestas desangeladas ante cualquier requerimiento provocan una serie de frustraciones lamentables. Al menos, deberían servirnos para reivindicar y poner en práctica la delicadeza de una CORTESÍA elemental, respetuosa, como apertura a la convivencia.


Son frecuentes las escenas sociales expresivas de determinados despropósitos. Puede tratarse de situaciones de abandono manifiesto, sea de individuos o de bienes públicos, de malos tratos o comportamientos anómalos. Nos desanima, sobre todo a quienes sufren en las situaciones mencionadas, la comprobación de haber sido observados por otras personas que no intervienen para corregir la situación. Se trata de los que pudiéramos denominar testigos IMPÁVIDOS, quienes no están dispuestos a interrumpir su recorrido, quizá por no meterse en complicaciones o por evitarse esfuerzos. La manera de articular esa colaboración desde la cercanía es un notable requerimiento en momentos de apuro.


La proliferación de redes cibernéticas, programas televisivos embarullados, blogs y foros insospechados; ofrece una impresión de potencia informativa y participativa sin posible equiparación con etapas anteriores. Sin embargo, la ruidosa acumulación de voces se convierte en un clamor reivindicativo, de los contenidos razonables y las deliberaciones para esclarecer los argumentos. Sin estos requisitos, aquel vocerío no pasa de ser un ruido de muy limitados alcances; se muestran con un total desdén en torno a posibles reflexiones. La INDIFERENCIA subyace entre tantas intervenciones frívolas. Percibimos un horizonte comunitario de mejores aportaciones y con augurios prometedores.


Los planteamientos presuntuosos, desmedidos, nos separan de la realidad; su vigencia momentánea entre la gente se desprende progresivamente de la consideración de humanos. A grandes rasgos (Epidemias, desastres naturales, apagones), como en trastornos más localizados (Enfermedades, víctimas de abusos); son especialmente manifiestas las actitudes desfasadas. Los pretendidos iluminados, se trate de expertos, políticos o divulgadores, nos dibujan maravillas cuyo fuste se derrumba con facilidad. Los lamentos son insuficientes, necesitamos con urgencia una implicación ciudadana DISCRIMINATIVA con renovadas energías; hemos devaluado las palabras y su fuerza, hacen falta respuestas efectivas.


En esa implicación comentada, de cara a estar presentes en la vida comunitaria, como es natural, las orientaciones adquieren directrices irregulares. Su valoración resulta compleja debido a la variedad de mentalidades, situadas además ante vivencias muy particulares. El efecto dañino y degenerativo de los ANÓNIMOS dificulta las apreciaciones, su renuncia a estar presentes como protagonistas se agrava por esa intención de eludir las repercusiones de la intervención propia. Su empleo repetitivo agranda la dispersión comunicativa. El regodeo subyacente en el empleo de estos mensajes se consolida como una burbuja indeterminada, descontrolada, que nos somete desde su parafernalia.


Muchas ofertas placenteras se presentan con su atractivo, nos atraen y abocan a seguir ese camino sin demasiados alardes reflexivos. La variedad de sus orientaciones es evidente. Vistas desde la frivolidad y un carácter libertario, el descontrol las desliza por territorios que tienden al alejamiento con respecto a la propia persona humana. El arte de injertarlas en las actividades individuales se convierte en una primorosa delicadeza al alcance de los privilegiados. La ADAPTACIÓN a las máximas satisfacciones posibles, requiere de cualidades óptimas, para que no entrañen efectos perjudiciales sobre los propios protagonistas. También en estas actividades conviene mantener la cabeza en su sitio y la sensibilidad a tope.


No se puede partir desde las teorías, al fin y al cabo, estas acaban siendo impersonales, diseñan generalidades para posibles aplicaciones. El esfuerzo personal cobra su prestancia con determinadas condiciones particulares. Aunque la ligereza de las evasiones favorece su implantación a través de las redes, consumo de drogas o la desvirtuación de los lenguajes. Dado que las renuncias anulan progresivamente a las personas, ese camino no ofrece salidas pertinentes. La PERSONALIDAD de un sujeto es irrenunciable con sus opciones por delante; las de adscribirse a las renuncias progresivas o las de poner de manifiesto sus preferencias, con las consiguientes repercusiones creativas o destructivas.


Las cuitas no van a cesar, el mero hecho de circular por estos andurriales lleva consigo la inseguridad, las realidades gratificantes también son frecuentes; la cuestión fundamental radica en la manera de ubicarnos en semejante ajetreo. Hemos de echar mano de los recursos oportunos una vez conocidos los retos; es fácil decirlo, tanto como complicado llevarlo a cabo. En medio de la incertidumbre inevitable, en ese VIAJE son fundamentales la inspiración y el coraje puesto en el empeño; sin descuidar el esmero para llenar las alforjas de buenas provisiones, curiosa tarea olvidada con frecuencia. Las dotaciones para el viaje no están establecidas de antemano, es básico el conocimiento, pero indispensable la buena disposición personal.


En esta tarea no viene mal la referencia al vuelo del águila frente a la mediocridad rampante; no puede dialogar con quienes no pueden entender los mejores vuelos. La EXCELENCIA se acoge a una superación constante con la intención de resolver las mencionadas cuitas inevitables. Sus rumbos persiguen metas encomiables, sin la seguridad absoluta de sus logros.


En el anhelo orientado a la mayor felicidad de los humanos, tampoco conviene obsesionarse en una sola dirección; las variadas capacidades sometidas a circunstancias dispares, exigen la COLABORACIÓN de los elementos integrantes si n alejarse de la realidad. La verdadera implicación de cada sujeto requiere el respeto y la franqueza dialogante con los demás.

Noticias relacionadas

La escritura es un acontecimiento ontológico o, lo que es lo mismo, una expresión de realidades y a la vez es una forma de fijar el pensamiento, el conocimiento, las sensaciones, las emociones, etc. También es una especie de archivo de la memoria, con todo lo que eso supone. En realidad, como se sabe ya desde la antigüedad es una extensión del lenguaje hablado. Además, es una forma de ser en el mundo.

Migrantes. Es lo último en apelativos orientados a retorcer el lenguaje para tornarlo ariete ideológico. Parecen no venir ni emigrar desde ningún lado, ni dirigirse, inmigrando, a otro lugar concreto y delimitado, como si estuviesen sometidos a una suerte de movimiento pendular perpetuo que solo se detendrá al legalizarlos en algún sitio. Existen asuntos sensibles sobre los cuales parece que está prohibido debatir, o al menos hacerlo con racionalidad y argumentos.

¿Qué supone eso de enfrentarse cada día a los sucesivos retos de la vida? La versión de la respuesta siempre será personal, aunque los matices particulares aparezcan entreverados con las oleadas procedentes de la comunidad. Son tantos los factores implicados, que la rutina atenúa el sofoco de atender a todos ellos; con el inconveniente de prescindir de algunos conocimientos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto