El gran consumo afronta 2025 con perspectivas de crecimiento, aunque alerta del impacto de la incertidumbre regulatoria y la inestabilidad geopolítica sobre su competitividad. Así lo recoge la última edición del informe ‘La Voz del Gran Consumo’, elaborado por AECOC a partir de las opiniones de más de 200 altos directivos de compañías líderes de la industria y la distribución del sector.
A pesar de la inestabilidad e incertidumbre global, los datos indican un buen arranque de año para el sector. El 63% de las empresas ha incrementado sus ventas en el primer trimestre respecto a 2024, mientras que un 21% ha mantenido niveles similares y solo un 15% ha registrado un volumen inferior de ventas. Con respecto al cierre del ejercicio, el 46% prevé crecer por encima del 5%, y un 31% lo hará por debajo de ese porcentaje. Por su parte, solo un 5% estima que sus resultados empeorarán respecto al año anterior.

No obstante, las compañías advierten que la inestabilidad internacional podría poner en riesgo sus previsiones para este año. La mitad del sector considera que las guerras comerciales entre grandes potencias son la principal amenaza para el futuro de su negocio. A este riesgo, y en este clima de inestabilidad, se suma la preocupación por posibles problemas de abastecimiento y escasez de materias primas, mencionadas por el 32% de los directivos.
Regulación, empleo y competitividad
El informe también pone el foco en el impacto de las políticas impulsadas desde Estados Unidos. Para el 51% de las compañías, la principal consecuencia será un encarecimiento de las materias primas y sus componentes. Además, el 21% teme una caída de las exportaciones hacia el mercado estadounidense, mientras que un 17% apunta al riesgo de un aumento de la competencia en el mercado interior.
En el ámbito nacional, los directivos identifican dos grandes preocupaciones: la caída del consumo debido a la incertidumbre (37%) y la presión regulatoria (35%). En este contexto, las empresas trasladan dos demandas prioritarias al Gobierno: aplazar la entrada en vigor de nuevas medidas con fuerte impacto económico (50%) y defender los intereses empresariales en el nuevo escenario global (30%).
En materia de empleo, el 42% de las compañías sitúa la captación y fidelización del talento como su principal desafío, seguido del absentismo laboral, con el 37% de las menciones. Asimismo, el 72% del sector considera que la reducción de la jornada laboral supondrá una pérdida de competitividad para las empresas españolas, mientras que un 15% cree que dificultará aún más la cobertura de determinados puestos. Solo un 9% confía en que la medida pueda mejorar el clima laboral.
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