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La Guerra Civil anda aún por sus albores. Franco gira una visita de inspección al palacio episcopal de Salamanca, edificio en el que piensa instalar su cuartel general. Le acompaña el obispo Enrique Pla y Deniel. El general golpista se separa del grupo y se detiene ante un cuadro que cuelga sobre uno de los muros.
No todos fueron mísicos, no todos fueron mártires, no todos fueron héroes, también hay místicas, mujeres mártires y heroínas; y entre todas ella la Doncella de Orleans, Patrona de Francia y de los soldados. Santa Juana de Arco constituye una de las figuras más singulares y paradigmáticas de la historia de la Iglesia y de Francia.
En este artículo se reflexiona sobre los paralelismos entre las antiguas guerras de Roma contra los cántabros y astures; y los conflictos internacionales actuales. Aunque los siglos nos separan, hay dinámicas que parecen repetirse: el uso de justificaciones para declarar guerras, las provocaciones, los pretextos y, sobre todo, la construcción de relatos que legitiman la violencia.
El jueves 12 de junio de 2025, se presentó en Berlanga de Duero el libro Berlanga: Historia y Patrimonio, una obra escrita por los cronistas oficiales, doctores e investigadores históricos José Antonio Ramos Rubio y María del Carmen Calderón Berrocal. Ambos autores han dedicado años de investigación para ofrecer una visión exhaustiva del patrimonio histórico, artístico y patrimonial de esta localidad pacense.
La Península Ibérica cuenta, toda ella, con restos de la cultura romana bien conocidos, pero existen algunos restos que no lo son tanto, es el caso de la pieza de la que vamos a tratar ahora, que en pueblos guerreros como los que estaban establecidos en lo que hoy conocemos como Andalucía y Extremadura, serían de frecuente uso.
Que levante la mano quien, al oír el nombre de Zenobia Camprubí, no piense primero en Juan Ramón Jiménez. Exacto. Esa es la condena de muchas mujeres brillantes: vivir a la sombra de un hombre ilustre. Pero Zenobia no era sombra de nadie. Ni siquiera del poeta que acabó ganando un Nobel. Fue una mujer con más arrestos que muchos hombres de su tiempo; y del nuestro.
Ella Grigsby Williams nació en octubre de 1865, en Cross Hill, Carolina del Sur, en un país que acababa de abolir la esclavitud por decreto, pero no en la práctica. Hija de exesclavos, creció en los márgenes de un mundo que apenas sabía qué hacer con las mujeres negras libres y menos aún con una que acabaría midiendo más de dos metros.
La fe suele tener raíces profundas, pero en el caso del papa León XIV esas raíces fueron cuidadosamente cultivadas por una mujer incansable: Mildred Martínez, su madre, hija de inmigrantes con ascendencia española. Si hoy el cardenal Robert Francis Prevost Martínez ha alcanzado el trono de San Pedro, es en gran medida gracias al ejemplo cotidiano de entrega, oración y servicio de esta mujer.
La Fundación Antonio Gala acogerá el Primer Congreso «Córdoba Legendaria» del viernes, 30 de mayo, al domingo, 1 de junio. Un evento único, organizado por la Sociedad Española para la Conservación del Patrimonio Cultural (SECPC), en el que se hablará de Córdoba, de historia, arte, tres culturas y leyendas de la ciudad.
Un altar que no debería estar ahí nos dice que los dioses de Teotihuacan se pasean por tierras mayas. Ya lo dijo alguien que sabía de imperios: los poderosos nunca llaman a la puerta, entran. Y a veces dejan cosas raras detrás. En este caso, un altar. Un bloque de piedra caliza que aparece en mitad de Tikal, bien pintado en rojo, negro y amarillo, como si fuera un souvenir dejado a propósito por los señores de Teotihuacan para que nadie olvidara que alguna vez estuvieron allí.
En el día nueve de mayo, se conmemora el día de este viejo continente. Hay programados muchos actos y eventos para celebrarlo con toda pompa y boato. Bien, muy bien que se enaltezca este día, pero he echado de menos que no haya habido alguno en el que se hable de quienes fueron sus predecesores en la UE que hoy tenemos.
En una isla húmeda y cubierta de niebla, donde los clanes se degollaban por un pedazo de tierra y los druidas dictaban la ley al pie de los robles, hubo una mujer que hizo algo distinto, ella no empuñó la espada contra Roma sino que le tendió la mano.
La vida de Isabel de Borbón (1602-1644), reina consorte de Felipe IV, estuvo marcada por la desdicha y el sacrificio, a pesar de haber nacido en el seno de una de las casas reales más poderosas de Europa. Hija de Enrique IV de Francia y María de Médicis, desde muy joven su destino quedó sellado por los intereses dinásticos de su familia.
Tenía apenas catorce años y ya la vida le había servido una copa de hierro. A esa edad —cuando otras soñaban con vestidos de muselina y tertulias— ella dijo que sí. Y se entregó, sin ruido, al moreno de acento peninsular que acababa de llegar a Buenos Aires con la espada envainada y los ojos fijos en una quimera continental. San Martín, lo llamaban. Nadie sabía bien de dónde venía, ni por qué había regresado.
Quien crea que el Día de San Patricio es sólo una excusa para empinar el codo con cerveza verde y ondear tréboles como si fueran banderas, no ha entendido absolutamente nada, ni de la historia, ni del personaje; y, mucho menos del lugar, porque Irlanda, en tiempos del joven Patricio, era cualquier cosa menos un cuento de hadas con gaitas y duendes.
No hay Semana Santa en Sevilla sin mantillas. Tan cierto como que el río sigue pasando por debajo del puente de Triana y de La Barqueta. Porque la mantilla no es solo un adorno ni un capricho del calendario. Es historia, es tradición, es identidad. Tres siglos -o más- lleva esta prenda cruzando calles y procesiones, desafiando modas y caprichos del tiempo.
Hoy he tenido una revelación impactante: soy parte de la historia. No, no porque haya hecho algo digno de aparecer en los libros, sino porque me ha alcanzado la historia; mi hija y yo estábamos estudiando la democracia en España y me ha resultado muy fácil explicárselo, conocía de primera mano todos los datos sobre Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy y ETA.
Sor Juana de la Cruz, nacida como Juana Rodríguez de la Cruz en 1481 en una familia humilde en Cubas de la Sagra (Madrid), fue una religiosa y mística española que destacó por su vida de fervor religioso, sus dones espirituales y su gran influencia en la vida eclesiástica de su tiempo. Su biografía está marcada por una entrega radical a Dios y a la vida religiosa, además de una serie de eventos extraordinarios que contribuyeron a su fama de santidad.
El 23 de febrero de 2025 se celebró la solemne apertura de la Causa de Canonización de Cecilia María de la Santa Faz, la conocida "carmelita de la sonrisa", quien falleció en 2016 a los 42 años tras una dura lucha contra el cáncer de lengua. Nacida en San Martín de los Andes, Argentina, el 5 de Diciembre de 1973, Cecilia creció en una familia numerosa y en constante movimiento debido al trabajo de su padre: militar.
Dicen los viejos no tan viejos que hubo un tiempo en el que las actitudes de la gente eran coherentes con planteamientos ideológicos previos. Se seguían los mandatos político-sociales, fueran de derecha o izquierda, y eran un modelo que se aceptaba con sus normas y dogmas, pero también se arropaba bajo la seguridad de participar en un cierto orden común.
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