Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Europa | Unión Europea | Conmemoración | Historia

El día de Europa: emprendedores precursores de la UE, Carlomagno (I)

A pesar de sus muchos detractores, no se le puede negar su intento de reinstaurar el Imperio Romano
Manuel Villegas
sábado, 10 de mayo de 2025, 11:43 h (CET)

En el día nueve de mayo, se conmemora el día de este viejo continente. Hay programados muchos actos y eventos para celebrarlo con toda pompa y boato.


Bien, muy bien que se enaltezca este día, pero he echado de menos que no haya habido alguno en el que se hable de quienes fueron sus predecesores en la UE que hoy tenemos.


Fueron una reina, posiblemente la más ilustre de la humanidad y dos grandes emperadores. Uno lo soñó y lo consiguió hace más de mil doscientos años.


El otro dejó hacienda, ya que no vida, en su empeño, y se vio perseguido y acogotado por las deudas hasta el extremo de tener que alquilar un parte de su Imperio.

           

La reina, que también lo imaginó, en un tiempo en el que España, la Corona de Castilla entonces, iniciaba una andadura que llevaría a este reino a ser el más grande y potente de Europa durante más de trescientos años, en cuyos territorios se pudo decir con toda justicia y verdad que “No se ponía el Sol”.

            

El deseo de Isabel era: “la unión de todos los pueblos y razas bajo el mismo idioma, las mismas leyes y la fe católica” [1]. Mutatis mutandis, es casi copia literal del de Carlomagno, que después el nieto de Isabel Carlos I, como Rey de España y V como Emperador, intentará poner en práctica, impedido por la escisión religiosa protestante, culminada en el Concilio de Trento. De él y del enorme peculio invertido en ello, hablaremos en otro trabajo.

            

Isabel junto con Fernando, para conseguir su aspiración, buscaron alianzas con todas las monarquías europeas, salvo con la francesa, por ser sus reyes, entonces, posiblemente los peores enemigos de España.

            

Los Reyes Católicos, aunque no podamos decir, nunca se sabe, que fueran europeístas a ultranza, sí podemos aseverar con rotundidad que, la historia no lo desmiente, casaron a sus hijos con monarcas ingleses, portugueses y austriacos, para lograr este propósito.


Verosímilmente los tres enumerados sean las personas no solo la más eximias, sino también las que lucharon por un ideal que, en ciertos momentos de la Historia de la Humanidad, se consiguió, aunque no llegó a consolidarse como era su deseo.


Carlomagno, en el tiempo en el que comenzaban a delimitarse las naciones que formarían la Europa que hoy conocemos, deseó instaurar el Sacro Imperio Romano Germánico que, aunque no lo consiguió, sí logro, tras ser coronado emperador por  Papa León III en la noche de Navidad del año 800 d.C. iniciar el Imperio Carolingio.


A pesar de los muchos detractores de Carlomagno, no se le puede negar su intento de reinstaurar el Imperio Romano.


Esta tentativa de unidad ha tenido su continuación en el tiempo, especialmente en dos figuras reales hispanas que también podemos decir que ayudaron a la configuración de la Europa actual.


Para ello se rodeó de los sabios más importantes del momento que, en la Corte de Aquisgrán, ciudad elegida por él para instalar en ella su residencia, iniciaron lo que se conoce como “Renacimiento Carolingio” fue de fundamental importancia, pues a través de él Francia se convirtió en vínculo entre la Antigüedad y la Europa de la Edad Media. La “modernidad medieval” estuvo considerablemente influenciada por las ideas de los eruditos de la Antigüedad, la arquitectura romana anterior al cristianismo y las concepciones religiosas de Roma y Constantinopla. En la medida en la que Carlomagno vinculó la antigüedad y el medioevo, se colocó él mismo entre los héroes antiguos.


La preservación del legado de la Antigüedad fue un proceso consciente, pues los académicos partían de una idea de continuidad lineal entre la cultura y la política. Como la propia cultura tenía sus raíces en la anterior, tenía sentido preservar tanto como fuera posible de las antiguas culturas. También Carlomagno estaba convencido de la teoría de los “cuatro imperios”, cuyo fin auguraba el fin del mundo. Con la transmisión del título imperial al rey de los francos por parte del Papa, el emperador y el Imperio Romano fueron mantenidos con vida. Con este translatio imperii, se evitó nuevamente el fin de mundo conocido del momento.



[1] https://www.ivoox.com…> El mundo en 20 minutos. Fecha de Consulta 19-3-2023



Noticias relacionadas

En el imaginario colectivo, la violencia es algo que sucede “fuera”, en las calles, en las noticias, en las guerras, en los crímenes. Nos han enseñado a identificarla en lo visible, en el golpe, en el grito, en la amenaza. Pero hay otras formas de violencia que no se oyen ni se ven, y que por eso mismo son más difíciles de reconocer y mucho más dañinas.

Entre las múltiples experiencias que he vivido a lo largo de mi vida destacan las tres semanas que permanecí embarcado, allá por los ochenta, en el Ramiro Pérez, un barco mercante en el que realicé el viaje Sevilla-Barcelona-Tenerife-Sevilla enrolado como un tripulante más.

Una rotonda es el espejo de una sociedad. Cuando quieras saber cómo es un país, fíjate en cómo se aborda una rotonda, cómo se incorpora la gente y cómo se permite –o no– hacerlo a los demás. Ahí aparece la noción de ceda el paso, esa concesión al dinamismo de la existencia en comunidad, la necesidad de que todo esté en movimiento, de que fluya la comunicación y que todo el mundo quede incorporado a la rueda de la vida.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto