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Todos los medios de comunicación coinciden prácticamente con un mismo titular: el gobierno de Pedro Sánchez ha decidido «no tirar la toalla». Me parece bien que exista esa voluntad, por lo que tiene de no sentirse derrotado y como expresión del deseo de seguir dando la batalla hasta el final
Desde que se conocieron el informe de la UCO sobre Cerdán y los audios que probaban la existencia de una organización criminal entre miembros del Gobierno y del PSOE, la izquierda política y mediática se esfuerza por inocularnos un marco mental propio e interesado sobre los corruptos y los corruptores.
Sostiene Felipe González que la ley de Amnistía para los condenados o en fuga por el proceso de independencia en Cataluña, validada recientemente por el Tribuna Constitucional, es pura corrupción política. Su rotunda declaración pública viene de alguien que fue presidente del Gobierno entre 1982 y 1996. Tal vez su experiencia avala tal explícita aseveración.
Tranquilidad. Todos mediocres a apoyar al sanchismo, demostrada mafia criminal. «Larga vida al Sanchismo socialista (sic)», dicen los que viven de él, con la disculpa de apoyar a un partido que ante todo creen que es social, pero nunca más lejos de la realidad.
Dice el refrán: “Cuando el río suena, agua lleva”. Si el agua discurre libre y juguetona por su cauce, produce un sosegado murmullo que se convierte en una armoniosa melodía. Pero cuando aparece la sed de lo que ya no puede contenerse, la furia del agua desatada no es sonido: es rugido, un grito ancestral que los diques temen escuchar. ¿No hay nadie que escuche ese rugido en las entrañas del PSOE?
Mordidas malversación, fraude, pilinguis… Esta gente hace a todo. Toca todos los palos, lo mismo plancha huevos que fríe corbatas, por eso el sanchismo se ha convertido en una fétida corriente con un panorama desolador donde la corrupción, las mordidas y el fraude son la línea conductora. Eso sí, al presidente le ha faltado tiempo en su comparecencia para echar la culpa a los demás: llevaba preparado el espejito y únicamente veía al otro, él no se veía.
"No vamos a romper la estabilidad para ponernos en manos de PP y Vox, la peor oposición que ha tenido nuestro país", dijo el presidente en su comparecencia ante los medios. ¿Se habrá escuchado la barbaridad que ha soltado? ¿Se puede ser más antidemocrático que este nefasto personaje chulesco y engreído? Él puede pactar con proetarras, independentistas y bandoleros golpistas, pero los demás han de pactar sólo con quien él diga.
Han pasado diez días desde que se publicó el informe de la UCO y el secretario de organización socialista aún sigue negando la mayor. Insiste en que el tiempo demostrará la falsedad de cuanto se dice de él. Lo que sucede es que, a la vista de diferentes apartados del informe primero, el tal Santos Cerdán es el perejil de todas las salsas, pero sólo para poner el cazo.
El último informe de la UCO detalla la actividad delictiva de una «organización criminal» integrada por altos cargos del Gobierno y del Psoe. Los jefes de esta banda no eran segundos espadas. José Luis Ábalos y Santos Cerdán han sido los hombres de confianza de Pedro Sánchez y los número dos en el Gobierno y en el partido durante años. Ellos son los dos que han llevado durante el sanchismo la manija del poder en el Gobierno y en el Psoe.
El día 12 pasado, el plagiador de tesis que todos conocemos, es decir Pedro Sánchez, volvió a importunarnos con un numerito en el que pedía perdón a los ciudadanos cantando su palinodia. En la puesta en escena, debidamente maquillado y acicalado para que presentase cara de compunción, dijo que pedía perdón públicamente por al asunto de Koldo y el de Santos Cerdán.
Recorrer la prensa internacional del viernes, sábado y domingo es comprobar que la corrupción de Sánchez y su banda criminal mafiosa ocupan primeras páginas y amplio espacio interior. Tampoco ponen en duda --ni siquiera los avergonzados medios nacionales vendidos al poder-- que el presidente del Gobierno y jefe de la mafia sanchista está deslegitimado desde que en las primarias demostrara lo que lleva en su ADN: fraude, falsedad, mentira y corrupción.
Quiero creer que el presidente del gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es una persona honrada. Lo creo y estoy dispuesto a aceptar que haber nombrado a dos personas, digámoslo así, equivocadas para el tercer cargo más importante en la dirección de su partido es solamente el resultado de un error.
No va a ser fácil frenar la tormenta política que ya ha hecho acto de presencia y será raro que semanalmente no salgan nuevos casos. La información, los audios y videos dan para mucho, tanto como puede dar el informe de la UCO del 5 de junio pasado. Las 490 páginas son una fuente inagotable de información, por lo que tirar del hilo puede hacer que la madeja no se desenrolle tan pronto.
Mi opinión respecto al final de la primavera: -En un estado aconfesional da mala suerte tener de fontanero a un tipo llamado Santos. -Poner la mano en el fuego por alguien y que al final sea el resto de la ciudadania el que está quemado, debe ser eso que llaman "Efecto mariposa".
El número tres del PSOE lo negó todo hace tres días. Siempre utilizan la misma estrategia hasta que sale el documento, el video o el audio que demuestra lo que adelantan algunos periodistas no vendidos al poder corrompido. Hasta la esposa de Santos Cerdán, haciendo uso de su actitud verdulera, puso de pelo conejo a la periodista de un diario digital que le soltó a la cara evidencias que ese diario tenía.
Estoy harto de tener que leer casi diariamente noticias sobre mordidas, comisiones y demás vergüenzas y delitos presuntamente cometidos por militantes o personajes del entorno de los partidos de izquierda. Casi siempre del PSOE, seamos claros.
Recuerdo mis años de adolescente maduro cuando no solía jugar con “bombas lapa”: se trabajaba honradamente, se prosperaba a base de esfuerzo y se buscaba alguna ayuda cuando en casa ya no daba para más ni el sueldo, ni los familiares, ni los conocidos.
Al PSOE de Sánchez se le va poniendo cara de tafanario. No es que lo diga yo, que también; es que los suyos (o, mejor dicho, los que eran incondicionalmente suyos y se están alejando en bandadas) lo manifiestan en lugares comunes, sin recato alguno. Según explican, están escarmentados de escuchar una mentira tras otra y de los bulos que se inventan, de cuando en vez o de vez en cuando.
Sigue creyendo el ladrón que todos son de su condición. No tienen más que hacer una lectura detenida a las últimas declaraciones del exjefe de paradores, que lo conocía todo de Teruel y de Sigüenza como demostrarán los medios, pero callaba por conveniencia. Si lo desean, pueden escuchar a la ministra de Educación, que representa la ignorancia graduada y personificada, pero que también sabe mucho más de lo que cuenta de aquella noche de Teruel.
Leire es su nombre de pila y lleva Díez de apellido; sacó el cuerpo de su nido para lucir de badila. Y lleva una gran mochila, toda manchada de herrumbre de tanto atizar la lumbre contra personas decentes.
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