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Al PSOE de Sánchez se le va poniendo cara de tafanario. No es que lo diga yo, que también; es que los suyos (o, mejor dicho, los que eran incondicionalmente suyos y se están alejando en bandadas) lo manifiestan en lugares comunes, sin recato alguno. Según explican, están escarmentados de escuchar una mentira tras otra y de los bulos que se inventan, de cuando en vez o de vez en cuando.
Ayer mismo, tuve la ocasión de escuchar a un conocido, simpatizante socialista, despotricando de Óscar López, María Jesús Montero y Pilar Alegría por el bulo de la bomba lapa contra Sánchez, sabiendo que ya estaba desmentida. Es más, se refirió a otras dos noticias, de las que nada más se supo: la de la carta-navaja a Reyes Maroto y de las supuestas balas enviadas a Iglesias y a Marlasca. Según manifestó, no quería saber nada más del sanchismo y sus prácticas. ¡Espero que cunda el ejemplo!
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