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A pesar de la evidencia en sentido contrario, seguimos con los comentarios rotundos sobre los hechos sucedidos. Pronto descubrimos la incongruencia de dicha rotundidad por la gran podadera integrada en la memoria; de manera inocente o manipuladora. No sólo por la sumación de datos, ya de por sí inabarcable; la dinámica de las múltiples peculiaridades es incesante, incluso varía a través del tiempo, evolucionan sus rasgos principales.
Al parecer la pandemia Covid-19 va desapareciendo. Las puertas van abriéndose a una nueva libertad llena de recuerdos. Sirva este pequeño memorándum como recuerdo afectuoso. Amigos, todos, es difícil perdonar, lo sabemos, pero, allá donde os encontréis queremos que sepáis que aquí, en este lodazal, donde nos encontramos, hay muchos amigos vuestros que, todos los días, al amanecer, abren sus ventanas y gritan vuestros nombres
En este septiembre, aún huraño, del ejercicio y curso que comienza, nos animamos a programar y a asistir a actividades culturales. Se celebran actos como el del pasado fin de semana en Almagro. Cierto que hubieran sido preferibles más homenajes en vida del protagonista, no a título póstumo, pero ahí está la promesa del gobernante de hacerlo “hijo predilecto”.
Lo peor es querer olvidar por desprecio, por acuerdos políticos y porque, para algunos, las personas en las nuevas sociedades son utensilios de usar y tirar. Una sociedad con memoria podrida, sólo recuerda lo que interesa a sus gobernantes. Creo que nuestro pasado es el presente para muchos. Si olvidamos la historia, el presente es frío, sin sentimientos, indiferente... Así no merece la pena vivir
Resulta normal que a la muerte del dictador la España Una, Grande y Libre ocupase la cola de países subdesarrollados. Ni se entiende cómo llegó un solo españolito vivo a los años setenta, y menos aún que los jóvenes tuvieran ganas de guateques y demás relajos libertinos. Misterios de la vida.
Hace bastantes años, allá por los 60-70, impartía lo que se conocía como docencia, en un importante colegio religioso de la capital. En aquellos días la docencia estaba influenciada por la situación política: educación para una buena convivencia y orientación profesional para un equilibrio personal. El sistema educativo, el que yo practiqué, estaba basado en la reflexión y en la deducción..., la memoria en los libros.
La situación de nuestro país no ha cambiado, incluso ha empeorado, y hay empeñados en ir haciendo desaparecer nuestra historia, nuestra memoria. Recordar una de nuestras mejores historias cada cien años, máxime cuando los niños no la conocen en la escuela, me parece fatal. Menos mal que hasta ahora en Granada celebramos el dos de enero de cada año el día de la toma, aunque cada vez con más contradictores.
La imagen que se me aparece de un tiempo a esta parte, cuando se marcha una parte de la cultura popular que he mamado desde que tengo uso de razón, es la de un par de tramoyistas que aparecen por el escenario para llevarse algo de él. Dos maniquís, un bafle, un perchero, un póster dedicado, no importa muy bien lo que sea. El hueco que queda es como el de cualquier cosa que no valoramos demasiado mientras creemos que está en su sitio.
Cerca de un 40% de las personas que sobrepasan los 60 años dicen sentir algún tipo de deterioro cognitivo o notan que tienen peor memoria que antes. Aunque, como decimos, esto no es motivo de preocupación ya que es un proceso normal, se puede ralentizar. Para ello, un primer paso puede ser tener un calendario o una agenda para ubicarse temporalmente y tener referencias.
Para quienes escuchan por primera vez del Doctor Cosquillas les comparto que él era de profesión médico, pero durante más de veinticinco años —caracterizado de payasito— llevó alegría y esperanza a niños enfermos, muy especialmente a quienes presentaban algún padecimiento terminal.
Uziel era un tipo docto en la historia de las ciencias de la salud en nuestro país y un referente en Latinoamérica, sin embargo, tenía una sencillez en su trato que de no ser por la presentación que de él hacían sus amigos, lejos estaría su interlocutor de saber el prestigio de la persona que tenía enfrente.
Vamos a ver, aquí solo hace falta tener clara una casa: Mando yo. Eso sí, podemos gestionarlo de dos maneras. En la primera yo hago como que miro a otro lado, y vosotros vivís como si manejarais vuestra vida.
La historiografía política paraguaya, como las cosmogonías bárbaras, es un género literario que integrado por un conglomerado de relatos donde la ficción, la realidad y el surrealismo son como aquellas tres cabezas unidas a un solo cuerpo del guardián canino que custodiaba el ingreso al inframundo.
Sostengo que somos las historias que transitan por nosotros, porque de alguna forma nos transforman, nos influyen y cambiamos sin importar hasta qué punto somos lo que otros fueron o son.
Si algo nos enseña la ciencia con sus métodos empíricos, es la enorme dificultad para el acceso a las comprobaciones satisfactorias referidas a las grandes cuestiones de fondo y de las actuaciones personales. Después comprobamos que no se libran tampoco las pequeñeces. La dificultad se incrementa al tratar de razonamientos y reflexiones de diferente calado.
Mañana, 11 de abril, es el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad neurológica, crónica y progresiva que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta en España al menos a 150.000 personas. Es, además, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en nuestro país tras la enfermedad de Alzheimer.
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