Nuevo holocausto antisemita

A ocho décadas del holocausto antisemita en Europa se viene produciendo otro contra los descendientes de los israelitas bíblicos que nunca salieron de su milenario territorio. El epicentro de este es la franja metropolitana más archi-bombardeada de la humanidad, la cual hace 3.500 años fue el principal centro administrativo, cultural, comercial y militar de "Tierra Santa".

Hace siglos, imperios mesopotámicos y romanos echaron a decenas de miles de semitas de dicha tierra, pero esta es la primera vez que alguien ha desplazado a dos millones de ellos.

Según la genética los 14 millones de palestinos tienen un ADN más similar al de los hebreos de hace dos milenios que el de cualquiera de los 14 primeros ministros que ha tenido Israel (todos askenazíes quienes, por consiguiente, poseen un 40% de genes europeos).

El 26 de mayo millares marcharon sobre la vieja Jerusalén celebrando su ocupación desde 1967 coreando "muertes a los árabes". Los palestinos no descienden de colonizadores arábigos, sino mayoritariamente de las antiguas tribus israelitas que abrazaron a la principal lengua semita. Casi 500 millones hablan árabe en el mundo. Desde hace trece siglos la mayoría de "Tierra Santa" se comunica en dicha lengua, así como previamente lo hicieron en otras entidades idiomáticas semitas (arameo, durante los 500 años previos y posteriores a Jesús) y antes aun en diferentes variantes del cananeo (fenicio, hebreo, amonita, moabita, edomita, etc.). Otro de los cánticos que estos fascistas emplearon fue "quemar aldeas árabes"; una incitación al terrorismo y pogromos contra los civiles nativos, cuyas tierras son constantemente arrebatadas por parte de colonos impulsados por el Gobierno.

El racismo contra el principal pueblo semita (árabes) es también un repudio contra la herencia judaica. Cuando Europa promovía guetos, expulsiones, persecuciones, cruzadas y guetos contra los judíos, el mundo árabe-hablante les recibía. Árabes fueron Maimónides y varios de los grandes sabios judaicos del medioevo, así como todas las enormes comunidades judías desde Marruecos hasta Irak.

Benjamin Netanyahu sostiene que avivar "Palestina Libre" equivale a agitar "Heil Hitler". Con ello acusa a cientos de millones de personas en todo el mundo, incluyendo a 150 Estados que reconocen al Estado palestino, de ser pro-nazis.

Mientras Hitler poseía la mayor maquinaria económica-militar de Europa continental, los palestinos no tienen uno solo de los 1,370 tanques, 241 aviones de guerra, 43,000 vehículos blindados, 520 piezas de artillería, 48 helicópteros, decenas de embarcaciones militares o 200 misiles atómicos que poseen sus ocupantes.

Netanyahu suele verse en el espejo cuando ataca a sus enemigos. Recientemente afirmó que ningún palestino padece de hambre, pese a que Naciones Unidas se queja de que en más de dos meses Israel no ha dejado entrar alimentos a Gaza, que allí todas las plantas de procesamiento de agua han sido bombardeadas y que hay dos millones de gazatíes que sobreviven sub-alimentados.

En 600 días de genocidio, al menos un 10% de los 2,3000,000 gazatíes que había antes de la guerra han sido muertos, sepultados o heridos. Cada día muere un promedio de 108 palestinos. Casi todos los gazatíes han debido desplazarse reiteradas veces. En Gaza han sufrido ataques más del 90% de las escuelas y viviendas, y también todos los hospitales (algunos de los cuales ya no pueden funcionar o carecen de medicinas). Todas las universidades y miles de templos han sido bombardeados.

Gaza es el lugar del planeta donde hay más niños asesinados, mutilados o que han perdido seres queridos. Unos 50.000 de ellos han quedado muertos o heridos.

Tzippi Scott (quien, pese a su apellido escocés, es otro congresista ultra-sionista) sostuvo en TV: "Matamos cien palestinos esta noche en Gaza; nadie parece interesarse en ello." Según Moshé Feiglen, ex-parlamentario del gobernante Likud, "el enemigo no es Hamás" pues "cada niño en Gaza es el enemigo. Necesitamos ocupar Gaza y colonizarla. Ningún bebé gazatí debe quedar allí." La Comisión de ética del Congreso israelí eximió de sancionar a Nissim Vaturi, vicepresidente de dicho parlamento, por haber tildado a los árabes de "sub-humanos" o demandar "quemar Gaza".

Los judíos, quienes hemos sufrido genocidios, expulsiones y pogromos, estamos obligados a luchar para que ello deje de ocurrir contra cualquiera en el mundo. Quienes patrocinan ello son fascistas que reniegan de nuestros mártires y herencia.