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Un Gobierno de desecho a la deriva

No hay duda de que ministros y ministras han sido nombrados todos de la extracción puntual de la Escuela del bulo, el fango, la mediocridad y la hipocresía
Jesús  Salamanca
lunes, 12 de mayo de 2025, 09:14 h (CET)

El desgobierno de la mafia sanchista ya es un hecho. La situación del país hace tiempo que se les fue de las manos. Hay un convencimiento generalizado de que el presidente es gafe; con él hemos salido de una catástrofe y hemos entrado en otra, pero ninguna ha sabido gestionar el Gobierno con dignidad y eficacia. Un viejo socialista de los de siempre, me decía ayer que «si montamos un circo, se escapan los leones y encogen los elefantes». Lo miren por donde lo miren, no hay forma de cogerlo en orden. ¿Y lo último? El apagón que provocaron los «fachas»: ya decían Sánchez y Óscar López que «se habían puesto de acuerdo todos los fachas para encender la luz a la vez y, claro, habían saltado los diferenciales de España». Y ahí llegamos.


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Hasta hace poco, el Gobierno sanchista se ha pasado más de un año generando incertidumbre entre el funcionariado y Moncloa no ha dejado de enredar y contradecirse con MUFACE. Miles de familias han vivido un caos en un panorama de inseguridad. Por un lado, no se sabía lo que quería MUFACE y, por otro, los enredos y contradicciones de algunas aseguradoras cavaban la inestabilidad en el día a día. Y tras la firma, el panorama está resultando patético con la merma de los cuadros médicos y decenas de hospitales que salen despavoridos de esos cuadros: Madrid, Galicia, Salamanca,…


Lo curioso del tema es que era el Ministerio de Sanidad quien alimentaba la inestabilidad con la bandera del fracaso y la pancarta de su propia incompetencia: no dejó de aventar la «inviabilidad» de la mutualidad de funcionarios, pero callaba el fracaso cavernario de la Seguridad Social y de su propia gestión. Jamás una ministra había alimentado tanta inutilidad, tanta incomprensión, excesiva torpeza y nulo propósito por cambiar el curso de la situación. ¡Otra como el Galgo de Paiporta!


A veces, la reiterada incompetencia de la ministra de Sanidad –Mónica García—me hacía pensar en el mito de la Iglesia católica con la figura del «Palpati». Hubiera sido un acierto si hubiera existido una forma de medir o comprobar la inutilidad que ya ha demostrado la actual ministra; sabido es que «si volaran los incompetentes del actual Gobierno, no nos daría el sol en mucho tiempo». No hay duda de que ministros y ministras han sido nombrados todos de la extracción puntual de la Escuela del bulo, el fango, la mediocridad y la hipocresía.


Pero como no se ha podido comprobar la forma de elegir a un titular ministerial competente, pues el Gobierno nos recomienda eso de «ajo y agua» como receta habitual. Al menos la Iglesia Católica, dentro de sus leyendas y mitos, que no historia verídica, habla del «Palpati» como forma de que no se las dieran con queso, una vez más, tal y como tragaron con la «Papisa Juana» hasta que descubrieron que era una mujer. No deja de ser leyenda, sin más. Lo curioso es que la Papisa Juana adoptó el nombre de Juan Anglicus y en la jerarquía eclesiástica llegó hasta el Papado. El engaño es inseparable de la historia del hombre… y de la mujer.


Cuenta la tradición que el punto álgido llegó durante una procesión papal: la supuesta Juana dio a luz públicamente y ahí reveló su identidad. No se asusten porque hace tiempo que está descartada la veracidad de la historia; no obstante, tal anécdota ha perdurado a lo largo de los siglos. Y ahí surge la figura del «Palpati» que, si hoy hubiera existido una forma o criterio para aplicar a Pedro Sánchez, tal vez se hubiera descubierto desde el principio su falsedad permanente, su enfermedad maquiavélica, su desviación avariciosa y su desvariada ansia de poder. Pero aún no se ha descubierto el «Palpati» o forma de conocer la gran indignidad y miserias que le acompañan en su Gobierno, pasando por su media naranja y abarcando hasta su hermanísimo, su «diputero» y mano derecha, sus cercanos monclovitas, sus expertos buleros en cada ministerio y su propia mafia partidista de Ferraz encabezada por el procatalanista-golpista, Cerdán.


Volviendo a la sanidad, habría que haber aplicado a Mónica García muchas pruebas, que jamás hubiera superado. Y de haber existido una forma de «Palpati», en forma examen diferencial, ella hubiera quedado en la cuneta por su mafiosa y tendenciosa actitud contra la figura de MUFACE y su odio africano a las aseguradoras. El caso es que el ridículo hecho por esa señora ha sido descomunal, sonado y criticado en la UE, donde la inutilidad de la ministra y de Óscar ‘Paradores’ ha sonado hasta en la Comisión Europea y en la OMS, donde hemos notificado que no se cuente con ella ni para sacar chimpancés a orinar.


En lugar de intentar enmendar errores, el Ejecutivo del maquiavélico Sánchez se ha liado la manta a la cabeza y ha guerreado contra las aseguradoras a brazo partido y a calzón quitado. Además de amenazar con eliminar la exención de impuestos para los seguros de salud, intentó cercenar la libertad del funcionariado para elegir el tipo de asistencia sanitaria. El chavismo enseñó la orejita y, desde entonces, según los temas, enseña orejita, pie y verbo. Pero estamos advertidos: lo hemos visto con la deficiencia de ayudas por la DANA, el abandono a los ciudadanos con el volcán de la Palma, la represión a pescadores, agricultores y ganaderos, incluso no han faltado las «bendiciones» del Gobierno hacia grupos terroristas de la franja de Gaza, su alianza con los acólitos de ETA (ésta sí existe en su sector más radical y en el día a día, a pesar de las estupideces del presidente), las bendiciones al comunismo chino y la reiterada traición a la Unión Europea. Hasta que el Tribunal de Venecia ponga el collerón al maquiavélico y enfermo presidente.


¿A que ahora sí están convencidos de que precisamos con urgencia una forma de «Palpati» para el Gobierno y para Pedro Sánchez? Y no para que los siente en la «sedia stercoraria» (silla especial para palpar los testículos del Papa elegido) sino para detectar sus desviaciones éticas, morales, intelectuales, gubernamentales y otras viciosas como el latrocinio, la malversación, la avaricia, el tráfico de influencias o el enloquecimiento monclovita por el Falcon y Dominicana.


Y como éramos pocos, ahora nos encontramos con el Tribunal de Cuentas, que quiere fiscalizar al detalle los contratos de las «amigas» de José Luis Ábalos –hijo de «Carbonerito»-- enchufadas en empresas públicas tras una propuesta de la «derechita cobarde», que no ha recibido votos en contra ni abstenciones.


En fin, tranquilos, péinense con diligencia y elegancia porque en varios Centros Penitenciarios ya esperan con impaciencia la llegada de Begoña “Pelela” Gómez, sin que falte la pancarta de notificación, al igual que existe la citada silla por donde metía la mano el «Palpati» y está expuesta en el Museo Vaticano, a pesar del mito y la leyenda confirmadas. Al tiempo.

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