Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Guerra | Histórico | Paraguay | Bolivia

El final de la guerra

El 16 de julio de 1934, el embajador de EEUU en Brasil escribe al Secretario de Estado informando que el plan para finalizar la contienda del Chaco está en marcha
Luis Agüero Wagner
martes, 16 de julio de 2024, 09:44 h (CET)

El 16 de julio de 1934, a la hora 16, el embajador de Estados Unidos en Brasil, Hugh Gibson, escribe al Secretario de Estado desde Río de Janeiro, informando que el plan para poner fin a la Guerra del Chaco está en marcha. Le informa que el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil envía instrucciones a su Ministro en La Paz para instar al Gobierno boliviano a aceptar la fórmula argentina. Informa que no hay objeción posible por parte de Brasil a que la conferencia se reúna en Buenos Aires, y que incluso tengo entendido que se prefiere que la reunión no sea en Río.


Brasil está totalmente de acuerdo en invitar a las demás repúblicas americanas después de la aceptación definitiva de ambas partes, informa Gibson.


Se considera que las posibilidades de aceptación por parte de Bolivia no han mejorado al permitir que se dé publicidad en los periódicos al hecho de que Paraguay ya ha sido consultado y aceptado, ya que es probable que la reacción boliviana sea que esto implica que la fórmula es desventajosa desde el punto de vista boliviano.


Sin embargo, sigue diciendo Gibson, dado que las cosas han llegado tan lejos, el Gobierno brasileño está dispuesto a cooperar al máximo.


El Departamento puede estar seguro de que la actitud brasileña no se verá afectada por ninguna preocupación con respecto a la obtención del crédito por Argentina, concluye su comunicación Gibson.


Tres días antes, el 14 de julio de 1934, el embajador argentino en Washington Felipe Aja Espil había entregado al Departamento de Estado una copia de la fórmula de conciliación preparada por el Dr. Saavedra Lamas, y puesta a consideración del Presidente paraguayo y el Gobierno boliviano.


El Secretario de Estado Cordell Hull informó al respecto a Gibson, su representante en Brasil. El Departamento informaba también de que el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, el futuro Premio Nobel Saavedra Lamas, estaba “seguro de la aceptación paraguaya”, afirmaba la comunicación.


El Ministro de Relaciones Exteriores argentino, escribe Hull, declara que el éxito de este intento de mediación depende ahora de la actitud del Presidente boliviano y considera que debe ejercerse toda la influencia posible para lograr su aceptación del proyecto. Ha solicitado el apoyo incondicional de Washington y ha instado a que se ejerza la influencia de los Estados Unidos sobre Bolivia a fin de lograr la aceptación de ese Gobierno.


La guerra del Chaco había vuelto a interesar en Washington luego de que el tres veces primer ministro inglés Stanley Baldwin responsabilizara a Estados Unidos de dificultar el embargo de armas, y el Senador Huey Long acusara de promover la guerra a un contubernio entre fabricantes de armas, empresarios petroleros y banqueros.


Pero aunque a fines de mayo el presidente Franklin Delano Roosevelt había promulgado una ley que prohibía el envío de armas y municiones a Bolivia, el departamento de estado concedería una excepción que autorizaría envío de municiones a Bolivia el 27 de julio.


A pesar de estos privilegios obtenidos, la situación militar boliviana seguiría empeorando en la guerra, hasta que a principios de septiembre, por imperio de las circunstancias, La Paz aceptó estudiar la fórmula de conciliación argentina.


El final de la guerra, como en toda buena escenificación, se parecía al principio.

Noticias relacionadas

En el 2013 un desafío para los países latinoamericanos era continuar gestionando la entrada de flujos de capitales extranjeros, cuya presión aumentó como consecuencia de la política de expansión monetaria recientemente anunciada en Japón.

Una de las paradojas del mundo moderno la representa el éxito, y ese éxito recae en su discurso cultural. La izquierda jamás arregla las desigualdades ni mejora la situación de los desfavorecidos, ya que suele arruinarlos a todos con su habitual dispendio económico, su típica voracidad tributaria, su nula capacidad de gestión y la consolidación de una casta gobernante que acumula todos los privilegios.

Solo una vez en la historia mundial se detonaron armas nucleares sobre civiles. Esto ocurrió hace 80 años cuando EEUU devastó Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y Nagasaki tres días después. Seis días después Japón se rindió. Ambas matanzas causaron 150.000-250.000 muertos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto