Casi siempre, cuando decidimos, actuamos de forma sesgada, es decir, de forma tendenciosa. En el mejor de los casos lo hacemos desde nuestra burbuja informativa. Y en el peor de los casos, desde nuestra trinchera.
Cada día, escuchamos tonterías, o presenciamos actuaciones tendenciosas y torpes. Adolescentes que se arriesgan conduciendo. Ignorantes que te manifiestan una opinión, basándose en algo que han oído. Adultos, muy optimistas, que se compran un coche caro, a pesar, de tener un trabajo inseguro. Personas mayores, que te habla con nostalgia del franquismo, transmitiéndote la idea de que entonces, si que se vivía bien. Personas que viven dentro de su burbuja partidista, sin reparar que hay otras burbujas. O castigados, que te dicen que el profesor o la justicia les tiene manía.
¡La parcialidad, mala cosa!: Los adolescentes tienden a arriesgarse. Los ignorantes, a dudar poco. Los optimistas, a no ver el peligro. Casi todos, a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y a aceptar, las opiniones que confirman nuestras sospechas. Y también, casi todos tendemos a pensar que los nuestros son los mejores. Y concretando: Investigados como Trump o el Barça, y condenados como Laura Borrás, que pretenden ignorar los hechos.
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