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Es curioso cuánto se habla de la dignidad personal sin estar plenamente identificados con dicha entidad. En la referencia exclusiva al hecho de haber nacido, como portadores de condiciones esenciales en concreto, aún no habremos intervenido en su configuración. Tiene su miga hablar de esa dignidad, si prescindimos de la valoración de las características básicas de la persona.
Partimos de un sí radical, inevitable, grandioso y enigmático; sin él no se conocen presencias. La irrelevancia ampulosa de la nada recalca el significado de semejante afirmación. No sirve eso de ir a pedirle explicaciones a la nada, su silencio no llega a darnos ni una respuesta helada.
Lo bueno de la sinceridad es que hay que perseguirla, ya que no es patrimonio inalienable e innato del hombre, y lo malo es uno de sus factores externos: está sobrevalorada. Todo el mundo destaca como cualidad propia a destacar la sinceridad, y esta “originalidad” no es más que el comienzo de una cuenta atrás para envilecernos víctimas de la propia vehemencia.
Se asocia con Michael Hopf, militar y escritor, aquella sentencia de que “los tiempos difíciles forjan hombres fuertes, los hombres fuertes traen buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres débiles, los hombres débiles traen tiempos difíciles”. Se trata de un encadenamiento en círculo, lapidario y determinista, que nos enfrenta a una sucesión de ciclos inevitables, en la línea del eterno retorno.
Hace unos ideas asistí a una conflagración incruenta en una clase en la que se impartía Historia de la Edad Moderna. Nada que ver con la Revolución Francesa. El motivo de la trifulca se basó en las diferencias de criterio acerca de la temperatura que debe reflejar el dichoso termostato, con el fin de ofrecer una atmósfera adecuada. No llegó la sangre al río; tras unas arduas y agrias negociaciones, se llegó a un armisticio.
Lidiar con una persona pasivo-agresiva puede ser como caminar por un campo minado cubierto de flores. No gritan, no insultan abiertamente, pero cada palabra que dicen lleva veneno disfrazado de cortesía. A primera vista parecen inofensivos, incluso agradables, pero su forma de actuar deja una sensación de incomodidad que va calando poco a poco, como aquella gota de la que hablaba el sabio Salomón. “Decía el Sabio Salomón que una gota constante, ablanda un duro peñón”.
Hay temas enormemente complejos y desconocidos en gran parte. Uno de ellos es la responsabilidad de los actos. Los actos tienen consecuencias buenas y menos buenas. Empezaremos por un dicho, que oí hace tiempo del mundo del arte. Si la madre de Miguel Ángel no hubiese tenido un problema de lactancia, el bebé Migué Ángel no hubiese sido criado y amamantado por la mujer de un cantero.
En nuestra vida laboral, solemos pensar que la felicidad llegará cuando alcancemos un mejor puesto, recibamos un aumento o nuestras circunstancias cambien. Pero, ¿qué pasaría si la felicidad no dependiera de factores externos, sino de cómo interpretamos nuestro entorno?
Las personas tenemos la tendencia a ocultar aquellas partes de nuestra vida que no nos van realmente bien. A veces, por temor a lo que otros pensarán, y otras por no desvelar la realidad de nuestra situación. Todos, en cierta manera, damos una imagen que nos hemos creado y varía en función de con quién nos relacionemos.
Muchas son las circunstancias que nos zarandean a diario, compiten con tantos o más impulsos surgidos desde los adentros íntimos de cada persona; en ambos supuestos, el descontrol predomina con la consiguiente intranquilidad. Nos abruma el desconocimiento de los factores condicionantes, con el resultado crudo de la incertidumbre como fondo permanente.
Existen muchas personas que, en algún momento de su vida, se han planteado ayudar a los demás de una u otra forma, pero lo cierto es que para eso hay que tener tiempo y tener claro en qué ámbito hacerlo. Tenemos la agenda completa de actividades que pueden ser laborales o de ocio, pero siempre con el tiempo justo para aprovecharlo al límite.
No quise ver el documental sobre los últimos días de la vida de Pau Donés, 'Eso que tú me das', cuando lo emitieron en 2021 por temor a experimentar sentimientos encontrados. En su momento recibió muchas críticas positivas que hablaban del buen morir y de los magníficos consejos dados en un momento tan esencial como es el de encontrarte a las puertas de la muerte, con fecha de caducidad, y afrontarla con esa manera tan positiva de marcharse.
En un pequeño barrio, Ana y su vecino Carlos se encontraban siempre en desacuerdo. El motivo, aunque trivial, era el ruido que Carlos hacía cada mañana al sacar su motocicleta. Ana, molesta, comenzó a evitar saludarlo y a comentar con otros vecinos lo molesto que le resultaba. Carlos, al enterarse, asumió que Ana simplemente le tenía manía. Las cosas escalaron rápidamente: Carlos se volvió más ruidoso y Ana más agresiva con sus quejas.
En un pequeño barrio, Ana y su vecino Carlos se encontraban siempre en desacuerdo. El motivo, aunque trivial, era el ruido que Carlos hacía cada mañana al sacar su motocicleta. Ana, molesta, comenzó a evitar saludarlo y a comentar con otros vecinos lo molesto que le resultaba. Carlos, al enterarse, asumió que Ana simplemente le tenía manía. Las cosas escalaron rápidamente: Carlos se volvió más ruidoso y Ana más agresiva con sus quejas.
Hace un tiempo, un alumno me escribió airado. Palabras más, palabras menos, decía que desconocía el motivo de su nota mínima, pues él había entregado el trabajo. Le comenté que la retroalimentación que podía revisar en el sistema señalaba claramente el motivo de la nota mínima.
Juzgo que, a bastantes ciudadanos, se nos va quedando cara de distopía, ataviada, en el caso de algunos, con cierto efecto de parálisis del buen juicio. Desea uno evitar la paranoia propia de los adictos a la conspiración (calificativo demasiado vago, que alude a planteamientos muy diferentes en verosimilitud e intensidad), pero la realidad se presenta, en estos tiempos, bastante espinosa para quien pretenda encararla mediante el análisis racional.
El final de las vacaciones puede ser un momento de ambivalencia. Por un lado, existe la nostalgia de los días libres, de la desconexión y la libertad de horarios; por otro, volver a la rutina diaria puede traer consigo una sensación de pesadez o incluso ansiedad. Sin embargo, la vuelta a la rutina no tiene por qué ser negativa. Con una planificación adecuada y una mentalidad positiva, este momento puede convertirse en una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida.
Las personas acosadoras suelen sorprenderte con halagos gratuitos y si no tienes un control firme son personas que entran en tu vida y te cuesta mantenerlas alejadas. Adoptan posturas cuestionables e indeseadas, cuando se trata de elogios, adoptan posturas disimuladas, hablan en susurros e indirectamente, y eventualmente pueden llegar al nivel de discursos públicos.
En 2023 se realizaron algo más de 15 millones de contratos en España. Muchos de los trabajadores comienzan con ganas en su nuevo puesto de trabajo, pero paulatinamente van perdiendo interés por diversas razones, entre las que se encuentra la falta de motivación, la desilusión ante las tareas que hay que realizar, una fuerte carga de estrés en su jornada laboral o descontento con su sueldo. En este tipo de trabajadores, el 'quiet quitting' es más común.
El principio de respeto brilla por su ausencia, en muchas situaciones en la vida real, clásicamente por el egoísmo, la falta de reflexión de una gran mayoría de personas, porque vivimos en una sociedad muy agresiva, bastante violenta, donde impera la actitud prepotente, en una parte de la sociedad.
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