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Rafa Esteve-Casanova
Contar por no callar
Rafa Esteve-Casanova nació en Valencia y estudió Relaciones Laborales y Derecho. A finales de los 60 escribe críticas, entrevistas y artículos en El País, Noticias al Día, Avui y Liberación, y participa en un programa de crítica musical en RNE. Sus poemas han sido publicados en volúmenes de homenaje a los poetas Vicent Andrés Estellés, Joan Valls Jordá y Joan Brossa. Entre sus numerosos premios cabe citar el 'Vila de Xabia', 'Mare de Deu del Olivar' y el 2º premio del certamen de narrativa del Ayto. de Valencia. Fue secretario de Organización de Unitat del Poble Valencià y estuvo entre 1987 y 1991 en el grupo EU-UPV en el Ayto. de Valencia. Actualmente escribe artículos de opinión político-social en los que hace gala de una sutil ironía. Es colaborador del diario Levante y publica los jueves y domingos en Siglo XXI la columna ‘Contar por no callar’, así como artículos vinculados a la música.
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Miquel Pujadó, cantante de Terrassa, acaba de sacar al mercado un nuevo disco justo cuando hace cuarenta años de la aparición de su primer elepé, titulado “El temps dels fanals en flor”. En estos cuarenta años han sido muchos los discos registrados por este cantautor, algunos de autores franceses, otros con letras de diversos poetas, también ha tenido tiempo de crear espectáculos teatrales basados en textos poéticos con diversos actores de la escena catalana.
Generalmente escribir sobre las fallas es caminar por el filo de la navaja y exponerse a la lapidación pública si, por casualidad, el texto pisa sin querer el “callo” de algún fallero acérrimo y enemigo de la autocrítica. Allá por los primeros años 70 del siglo pasado, todavía en los tiempos en que el general de los sellos de correos mandaba sobre vidas y haciendas en su cortijo de España, unos falleros crearon un concurso de teatro dirigido a las fallas.
Comienzo a escribir más o menos cuando, a esta misma hora, hace cuarenta y un años un teniente coronel de la Guardia Civil, bigotudo y pistola en mano, asaltó el Congreso de los Diputados, un triste espadón más de los que han proliferado a lo largo de la historia de la España más profunda, un salvapátrias de los que a lo largo del tiempo han querido hacerse un hueco en los libros de historia alcanzando un triste espacio en esa España de cerrado y sacristía que cantaba Machado.
Se veía venir que llegaría un día en que las fuerzas de choque de la ultraderecha acabarían protagonizando una asonada como la que hace pocos días tuvo lugar en el Ayuntamiento de la población murciana de Lorca. No es extraño que entre los energúmenos que agredieron a las fuerzas del orden asaltando el ayuntamiento de Lorca hayan sido identificados en el video de los hechos dos miembros de las Nuevas Generaciones del Partido Popular.
Desde aquellos gritos de “a por ellos” en los cuarteles de la policía nacional y la guardia civil, con los que centenares de ciudadanos españoles despedían a las fuerzas de orden público como si se tratara de nuevos héroes en peligrosa misión de salvamento de una patria amenazada por unos individuos empeñados en hablar una lengua diferente al castellano, se ha extendido por la mayor parte de España una cierta malsana sensación hacia todo lo procedente de Catalunya.
Este miércoles el Presidente del Gobierno del Reino de España convocó a los medios de comunicación para presentar el balance de las realizaciones de su Gobierno durante el año que acaba. En el escenario, sobre la cabeza y detrás de su imagen, podíamos leer en enormes letras la palabra “Cumpliendo”, ya que, según Sánchez, a lo largo de su discurso iba a desarrollar los logros conseguidos por el Gobierno PSOE/Unidas Podemos a lo largo de este segundo año de pandémia.
Las derechas españolas ya se han quitado la careta, ya no hace falta distinguir entre derecha extrema y extrema derecha. Partido Popular, Vox y los restos del naufragio de Ciudadanos van al unísono contra Pedro Sánchez al que acusan de usurpador, es natural, esta derecha montaraz que nos toca sufrir no está acostumbrada a perder elecciones.
El pasado lunes con menos pompa y boato que en el resto de ocasiones se celebró el 43 aniversario de la Constitución, un texto legal que los que ahora se envuelven en los artículos que les interesan del mismo mientras olvidan los referidos a los derechos fundamentales de los españoles votaron en contra aquel 6 de Diciembre de 1.978, a pesar que entre los ponentes constituyentes estaba un firme defensor del franquismo como Manuel Fraga Iribarne.
Hace poco más de una semana que, en primera instancia, ERC y JUNTS, los socios de Gobierno de la Generalitat de Catalunya consiguieron que los presupuestos para el próximo año pudieran echar a andar. No fue como ambos partidos querían, una vez más se rompió la ilusoria unidad del independentismo y la CUP, formación anti capitalista, volvió a sus raíces y se mostró reacia a dar el sí.
Aunque tarde, los fascistas que hace ocho años entraron en el Centre Cultural Blanquerna, sede de la Delegación de la Generalitat catalana en Madrid se comerán el turrón navideño en la prisión que elijan. Su prepotencia y la ayuda de algunos jueces les hizo creer que eran impunes para seguir con sus aventuras de matones de barrio repartiendo palizas a quienes no piensan como ellos y boicoteando actos de organizaciones democráticas.
El pasado 7 de noviembre se cumplieron 50 años de la constitución de la Asamblea de Cataluña. También era domingo, como ha pasado este año, y en la Iglesia de San Agustín en pleno barrio del Raval de Barcelona los habituales de la misa de doce miraban con extrañeza cómo aquel domingo el número de asistentes al oficio dominical había aumentado con unos feligreses distintos de los habituales a la misa del mediodía y totalmente desconocidos en el barrio.
Desde que Colau alcanzó por segunda vez la Alcaldía de la capital de Catalunya cada cierto tiempo se levantan voces, interesadas por supuesto, contra esta alcaldesa que alcanzó el más alto sillón municipal con algunas promesas que cuando tomó la vara de alcaldesa vió que no podría cumplir. Ada Colau venía de la lucha contra los desahucios, disfrazada, literalmente, de aquella Abeja Maya de los dibujos infantiles cual nueva super heroína.
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