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Etiquetas | Derecha española | Lenguas | Catalán | Mentiras | Odio
Basta ya de mentiras y de intentar sembrar el odio entre catalanes. La inmersión lingüística está en marcha desde hace 40 años

Mienten como bellacos

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Las derechas españolas ya se han quitado la careta, ya no hace falta distinguir entre derecha extrema y extrema derecha. Partido Popular, Vox y los restos del naufragio de Ciudadanos van al unísono contra Pedro Sánchez al que acusan de usurpador, es natural, esta derecha montaraz que nos toca sufrir no está acostumbrada a perder elecciones, su mentor, Francisco Franco, aquel dictador que presumía de ser Caudillo de España “por la gracia de Dios” y al que el gremio eclesial acompañaba bajo palio, cual nuevo Redentor, en iglesias, basílicas y catedrales, nunca perdió unas elecciones, porque nunca las convocó. 


En escuchar la palabra urnas Casado, Abascal y Arrimadas sufren un extraño sarpullido que se acrecienta cuando la palabra escuchada es “libertad”, y ya no les cuento el grado de cabreo que se cogen si escuchan hablar en catalán. Si en tiempos de su “tito” Franco los comunistas tenían rabo ahora los malos de la película son los catalanes empecinados en hablar catalán sólo por fastidiar a la cerril derecha, y también a algún que otro socialdemócrata.


Hace unos días han encontrado un filón de munición para atacar a Pedro Sánchez, al que consideran un vendepatrias, dando coces en el culo de los catalanes. Un togado del Supremo, una vez más sus señorías entran en acción como fuerza de choque contra Catalunya, en este caso contra su lengua, que durante 40 años viene utilizandose en los colegios sin ningún problema, ha dictado unas medidas cautelares, hasta que se dicte la sentencia definitiva, estimando la demanda de una familia de Canet que solicitaba que su hijo de 5 años recibiera un 50 % de la enseñanza en la lengua cervantina. 


De momento desde el Supremo han dictaminado que el niño tiene todo el derecho del mundo ha recibir un 25 % de la enseñanza en castellano, obligando con ello a todos los niños restantes a recibir la enseñanza en castellano, lengua que ya estudian en la correspondiente asignatura y que al finalizar los estudios se ha demostrado que los estudiantes catalanes conocen mejor que los del resto del Estado. Y PP, VOX y C’s han tomado Canet como su Covadonga particular desde la que iniciar la reconquista del poder que Rajoy perdió por embaucador y tramposo al frente de un Gobierno y un partido donde la corrupción paseaba como Pedro por su casa.


En esta nueva “cruzada” cuentan con la ayuda de algunos medios de comunicación que en más de un momento me están recordando aquella Prensa del Movimiento que conocí en mi juventud, en la que los editoriales los escribían los dirigentes franquistas. El Mundo, ABC y La Razón se han convertido en la fuerza de choque de las derechas, mienten y lo saben. No cuentan la verdad, ocultan que el padre denunciante, militante de C’s, fue candidato al Ayuntamiento de Canet, su partido obtuvo 282 votos, el 3,98%. Y lo que no ganaron en las urnas intenta ganarlo en los tribunales. Ya lo dijo Cañas, a quien se le atribuyen la frase dirigida a los catalanes “Os vamos a montar un Ulster que os vais a cagar”.


Leyendo a la Brigada Mediática de Madrid parece que Catalunya vive un clima bélico, es lo que a algunos les gustaría, donde hay amenazas a un niño y su familia cosa que no es cierta, se compara a los independentistas con los nazis o con el apartheid sudafricano, con la situación de las personas de raza negra en algunos estados americanos la década del 60. Y el colmo fue escuchar ayer al diputado Carrizosa en el Parlament comparar Canet con Ermua, la localidad vasca donde fue asesinado Miguel Ángel Blanco. El diputado del último saldo que queda del partido fundado para atacar la enseñanza del catalán ayer atravesó una linea roja que no se le puede permitir en sede parlamentaria. Su odio le ha llevado a medir con el mismo rasero una ETA que mataba a un independentismo pacífico al que el 1-O apalearon, con el aplauso del nacionalismo español, policías y guardia civiles fuera de si.


Ya está bien, basta ya de mentiras y de intentar sembrar el odio entre catalanes. La inmersión lingüística está en marcha desde hace 40 años, nació de la necesidad que algunos emigrantes sintieron de que sus hijos se formaran en la lengua del país que les había acogido. La mayoría de partidos con representación en el Parlament la aprobaron, el PSC, en la figura de la pedagoga y socialista Marta Mata, fue una de las fuerzas políticas que más hizo para que esta ley llegara a buen puerto. Ahora el PSC ha quedado convertido en una simple sucursal del PSOE, en una franquicia que tiene que aplicar la política que le marcan desde la dirección de la empresa. Una vergüenza para tantos y tantos socialistas catalanes que, en su día, lucharon porqué sus hijos y nietos se pudieran formar en el respeto a Catalunya y su lengua.


Desde 1714, en tiempos de Felipe V, desde Poniente siempre han llegado vientos contrarios a la lengua catalana, vientos de prohibición con imposición del castellano en la vida particular y oficial, vientos que se acrecentaron en 1939 con el “hable en cristiano” que catalanes, valencianos y baleares tuvieron que escuchar más de una vez. El heredero de Franco, Juan Carlos I, tuvo la osadía de afirmar hace 20 años en la entrega del premio Cervantes “a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano”, no era cierta esta afirmación, y hoy el Supremo obliga a hablar en castellano, al menos un 25%, a los compañeros de un niño totalmente inocente de los actos de un padre que perdió unas elecciones y que milita en un partido sembrador de odios.


¿Nazis? ¿Miembros del KU, KUS, KLAN? ¿Apartheid en Catalunya? Mírense al espejo los que tal afirman y, oh sorpresa, verán que su imagen se corresponde con estos calificativos que ellos, en su odio, achacan a los catalanes. 

Mienten como bellacos

Basta ya de mentiras y de intentar sembrar el odio entre catalanes. La inmersión lingüística está en marcha desde hace 40 años
Rafa Esteve-Casanova
viernes, 17 de diciembre de 2021, 09:04 h (CET)

Las derechas españolas ya se han quitado la careta, ya no hace falta distinguir entre derecha extrema y extrema derecha. Partido Popular, Vox y los restos del naufragio de Ciudadanos van al unísono contra Pedro Sánchez al que acusan de usurpador, es natural, esta derecha montaraz que nos toca sufrir no está acostumbrada a perder elecciones, su mentor, Francisco Franco, aquel dictador que presumía de ser Caudillo de España “por la gracia de Dios” y al que el gremio eclesial acompañaba bajo palio, cual nuevo Redentor, en iglesias, basílicas y catedrales, nunca perdió unas elecciones, porque nunca las convocó. 


En escuchar la palabra urnas Casado, Abascal y Arrimadas sufren un extraño sarpullido que se acrecienta cuando la palabra escuchada es “libertad”, y ya no les cuento el grado de cabreo que se cogen si escuchan hablar en catalán. Si en tiempos de su “tito” Franco los comunistas tenían rabo ahora los malos de la película son los catalanes empecinados en hablar catalán sólo por fastidiar a la cerril derecha, y también a algún que otro socialdemócrata.


Hace unos días han encontrado un filón de munición para atacar a Pedro Sánchez, al que consideran un vendepatrias, dando coces en el culo de los catalanes. Un togado del Supremo, una vez más sus señorías entran en acción como fuerza de choque contra Catalunya, en este caso contra su lengua, que durante 40 años viene utilizandose en los colegios sin ningún problema, ha dictado unas medidas cautelares, hasta que se dicte la sentencia definitiva, estimando la demanda de una familia de Canet que solicitaba que su hijo de 5 años recibiera un 50 % de la enseñanza en la lengua cervantina. 


De momento desde el Supremo han dictaminado que el niño tiene todo el derecho del mundo ha recibir un 25 % de la enseñanza en castellano, obligando con ello a todos los niños restantes a recibir la enseñanza en castellano, lengua que ya estudian en la correspondiente asignatura y que al finalizar los estudios se ha demostrado que los estudiantes catalanes conocen mejor que los del resto del Estado. Y PP, VOX y C’s han tomado Canet como su Covadonga particular desde la que iniciar la reconquista del poder que Rajoy perdió por embaucador y tramposo al frente de un Gobierno y un partido donde la corrupción paseaba como Pedro por su casa.


En esta nueva “cruzada” cuentan con la ayuda de algunos medios de comunicación que en más de un momento me están recordando aquella Prensa del Movimiento que conocí en mi juventud, en la que los editoriales los escribían los dirigentes franquistas. El Mundo, ABC y La Razón se han convertido en la fuerza de choque de las derechas, mienten y lo saben. No cuentan la verdad, ocultan que el padre denunciante, militante de C’s, fue candidato al Ayuntamiento de Canet, su partido obtuvo 282 votos, el 3,98%. Y lo que no ganaron en las urnas intenta ganarlo en los tribunales. Ya lo dijo Cañas, a quien se le atribuyen la frase dirigida a los catalanes “Os vamos a montar un Ulster que os vais a cagar”.


Leyendo a la Brigada Mediática de Madrid parece que Catalunya vive un clima bélico, es lo que a algunos les gustaría, donde hay amenazas a un niño y su familia cosa que no es cierta, se compara a los independentistas con los nazis o con el apartheid sudafricano, con la situación de las personas de raza negra en algunos estados americanos la década del 60. Y el colmo fue escuchar ayer al diputado Carrizosa en el Parlament comparar Canet con Ermua, la localidad vasca donde fue asesinado Miguel Ángel Blanco. El diputado del último saldo que queda del partido fundado para atacar la enseñanza del catalán ayer atravesó una linea roja que no se le puede permitir en sede parlamentaria. Su odio le ha llevado a medir con el mismo rasero una ETA que mataba a un independentismo pacífico al que el 1-O apalearon, con el aplauso del nacionalismo español, policías y guardia civiles fuera de si.


Ya está bien, basta ya de mentiras y de intentar sembrar el odio entre catalanes. La inmersión lingüística está en marcha desde hace 40 años, nació de la necesidad que algunos emigrantes sintieron de que sus hijos se formaran en la lengua del país que les había acogido. La mayoría de partidos con representación en el Parlament la aprobaron, el PSC, en la figura de la pedagoga y socialista Marta Mata, fue una de las fuerzas políticas que más hizo para que esta ley llegara a buen puerto. Ahora el PSC ha quedado convertido en una simple sucursal del PSOE, en una franquicia que tiene que aplicar la política que le marcan desde la dirección de la empresa. Una vergüenza para tantos y tantos socialistas catalanes que, en su día, lucharon porqué sus hijos y nietos se pudieran formar en el respeto a Catalunya y su lengua.


Desde 1714, en tiempos de Felipe V, desde Poniente siempre han llegado vientos contrarios a la lengua catalana, vientos de prohibición con imposición del castellano en la vida particular y oficial, vientos que se acrecentaron en 1939 con el “hable en cristiano” que catalanes, valencianos y baleares tuvieron que escuchar más de una vez. El heredero de Franco, Juan Carlos I, tuvo la osadía de afirmar hace 20 años en la entrega del premio Cervantes “a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano”, no era cierta esta afirmación, y hoy el Supremo obliga a hablar en castellano, al menos un 25%, a los compañeros de un niño totalmente inocente de los actos de un padre que perdió unas elecciones y que milita en un partido sembrador de odios.


¿Nazis? ¿Miembros del KU, KUS, KLAN? ¿Apartheid en Catalunya? Mírense al espejo los que tal afirman y, oh sorpresa, verán que su imagen se corresponde con estos calificativos que ellos, en su odio, achacan a los catalanes. 

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