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Los deberes están sin hacer

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Hemos podido saber por decenas de directores de centros educativos que la Junta de Castilla y León continúa sin transferir la cantidad de gastos de funcionamiento para los centros de la Comunidad. La retención de casi 16 millones de euros, como consecuencia de la mala gestión de muchos centros, ha llevado a que las Consejerías de Hacienda y Educación castigaran a todos los centros. Llegado el final de curso, los directores no han podido presentar el presupuesto a los Consejos Escolares porque han recibido instrucciones concretas. “Se desconoce lo que recibirá cada centro y si lo recibirá o no”, según fuentes de la Consejería de hacienda.

En octubre de 2011 se detectó que había centros educativos con remanentes y los citados 16 millones sin gastar. Por ello el consejero, Juanjo Mateos, ‘insultó’ a los directores llamándoles “previsores”. ¡Cómo se nota que el consejero nunca ha gestionado con rigor!, decían los directores. Si el 31 de diciembre de un año cualquiera, los centros justifican sus cuentas a cero, alguien tiene que explicar cómo se pagan las facturas y los servicios básicos de los centros hasta que llega la siguiente partida. La Junta y la Consejería de Hacienda nunca cumplen con su propia normativa y mandan dinero a los centros en los meses de abril o mayo; es decir, tarde, muy tarde. “¡Estos tíos de las Consejerías desbarran cada día más!”, comentan varios directores de centros públicos de Burgos.

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguró en su momento que “no había ningún problema en la financiación de los centros pero que ve ‘sensato’ que no se transfiera dinero a los centros…”. No sé qué pensará el consejero portavoz si le decimos que dimita ante semejante estupidez, demostrada incompetencia y reiteradas barrabasadas.

Hay que explicar que, según los datos extraídos de Hacienda, “en la Comunidad hay más de 1.100 centros educativos que reciben dos entregas de dinero para su funcionamiento (calefacción, electricidad o fotocopias, por ejemplo), la primera de ellas al principio del ejercicio presupuestario, que supone un 60% del total (suma unos 52 millones) y otra al finalizar el último trimestre del año, que es el 40% restante y supone unos 22 millones”. Ya lo ven: 74 millones de euros, algo así como el chocolate del loro de los presupuestos de Castilla y León. Bastante menos de lo que se viene despilfarrando en Castilla y León y muy por debajo de muchos contratos blindados destinados a personajes sospechosos.

Entre la mala gestión de la Junta, la dejadez de Consejerías como Hacienda y Educación, el “ahorro” de decenas de centros,… el caso es que todos los centros van a salir perjudicados. Los equipos directivos se van de vacaciones estivales con muchas cuentas bancarias de los centros casi a cero. No quieren saber siquiera lo que se encontrarán cuando regresen en septiembre; aunque, pensándolo bien, y tras el desprecio que han recibido los profesores a lo largo del curso, la Junta de Castilla y León solo merece desprecio y retirada del voto a tanto incompetente de sueldo abultado.

De Santiago-Juárez sabe que hay grandes tensiones de tesorería, como en todas Administraciones. En octubre de 2011 lo atribuía a la deuda de 720 millones que el Gobierno central socialista tenía con la Comunidad, mientras que ahora echa la culpa a los directores de los centros públicos o al primero que pase por la puerta. En una palabra: sigue miccionando hacia arriba y sin reconocer la incompetencia de la institución de la que es portavoz.

Los políticos nunca reconocerán sus culpas. Son quienes nos han llevado a esta situación catastrófica, por dejadez, mediocridad, incompetencia, torpeza, egoísmo y afán de corrupción. Voy a darles un dato que es para tirarse de los pelos: en Castilla y León hemos estado seis meses sin presupuestos (lo nunca visto), lo que quiere decir que los calificativos de vagos e incompetentes no les son ajenos.

Los deberes están sin hacer

Jesús  Salamanca
domingo, 24 de junio de 2012, 22:00 h (CET)
Hemos podido saber por decenas de directores de centros educativos que la Junta de Castilla y León continúa sin transferir la cantidad de gastos de funcionamiento para los centros de la Comunidad. La retención de casi 16 millones de euros, como consecuencia de la mala gestión de muchos centros, ha llevado a que las Consejerías de Hacienda y Educación castigaran a todos los centros. Llegado el final de curso, los directores no han podido presentar el presupuesto a los Consejos Escolares porque han recibido instrucciones concretas. “Se desconoce lo que recibirá cada centro y si lo recibirá o no”, según fuentes de la Consejería de hacienda.

En octubre de 2011 se detectó que había centros educativos con remanentes y los citados 16 millones sin gastar. Por ello el consejero, Juanjo Mateos, ‘insultó’ a los directores llamándoles “previsores”. ¡Cómo se nota que el consejero nunca ha gestionado con rigor!, decían los directores. Si el 31 de diciembre de un año cualquiera, los centros justifican sus cuentas a cero, alguien tiene que explicar cómo se pagan las facturas y los servicios básicos de los centros hasta que llega la siguiente partida. La Junta y la Consejería de Hacienda nunca cumplen con su propia normativa y mandan dinero a los centros en los meses de abril o mayo; es decir, tarde, muy tarde. “¡Estos tíos de las Consejerías desbarran cada día más!”, comentan varios directores de centros públicos de Burgos.

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguró en su momento que “no había ningún problema en la financiación de los centros pero que ve ‘sensato’ que no se transfiera dinero a los centros…”. No sé qué pensará el consejero portavoz si le decimos que dimita ante semejante estupidez, demostrada incompetencia y reiteradas barrabasadas.

Hay que explicar que, según los datos extraídos de Hacienda, “en la Comunidad hay más de 1.100 centros educativos que reciben dos entregas de dinero para su funcionamiento (calefacción, electricidad o fotocopias, por ejemplo), la primera de ellas al principio del ejercicio presupuestario, que supone un 60% del total (suma unos 52 millones) y otra al finalizar el último trimestre del año, que es el 40% restante y supone unos 22 millones”. Ya lo ven: 74 millones de euros, algo así como el chocolate del loro de los presupuestos de Castilla y León. Bastante menos de lo que se viene despilfarrando en Castilla y León y muy por debajo de muchos contratos blindados destinados a personajes sospechosos.

Entre la mala gestión de la Junta, la dejadez de Consejerías como Hacienda y Educación, el “ahorro” de decenas de centros,… el caso es que todos los centros van a salir perjudicados. Los equipos directivos se van de vacaciones estivales con muchas cuentas bancarias de los centros casi a cero. No quieren saber siquiera lo que se encontrarán cuando regresen en septiembre; aunque, pensándolo bien, y tras el desprecio que han recibido los profesores a lo largo del curso, la Junta de Castilla y León solo merece desprecio y retirada del voto a tanto incompetente de sueldo abultado.

De Santiago-Juárez sabe que hay grandes tensiones de tesorería, como en todas Administraciones. En octubre de 2011 lo atribuía a la deuda de 720 millones que el Gobierno central socialista tenía con la Comunidad, mientras que ahora echa la culpa a los directores de los centros públicos o al primero que pase por la puerta. En una palabra: sigue miccionando hacia arriba y sin reconocer la incompetencia de la institución de la que es portavoz.

Los políticos nunca reconocerán sus culpas. Son quienes nos han llevado a esta situación catastrófica, por dejadez, mediocridad, incompetencia, torpeza, egoísmo y afán de corrupción. Voy a darles un dato que es para tirarse de los pelos: en Castilla y León hemos estado seis meses sin presupuestos (lo nunca visto), lo que quiere decir que los calificativos de vagos e incompetentes no les son ajenos.

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