El estancamiento deportivo que sufre la UD Las Palmas no se va a solucionar unicamente con la destitución de Paco Jémez.
Lo vivido el pasado sábado en Alcorcón no ha dejado indiferente a nadie. El bochornoso espectáculo acontecido sobre el terreno de juego, debe hacernos invitar a una reflexión mucho más profunda.
La primera y más evidente que todos nos hacemos en caliente, es porqué Paco Jémez dejó a tantos habituales fuera de la convocatoria, y principalmente porqué ese cambio en la portería en el último momento, siendo un puesto que rara vez se cambia si no existe algún problema físico o similar.
Un análisis en frío, hace llevar a la peligrosa conclusión que ese vestuario no es tan armonioso y alegre como un dvd o un manteo presuponían.
Es evidente para muchos, que el actual entrenador amarillo ha perdido el rumbo y el norte con respecto a sus jugadores. Su desesperada revolución para tratar de cambiar la nefasta racha negativa del equipo, ha sido la última gota que ha colmado ya un vaso de por sí muy lleno.
Pero debemos analizar la situación con mayor perspectiva para tratar de comprender mejor porqué el club insular vuelve a padecer una nueva temporada llena de irregularidad e incertidumbre.
Y dicha reflexión nos conduce al presidente de la entidad, y responsable máximo para bien o para mal de lo que está ocurriendo.
La UD Las Palmas lleva cuatro temporadas y media en la liga Adelante. Y en dicho periodo, el club ha sido incapaz de progresar deportivamente en la categoría.
Tan solo durante una segunda vuelta, se pudo vivir una situación positiva y productiva con respecto a la marcha del equipo. Pero sin olvidar que en dicha temporada, se partía como colistas y a nueve puntos de la salvación cuando comenzó esa escalada.
Han pasado en esas cuatro temporadas y media ni más ni menos que seis entrenadores por el club. Y posiblemente en breve, veamos pasar al séptimo si no se repite con alguno de los que ya han pasado.
Demasiados entrenadores que han acabado sufriendo similares problemas con distintas soluciones según el grado de afinidad con los máximos dirigentes del club.
Son todos estos datos, argumentos más que sólidos, para empezar a cuestionarse si el problema no está realmente en quien toma las máximas decisiones dentro de la entidad.
Un presidente que prometió hacer un proyecto de ascenso al cuarto año en la liga Adelante, pero que nunca ha tenido claro como debe ser un proyecto serio para tal fin. Su empeño en seguir rodeado de personas que no son nada queridas por la masa social, las continuas sospechas de rodearse de las personas que mejor le caen, el silenciar a diversos periodistas metiéndolos en la radio oficial del club, su excesivo presidencialismo en el día a día de la entidad, su mensaje conformista, el feo gesto de quedarse con dinero del club que el mismo invirtió poniendo en serio riesgo la actual temporada deportiva, su deseo público de irse ...
Son solo algunas de las principales razones que podrían explicar porqué un club de la historia de la UD Las Palmas es incapaz de progresar en la categoría de plata.
Es por ello, que mucho me temo que aunque finalmente Paco Jémez sea destituido, el problema de fondo no se solucionará mientras sigan estas personas llevando las riendas del club.
La única y mejor solución posible, debe ser cuando la temporada finalize, dar por finalizada la etapa de Miguel Ángel Ramírez al frente de la institución, y la búsqueda desde este mismo momento de nuevas personas que tomen las riendas y den un nuevo rumbo y giro a la propia entidad, principalmente en el ámbito deportivo.
Cinco años son más que suficientes para saber si un proyecto funciona o no funciona. Y los resultados deportivos no dejan lugar a la duda. Es la hora de un cambio de capitán dentro del club, independientemente de lo que ocurra de aquí a final de temporada.
Y no basta unicamente con decir que se quiere dejar el club, o que nadie se presenta voluntario. Se debe ir a buscar esa nueva alternativa al igual que otros clubs lo están haciendo.
Y todo apunta a que se debe salir fuera de la isla para encontrar al relevo natural de Miguel Ángel Ramírez.
Por el bien de la UD Las Palmas, el cambio debería ser la solución. Y dejemos que sea la historia quien ponga a Miguel Ángel Ramírez en el lugar que le corresponda para bien o para mal.