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Etiquetas | COPA DEL REY - Final
El Real Madrid se proclama por 20ª vez campeón de la Copa del Rey. Honores para un más que digno Osasuna, subcampeón como en 2005

Rodrygo acabó con el sueño de Osasuna (2-1)

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Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna, que supo sobreponerse al mazazo inicial para dar guerra prácticamente hasta el último minuto.


Los navarros, que jugaban su segunda final de Copa tras perder la de 2005 ante el Betis, despertaron del sueño merced, principalmente, al oportunismo de este joven brasileño, casi siempre en un segundo plano tras Vinicius, pero que no es ni mucho menos la primera noche de gloria que da al Real Madrid.


Un equipo blanco que comparecía sin Modric de inicio, al que Ancelotti no quiso arriesgar con vistas al partido del martes en Manchester. En su lugar, Tchouameni junto a Kroos, con Camavinga en su ya habitual lateral izquierdo y Alaba en el centro de la defensa, en detrimento de Nacho. 


Osasuna, por su parte, presentaba su habitual once, con Torró y Moi Gómez en el medio campo, Abde y Budimir en la delantera, y tan solo la presencia de Aimar Oroz por un Chimy Ávila al que muchos daban de titular.


Contundente inicio blanco


Con todo ello el Madrid quiso aprovechar la bisoñez de Osasuna en tema de finales saliendo a por todas, y la cosa le resultó. En su primera acción de ataque Vinicius penetró en el área por la izquierda y su pase lo remató Rodrygo al fondo de la red (1-0, min 2). El primer gol de su gran noche.


Ese primer tanto llegó tan temprano que más de uno temió quedarse demasiado pronto sin partido, pero nada de eso sucedió. Es verdad que de ahí al descanso el Madrid tuvo la mayoría de las mejores oportunidades, pero no es menos cierto que Osasuna ni mucho menos le perdió la cara al duelo.


Los de Jagoba Arrasate capearon pronto el temporal e intentaron acercarse a Courtois con su característico juego por las bandas, con centros en busca de rematadores. Así, en sendas acciones dentro del mismo minuto, Budimir y Aimar Oroz calentaron por vez primera los guantes de Courtois con sendos cabezazos, eso sí, un tanto inocentes.


La mejor de Osasuna, no obstante, la tuvo Abde a los 26 minutos. El extremo marroquí, en esta acción jugando por el centro, se adelantó a la defensa madridista y se plantó solo ante Courtois. Su vaselina, no obstante, encontró la llegada a tiempo de Carvajal, que despejó bajo palos muy oportunamente para los suyos.


Claro que un minuto antes la había tenido Benzema. Vinicius encontraba una auténtica autopista por el extremo izquierdo, ayudado por la amarilla que había logrado forzar sobre un Moncayola que, desde entonces, apenas si podía pararle. Una de sus acciones encontró la posterior cesión de Rodrygo sobre un Benzema que, con la izquierda, encontró a su vez el paradón de Sergio Herrera.


Apenas siete después, Alaba mandó un tirazo de falta a la cruceta; y poco más tarde Vinicius, otra vez penetrando por su autopista, mandó fuera por poco un tiro cruzado en parábola. Todo ello antes de que en los últimos minutos se medio perdiese, enredándose en sus habituales protestas inútiles que, además, hicieron que viera su amarilla de rigor. 


Son las cosas de este extraordinario jugador que, si se centrara únicamente en el balón sería el mejor del mundo, sin discusión; aunque eso sí, lo cortés no quita para que haya que repudiar los cánticos extremadamente ofensivos y de muy mal gusto que le dedicó parte de la afición rojilla.


Osasuna sueña; Rodrygo les despierta


Tras el descanso Vinicius no anduvo tan activo, y su equipo lo notó. Osasuna seguía tan dentro del partido que se permitió el lujo de volver a soña de verdad cuando, a los 57 minutos, un centro de Abde fue rechazado por la defensa, cayéndole a la derecha de Torró quien incrustó el balón inmisericordemente junto al palo de Courtois (1-1).


El gol llevó la locura al fondo sur, donde estaban ubicados los seguidores rojillos. Tanto fue así que una de las vallas de la grada baja de aquel fondo cedió por una avalancha, sin consecuencias reseñables por fortuna, merced a su posición, casi a ras de suelo. Hubo mucha suerte, pues.


Volviendo al partido, Osasuna se creció e incluso fue a por la victoria metiendo a su delantero más emblemático, el Chimy Ávila. Pero, para su desgracia, se encontró con el gol de la victoria del Madrid iniciado, de nuevo, en la banda izquierda de un Vinicius que medio recobró la inspiración para aquel momento. El balón en primera instancia le llegó a Kroos quien remató contra la defensa osasunista, pero Rodrygo, en el sitio y muy oportuno una vez más, recogió el afortunado rechazo para volver a batir a Sergio Herrera (2-1, min 69).


Osasuna nunca se rindió, pero el signo del partido ya estaba escrito. Modric ingresó en el césped para aportar control en los minutos finales... pero de todos modos los navarros aún gozaron de una última llegada para mandar el partido a la prórroga. Carvajal, tan providencial para el Madrid como en el primer tiempo, evitó el remate casi en boca de gol de Kike Barja, después de una gran jugada del Chimy, en el segundo de los cinco minutos decretados de descuento.


Ya no hubo tiempo para más. Benzema levantó la vigésima Copa del Rey en la historia del Real Madrid; Rodrygo fue, por supuesto, designado como mejor jugador del partido... y, en el otro lado, Osasuna se fue a agradecer a los 25 mil rojillos desplazados hasta Sevilla su apoyo incondicional. Bien que se ganaron dicho apoyo; aunque los sueños, pese a que a veces se hacen realidad, por desgracia para ellos sueños son, que diría Calderón de la Barca. Y de éste les despertó bruscamente Rodrygo.


El Madrid no tendrá tiempo ni de celebrar en condiciones: la Champions espera; Osasuna deberá esperar al menos un año para intentar hacer bueno el refrán de a la tercera va la vencida... y, a todo esto, el séptimo de la liga volverá a ir a Europa. Villarreal, Betis, Girona, Athletic, Rayo y Sevilla bien que lo agradecerán.


2 - REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Kroos (Modric, min 81), Tchouameni (Rudiger, min 69); Rodrygo (Asensio, min 88), Valverde, Vinicius; Benzema.

1 - OSASUNA: Sergio Herrera; Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz; Torró (Pablo Ibáñez, min 85), Rubén Peña (Rubén García, min 74), Moi Gómez (Kike García, min 85); Aimar, Budimir (Chimy Ávila, min 69) y Abde (Kike Barja, min 74).

GOLES: 1-0: Rodrygo (min 2); 1-1: Torró (min 57); 2-1: Rodrygo (min 69).

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (colegio murciano). Amonestó a Militao, Vinicius, Camavinga, Valverde y Courtois por el Real Madrid; y a Moncayola, David García, Kike Barja y Pablo Ibáñez por Osasuna.

VAR: Jaime Latre (colegio aragonés). No tuvo que intervenir para hacer corrección alguna.

INCIDENCIAS: Final de la Copa del Rey 2023. Estadio de La Cartuja (Sevilla), lleno. Tras el gol de Osasuna cedió la valla de la grada baja del fondo donde estaban ubicados los seguidores rojillos, afortunadamente sin graves consecuencias.

Rodrygo acabó con el sueño de Osasuna (2-1)

El Real Madrid se proclama por 20ª vez campeón de la Copa del Rey. Honores para un más que digno Osasuna, subcampeón como en 2005
Victor Diaz
sábado, 6 de mayo de 2023, 20:14 h (CET)

Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna, que supo sobreponerse al mazazo inicial para dar guerra prácticamente hasta el último minuto.


Los navarros, que jugaban su segunda final de Copa tras perder la de 2005 ante el Betis, despertaron del sueño merced, principalmente, al oportunismo de este joven brasileño, casi siempre en un segundo plano tras Vinicius, pero que no es ni mucho menos la primera noche de gloria que da al Real Madrid.


Un equipo blanco que comparecía sin Modric de inicio, al que Ancelotti no quiso arriesgar con vistas al partido del martes en Manchester. En su lugar, Tchouameni junto a Kroos, con Camavinga en su ya habitual lateral izquierdo y Alaba en el centro de la defensa, en detrimento de Nacho. 


Osasuna, por su parte, presentaba su habitual once, con Torró y Moi Gómez en el medio campo, Abde y Budimir en la delantera, y tan solo la presencia de Aimar Oroz por un Chimy Ávila al que muchos daban de titular.


Contundente inicio blanco


Con todo ello el Madrid quiso aprovechar la bisoñez de Osasuna en tema de finales saliendo a por todas, y la cosa le resultó. En su primera acción de ataque Vinicius penetró en el área por la izquierda y su pase lo remató Rodrygo al fondo de la red (1-0, min 2). El primer gol de su gran noche.


Ese primer tanto llegó tan temprano que más de uno temió quedarse demasiado pronto sin partido, pero nada de eso sucedió. Es verdad que de ahí al descanso el Madrid tuvo la mayoría de las mejores oportunidades, pero no es menos cierto que Osasuna ni mucho menos le perdió la cara al duelo.


Los de Jagoba Arrasate capearon pronto el temporal e intentaron acercarse a Courtois con su característico juego por las bandas, con centros en busca de rematadores. Así, en sendas acciones dentro del mismo minuto, Budimir y Aimar Oroz calentaron por vez primera los guantes de Courtois con sendos cabezazos, eso sí, un tanto inocentes.


La mejor de Osasuna, no obstante, la tuvo Abde a los 26 minutos. El extremo marroquí, en esta acción jugando por el centro, se adelantó a la defensa madridista y se plantó solo ante Courtois. Su vaselina, no obstante, encontró la llegada a tiempo de Carvajal, que despejó bajo palos muy oportunamente para los suyos.


Claro que un minuto antes la había tenido Benzema. Vinicius encontraba una auténtica autopista por el extremo izquierdo, ayudado por la amarilla que había logrado forzar sobre un Moncayola que, desde entonces, apenas si podía pararle. Una de sus acciones encontró la posterior cesión de Rodrygo sobre un Benzema que, con la izquierda, encontró a su vez el paradón de Sergio Herrera.


Apenas siete después, Alaba mandó un tirazo de falta a la cruceta; y poco más tarde Vinicius, otra vez penetrando por su autopista, mandó fuera por poco un tiro cruzado en parábola. Todo ello antes de que en los últimos minutos se medio perdiese, enredándose en sus habituales protestas inútiles que, además, hicieron que viera su amarilla de rigor. 


Son las cosas de este extraordinario jugador que, si se centrara únicamente en el balón sería el mejor del mundo, sin discusión; aunque eso sí, lo cortés no quita para que haya que repudiar los cánticos extremadamente ofensivos y de muy mal gusto que le dedicó parte de la afición rojilla.


Osasuna sueña; Rodrygo les despierta


Tras el descanso Vinicius no anduvo tan activo, y su equipo lo notó. Osasuna seguía tan dentro del partido que se permitió el lujo de volver a soña de verdad cuando, a los 57 minutos, un centro de Abde fue rechazado por la defensa, cayéndole a la derecha de Torró quien incrustó el balón inmisericordemente junto al palo de Courtois (1-1).


El gol llevó la locura al fondo sur, donde estaban ubicados los seguidores rojillos. Tanto fue así que una de las vallas de la grada baja de aquel fondo cedió por una avalancha, sin consecuencias reseñables por fortuna, merced a su posición, casi a ras de suelo. Hubo mucha suerte, pues.


Volviendo al partido, Osasuna se creció e incluso fue a por la victoria metiendo a su delantero más emblemático, el Chimy Ávila. Pero, para su desgracia, se encontró con el gol de la victoria del Madrid iniciado, de nuevo, en la banda izquierda de un Vinicius que medio recobró la inspiración para aquel momento. El balón en primera instancia le llegó a Kroos quien remató contra la defensa osasunista, pero Rodrygo, en el sitio y muy oportuno una vez más, recogió el afortunado rechazo para volver a batir a Sergio Herrera (2-1, min 69).


Osasuna nunca se rindió, pero el signo del partido ya estaba escrito. Modric ingresó en el césped para aportar control en los minutos finales... pero de todos modos los navarros aún gozaron de una última llegada para mandar el partido a la prórroga. Carvajal, tan providencial para el Madrid como en el primer tiempo, evitó el remate casi en boca de gol de Kike Barja, después de una gran jugada del Chimy, en el segundo de los cinco minutos decretados de descuento.


Ya no hubo tiempo para más. Benzema levantó la vigésima Copa del Rey en la historia del Real Madrid; Rodrygo fue, por supuesto, designado como mejor jugador del partido... y, en el otro lado, Osasuna se fue a agradecer a los 25 mil rojillos desplazados hasta Sevilla su apoyo incondicional. Bien que se ganaron dicho apoyo; aunque los sueños, pese a que a veces se hacen realidad, por desgracia para ellos sueños son, que diría Calderón de la Barca. Y de éste les despertó bruscamente Rodrygo.


El Madrid no tendrá tiempo ni de celebrar en condiciones: la Champions espera; Osasuna deberá esperar al menos un año para intentar hacer bueno el refrán de a la tercera va la vencida... y, a todo esto, el séptimo de la liga volverá a ir a Europa. Villarreal, Betis, Girona, Athletic, Rayo y Sevilla bien que lo agradecerán.


2 - REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Kroos (Modric, min 81), Tchouameni (Rudiger, min 69); Rodrygo (Asensio, min 88), Valverde, Vinicius; Benzema.

1 - OSASUNA: Sergio Herrera; Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz; Torró (Pablo Ibáñez, min 85), Rubén Peña (Rubén García, min 74), Moi Gómez (Kike García, min 85); Aimar, Budimir (Chimy Ávila, min 69) y Abde (Kike Barja, min 74).

GOLES: 1-0: Rodrygo (min 2); 1-1: Torró (min 57); 2-1: Rodrygo (min 69).

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (colegio murciano). Amonestó a Militao, Vinicius, Camavinga, Valverde y Courtois por el Real Madrid; y a Moncayola, David García, Kike Barja y Pablo Ibáñez por Osasuna.

VAR: Jaime Latre (colegio aragonés). No tuvo que intervenir para hacer corrección alguna.

INCIDENCIAS: Final de la Copa del Rey 2023. Estadio de La Cartuja (Sevilla), lleno. Tras el gol de Osasuna cedió la valla de la grada baja del fondo donde estaban ubicados los seguidores rojillos, afortunadamente sin graves consecuencias.

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