La (dolorosa) derrota del pasado sábado en Vallecas –no tanto por el resultado, como por la forma- parece haber puesto nervioso al presidente del Efesé que, en su renovada faceta de director deportivo, viene exhibiendo, ya durante las últimas semanas, cierto afán consumista de cara al mercado de invierno. Que si un portero, un central, un medio centro… todos son necesarios “como el comer” para un Paco Gómez al que suele calentársele la chequera por estas fechas.
Faltaba, como digo, que el equipo diera una pobre imagen en el Teresa Rivero y que el entrenador, atención, haya dicho que necesita un futbolista de banda derecha para terminar de convencer al Presidente blanquinegro de que el equipo necesita reforzarse con urgencia si es que quiere competir con el resto de aspirantes, al menos, por una de las plazas de promoción.
Visto lo visto, la cosa tiene pinta de que, al final, entre unos y otros, va a ser imposible evitar que el Cartagena acabe recurriendo al mercado invernal con el grave riesgo que esto supone si, al igual que el año pasado, no se hace con cautela. Recordemos que la pasada temporada el Cartagena firmó hasta cinco futbolistas de los cuales, únicamente Signorino, rindió a un nivel aceptable.
Yo tengo claro que, de fichar, mejor traer a un futbolista bueno, que marque la diferencia, que a cinco mediocres. Y en todo caso, si no aparece ese futbolista dejar la plantilla como está, sin ningún retoque y sin correr el riesgo de romper el equilibrio –siempre delicado- que existe ahora mismo en el vestuario.
Y ya puestos, más que fichar, lo que podría abordarse es la renovación de determinados futbolistas interesantes de la plantilla (Toché, Longás, Herrero…) que en junio quedan libres y desde enero, quién sabe, podrían estar negociando ya con otros clubes.
Por cierto, dice Juan Ignacio que le hace falta alguien para la banda derecha. Este sábado veremos por la del Cartagonova a un tal Quique De Lucas aunque, por desgracia, no podrá “reficharlo”.