La prepotencia y la soberbia va por barrios. Y en la Ciudad Condal, por suerte, no gusta ni se responde a las provocaciones que llegan desde la Castellana. Mourinho no se cansa de referirse al eterno rival y busca las cosquillas a un Pep Guardiola que, sabio e inteligente como nadie, elude las insinuaciones de su homólogo merengue. En Can Barça sí se sabe mantener las composturas y el señorío.

Y es que Pep Guardiola ya ha mentalizado a los suyos. Antes del gran Clásico del lunes 29 de noviembre, los culés deberán afrontar dos encuentros trascendentales para sus intereses. Tan o más importantes que el choque frente al Real Madrid.

El primero de ellos será en el Estadios de los Juegos Mediterráneos. Con el recuerdo del “Clos Gómez miente y lo sabe” de Guardiola de la temporada pasada, los futbolistas culés se desplazan hacia territorio andaluz para seguir con una racha demoledora como visitantes. De esta manera, una victoria ante el Almería les colocaría en una posición inmejorable para asaltar el liderato la próxima semana.

Y el miércoles, otra cita muy importante. Regresa la máxima competición europea, vuelve la Champions. El conjunto barcelonista viajará a Grecia para enfrentarse al Panathinaikos con la necesidad de ganar y así sellar el pase a octavos de final. De esta manera, la último jornada de la fase de grupos ya sería mero trámite.

Será a partir de entonces cuando los futbolistas ya puedan referirse al Barça-Real Madrid. Pese a que desde la Capital ya se ha instaurado un clima de crispación y provocación continuo, los culés no muerden el anzuelo y se dedican a hacer lo que más saben: enamorar al público con un fútbol de ensueño.

Iturralde, OK
Iturralde González es un árbitro polémico. No hay la menor duda. El trencilla vasco ha dirigido dos enfrentamientos entre los pesos pesados de la Liga y ambos se han saldado con idéntico resultado: contundentes victoria del Barça por tres goles a cero. El más recordado fue el partido del Bernabéu, en el que Ronaldinho fue aplaudido por los seguidores merengues. Así pues, parece que el Barça sí tiene 'feeling' con este colegiado.