Ayer se conocieron los cruces de los octavos de final de la Copa del Rey, en la que el Levante UD ha podido conocer que se verá las caras en una eliminatoria a doble partido ante el Madrid de Mourinho.
El club granota ha expresado, tanto desde su presidencia como desde el equipo técnico, el regalo que supone para el club y para la afición volver a recibir al Real Madrid, uno d elos grandes que no pudo anotar ni un solo tanto en su visita al coliseo levantinista en la quinta jornada de la liga de la presente temporada.
El equipo sabe que es una prueba muy difícil, y más teniendo en cuenta que el primer partido de la eliminatoria tendrá lugar en el Bernabeu, donde los merengues intentarán obtener una ventaja que les permita visitar la capital del Turia con la menor presión difícil. Sin embargo, nadie descarta la posibilidad de volver a repetir la sorpresa que dieron el pasado mes de septiembre en el Ciutat de Valencia, la úlitma vez que se enfrentaron a los blancos.
En la rueda de prensa, Luis García ha mostrado una actitud de lucha, y ha afirmado que “pese a la dificultad, no damos por perdida la eliminatoria, aunque tendremos que salir vivos del primer partido para tener alguna opción” .
Por si fuera poco el reto que tienen que superar, el partido del Bernabeu tendrá lugar la última semana antes del parón por Navidad, una semana en la que ya no hay liga, lo que hace suponer que el equipo blanco irá más a tope que nunca.
La Copa es así, pero ahora los granotas deben seguir concentrados en la Liga, intentando sumar puntos cuanto antes para poder salir cuanto antes de los puestos de descenso. Y cuando llegue el momento, el equipo valenciano deberá viajar a Madrid con la intención de hacer frente a uno de los grandes de verdad.