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Ben Tanosborn

Audacia, más audacia, y siempre audacia

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En estas últimas elecciones probablemente hemos llegado a la conclusión de que la política en EEUU está mejor representada por el estado de Wisconsin que por el estado de Vermont; y que la Izquierda no tendrá absolutamente lugar en la política de Norteamérica hasta que el país se convierta en cenizas, prendido a fuego por un sistema político de Tararí y Tarará, ambos partidos con liderazgos corruptos dispuestos tan solo a salvaguardar y mantener en el poder este sistema militar-capitalista. Para entonces nadie podrá resucitar a la nación, ni tan siquiera imponer justicia a sus incineradores.

No creo haber escuchado o leído la palabra “audacia” tan a menudo como en estos últimos días después de las elecciones. Y todas las voces parecían provenir de los poco numerosos progresistas en Norteamérica; y en todos los casos refiriéndose a Barack Obama... y su carencia de espina dorsal: falta de audacia.

¿Será posible que se le advirtiese al invertebrado Obama, cuando se le eligió para llevar la antorcha de cambio en el 2008, de ese otro “hombre de cambio” de la olvidada Revolución Francesa, aquel que llamaron Georges Jacques Danton?

Danton, a quien muchos historiadores consideran persona clave en derrocar a la monarquía y al establecimiento de la Primera Republica Francesa, en un discurso ante la Asamblea Nacional Francesa proclamaría en 1792 su posición revolucionaria: “Audacia, mas audacia y siempre audacia”. Pero, por desgracia para EEUU, el culto y bien informado presidente norteamericano pronto supo que la suerte de Monsieur Danton terminó dos años después por medio de la guillotina. Y es probable que esto hiciera pensar a nuestro presidente que la audacia es algo sobrevalorado en política; así que... ¿porque no seguir un camino centrista, ser conciliador en tono manteniendo tu agenda y, de esa forma, lograr el apoyo y la admiración de todos en Norteamérica?

Obama ha sido, y aparentemente sigue siendo, increíblemente ingenuo al pensar que el eje capitalista-militar-racista en EEUU se iba a quedar con los brazos cruzados mientras que él persistía en llegar a un acuerdo. Y, los progresistas rápidamente se dieron cuenta que, aunque la legislación fuese copiosa en el Congreso [algo contrario a la creencia publica], en sus dos temas principales – salud publica y reforma financiera – apenas pudo promulgar leyes aguadas y no las que el país necesitaba y necesita.

A final de cuentas, Obama también pasó políticamente por la guillotina dos años después de ser elegido, pero a diferencia de Danton, fue políticamente decapitado simplemente por su desacierto político, agravado por su continua capitulación al ser presionado, demostrando así su falta de coraje al tratar de defender sus asumidas convicciones progresistas... exhibiendo lo que pudiéramos llamar falta de audacia. No es milagro que una aparente mayoría de progresistas estén indignados, acusándole de venalidad y blandura hacia los enemigos del Cambio Progresista – un partido Republicano totalmente en el puño del complejo militar-industrial y otros grupos de intereses particulares. [La acusación con Danton era su venalidad y blandura hacia los enemigos de la Revolución.] Ambos abogados y políticos, Obama y Danton han recibido la misma suerte: decapitación física para el último y simbólica para el primero.

Obama tenia todas las de ganar, políticamente, cuando tomó las riendas de la nación. El país estaba en caos económico que apuntaba la culpa directamente al mal-gobernar del partido Republicano tanto en la Casa Blanca como en el Congreso. Todo lo que Obama necesitaba hacer, que informalmente fue aconsejado por muchos progresistas (incluyendo este humilde comentarista) era decir a los norteamericanos la verdad sin barnizar, los apuros por los que la nación pasaba y el largo camino de sufrimiento y dolor a recorrer antes de salir del atolladero. Y el que esa obertura se tocase una y otra vez, sin parar, por todos los oficiales del partido Demócrata, desde el nivel municipal hasta la Casa Blanca.

Sin embargo, Obama se rodeo de Clintonianos “casi-Republicanos” que hicieron el papel de quinto-columnistas para el partido Republicano. Así que Obama, siguiendo su consejo, prometió lo que no podía cumplir dando al pueblo estadounidense grandes expectativas, algo que no debiera haber hecho... en primer lugar, por ser expectativas idiótica mente optimistas, como en lo referente al desempleo; después, por ser eso una estrategia absurda y políticamente tabú en algo a corto plazo. Unes al país cuando demuestras determinación, carácter, convicción y veracidad; y no construyendo una falsa sensación de optimismo, espectáculo mas apropiado para los soñadores de Wall Street (La Bolsa).

Es de Perogrullo que una buena parte del electorado estuviese furioso cuando acudió a las urnas... quizás con buena razón; y en su furia es posible que haya votado a peores sinvergüenzas que los Tararí-Tarará que antes tenían esos escaños.

La nota mas triste en estas elecciones fue tocada por el electorado de Wisconsin cuando perpetró magnicidio político al reemplazar la voz política mas progresista del país [junto con el senador de Vermont, Bernie Sanders], Russ Feingold, con la de un millonario que gastó mas de 10 millones de dólares de su fortuna para comprar el puesto. El senador Feingold ha sido la voz de la razón, paz, temas de privacidad y reforma electoral. Feingold fue el único senador (de 100) que votó en contra del Acta de Patriotas que George W. Bush exigiera del Congreso en el 2001, y que ha terminado siendo la auto-impuesta castración de privacidad en Norteamérica.

Audacia, más audacia, y siempre audacia

Ben Tanosborn
Ben Tanosborn
miércoles, 10 de noviembre de 2010, 08:39 h (CET)
En estas últimas elecciones probablemente hemos llegado a la conclusión de que la política en EEUU está mejor representada por el estado de Wisconsin que por el estado de Vermont; y que la Izquierda no tendrá absolutamente lugar en la política de Norteamérica hasta que el país se convierta en cenizas, prendido a fuego por un sistema político de Tararí y Tarará, ambos partidos con liderazgos corruptos dispuestos tan solo a salvaguardar y mantener en el poder este sistema militar-capitalista. Para entonces nadie podrá resucitar a la nación, ni tan siquiera imponer justicia a sus incineradores.

No creo haber escuchado o leído la palabra “audacia” tan a menudo como en estos últimos días después de las elecciones. Y todas las voces parecían provenir de los poco numerosos progresistas en Norteamérica; y en todos los casos refiriéndose a Barack Obama... y su carencia de espina dorsal: falta de audacia.

¿Será posible que se le advirtiese al invertebrado Obama, cuando se le eligió para llevar la antorcha de cambio en el 2008, de ese otro “hombre de cambio” de la olvidada Revolución Francesa, aquel que llamaron Georges Jacques Danton?

Danton, a quien muchos historiadores consideran persona clave en derrocar a la monarquía y al establecimiento de la Primera Republica Francesa, en un discurso ante la Asamblea Nacional Francesa proclamaría en 1792 su posición revolucionaria: “Audacia, mas audacia y siempre audacia”. Pero, por desgracia para EEUU, el culto y bien informado presidente norteamericano pronto supo que la suerte de Monsieur Danton terminó dos años después por medio de la guillotina. Y es probable que esto hiciera pensar a nuestro presidente que la audacia es algo sobrevalorado en política; así que... ¿porque no seguir un camino centrista, ser conciliador en tono manteniendo tu agenda y, de esa forma, lograr el apoyo y la admiración de todos en Norteamérica?

Obama ha sido, y aparentemente sigue siendo, increíblemente ingenuo al pensar que el eje capitalista-militar-racista en EEUU se iba a quedar con los brazos cruzados mientras que él persistía en llegar a un acuerdo. Y, los progresistas rápidamente se dieron cuenta que, aunque la legislación fuese copiosa en el Congreso [algo contrario a la creencia publica], en sus dos temas principales – salud publica y reforma financiera – apenas pudo promulgar leyes aguadas y no las que el país necesitaba y necesita.

A final de cuentas, Obama también pasó políticamente por la guillotina dos años después de ser elegido, pero a diferencia de Danton, fue políticamente decapitado simplemente por su desacierto político, agravado por su continua capitulación al ser presionado, demostrando así su falta de coraje al tratar de defender sus asumidas convicciones progresistas... exhibiendo lo que pudiéramos llamar falta de audacia. No es milagro que una aparente mayoría de progresistas estén indignados, acusándole de venalidad y blandura hacia los enemigos del Cambio Progresista – un partido Republicano totalmente en el puño del complejo militar-industrial y otros grupos de intereses particulares. [La acusación con Danton era su venalidad y blandura hacia los enemigos de la Revolución.] Ambos abogados y políticos, Obama y Danton han recibido la misma suerte: decapitación física para el último y simbólica para el primero.

Obama tenia todas las de ganar, políticamente, cuando tomó las riendas de la nación. El país estaba en caos económico que apuntaba la culpa directamente al mal-gobernar del partido Republicano tanto en la Casa Blanca como en el Congreso. Todo lo que Obama necesitaba hacer, que informalmente fue aconsejado por muchos progresistas (incluyendo este humilde comentarista) era decir a los norteamericanos la verdad sin barnizar, los apuros por los que la nación pasaba y el largo camino de sufrimiento y dolor a recorrer antes de salir del atolladero. Y el que esa obertura se tocase una y otra vez, sin parar, por todos los oficiales del partido Demócrata, desde el nivel municipal hasta la Casa Blanca.

Sin embargo, Obama se rodeo de Clintonianos “casi-Republicanos” que hicieron el papel de quinto-columnistas para el partido Republicano. Así que Obama, siguiendo su consejo, prometió lo que no podía cumplir dando al pueblo estadounidense grandes expectativas, algo que no debiera haber hecho... en primer lugar, por ser expectativas idiótica mente optimistas, como en lo referente al desempleo; después, por ser eso una estrategia absurda y políticamente tabú en algo a corto plazo. Unes al país cuando demuestras determinación, carácter, convicción y veracidad; y no construyendo una falsa sensación de optimismo, espectáculo mas apropiado para los soñadores de Wall Street (La Bolsa).

Es de Perogrullo que una buena parte del electorado estuviese furioso cuando acudió a las urnas... quizás con buena razón; y en su furia es posible que haya votado a peores sinvergüenzas que los Tararí-Tarará que antes tenían esos escaños.

La nota mas triste en estas elecciones fue tocada por el electorado de Wisconsin cuando perpetró magnicidio político al reemplazar la voz política mas progresista del país [junto con el senador de Vermont, Bernie Sanders], Russ Feingold, con la de un millonario que gastó mas de 10 millones de dólares de su fortuna para comprar el puesto. El senador Feingold ha sido la voz de la razón, paz, temas de privacidad y reforma electoral. Feingold fue el único senador (de 100) que votó en contra del Acta de Patriotas que George W. Bush exigiera del Congreso en el 2001, y que ha terminado siendo la auto-impuesta castración de privacidad en Norteamérica.

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