Después de una decepción inesperada, tocaban unas cuantas dosis de penitencia. España se veía abocada a una recompensa menor tras su tempranero adiós a los metales, a una fase donde más que el resultado importa el orgullo. Éste se mantuvo a flote merced a la enorme calidad de Navarro, artífice de la victoria sobre una correosa Eslovenia. España jugará ahora este domingo, bien ante Argentina o Rusia, por concluir en quinto lugar su pasión turca
| FICHA TÉCNICA | 97- España: Rubio (3), Navarro (26), Fernández (16), Garbajosa (5) y Marc Gasol (5) –cinco inicial- Raúl López (-), Llull (6), Reyes (9), Mumbrú (7), San Emeterio (4), Claver (-) y Vázquez (16).
80- Eslovenia: Lakovic (19), Brezec (6), Dragic (19), Nachbar (2) y Slokar(1) -cinco inicial- Zupan (11), Becirovic (13), Slokar (1), Vidmar (2), Udrih (7) y Jagodnik(-).
Parciales: 16-23, 22-18, 26-21 y 33-16.
Árbitros: Romualdas Brazauskas (LIT), Murat Biricik (TUR) y Olegs Latisevs (LET). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la lucha por el quinto y sexto puesto del Mundial de Baloncesto de Turquía, disputado en el Sinam Erdem Dome, de Estambul.
|
DATOS DESTACABLES | El mejor: Navarro actuó como capitán y rescató a España cuando estaba cercana a ser succionada por los fantasmas de la derrota. El escolta concluyó el encuentro con 26 puntos y 7 asistencias.
La clave: El talento de determinados jugadores de España (Navarro, Vázquez, Rudy y Llull) durante el segundo tiempo fue determinante para acabar con la resistencia de los eslovenos. La defensa, cuya intensidad creció en este mismo período fue otro de los puntos clave en la victoria.
El dato:
La anotación ofensiva de España creció a medida que se fue desarrollando el encuentro hasta terminar con 33 puntos en el último cuarto, muy por encima de los 16 puntos anotados en el primero de los tiempos. Eslovenia, por el contrario, se fue desfigurando con el paso de los minutos.
|
|
Rafael Merino / Diario Siglo XXI
España contra España. Nada importaba Eslovenia, un enemigo de menor entidad. El encuentro era más complicado desde el aspecto psicológico que desde el aspecto deportivo. España no se medía a Eslovenia. España se enfrentaba a sí misma, se medía a su capacidad de reacción a una situación anómala, máxime cuando estaban centrados en colgarse una presea, objetivo frustrado en cuestión de segundos.
No es sencillo mentalizarse, ni olvidarse de los debates externos sobre el futuro de este grupo. Todo este conglomerado de tormentos tuvieron sus efectos durante los primeros dos cuartos. Eslovenia, con un acertado Lakovic, se movió a sus anchas tanto en defensa como en ataque. España estaba sin estar en la cancha.
Los desajustes defensivos y las imprecisiones en ataque fueron una constante. Se repetían una y otra vez. Ni las rotaciones aclaraban a España. Tampoco los tiempos muertos solucionaban las dudas existentes. Eslovenia, sin embargo, no fue capaz de romper el encuentro, y eso que estuvo cerca de conseguirlo en dos ocasiones: 14-23, en el primer cuarto, y 32-41, en el siguiente. Se trató de la mejor noticia para España, cuyos valores, léase Ricky, Navarro, Rudy o Gasol, languidecían de forma preocupante.
El descanso hizo ver que o se ganaba o la caída sería bastante dura. Lo comprendieron todos, especialmente Navarro. El orgullo estaba en juego. No debía dañarse. El capitán, más centrado en comparación a los primeros veinte minutos, se erigió en protagonista positivo al sumar 23 tantos de forma prácticamente consecutiva. A su espalda se vio carburar a Rduy, Vázquez y Llull. El primero, anotó en la zona; el segundo, desde el perímetro.
El círculo de mejoría leve se cerró con una mayor intensidad defensiva. España había superado sus fantasmas. El juego, sin embargo, nunca alcanzó la calificación de coral, pero, esta tarde, esta cuestión era un elemento superficial. Lo importante era vencer, mantenerse en pie, recuperarse mentalmente y aspirar al quinto puesto. Eslovenia acabó en la lona y España con su billete para esa especie de final de consolación con el quinto puesto como premio, como ya sucedió en las ediciones de 1974, 1986, 1998 y 2002.