Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Estados Unidos | Política
Los norteamericanos, tan atrevidos para algunas cosas pero tan retrógrados para otras tantas

California dreamin

|

Sorprende bastante que en el treintaiunavo estado norteamericano se vaya a dar vía libre en breve al consumo, venta y posesión de marihuana, mientras que por otra parte se mantiene inmutable la pena de muerte. Es cierto que desde enero de 2006, año en el que fue ejecutado un tal Clarence Ray Allen mediante inyección letal por el asesinato de diez compatriotas algunos años antes, el cadalso californiano permanece inactivo, pero eso no significa que en cualquier momento su maquinaria no pueda ponerse en funcionamiento.

Menuda responsabilidad la del gobernador de turno, eso es cierto. Claro que para postularse al cargo tiene uno que estar previamente dispuesto a firmar sentencias de muerte como si tal cosa, algo de lo que no todos sin duda alguna seríamos capaces. De hecho, yo no estoy siquiera de acuerdo con la pena de muerte. A mi juicio, ningún ser humano tiene derecho a quitarle la vida a otro. Y si hablamos de instituciones, todavía peor. La Justicia no puede pretender llamarse de ese modo, cuando impide a un individuo la posibilidad, por remota que esta sea, de reintegrarse con garantías a la sociedad que, por las razones que fueren, defraudaron.

Qué le costaba a Schwarzenegger, por entonces gobernador del estado, permitir a un anciano de setenta y seis años que acabase sus días en la cárcel, es lo que me pregunto. Si estando a buen recaudo como se presume que estaba no podía hacer ningún daño a nadie y, además, tendría tiempo más que de sobra como para cavilar y arrepentirse unas cuantas veces de los crímenes que le condujeron a prisión.

Soy consciente de que lo que acabo de decir no lo comparte todo el mundo, o al menos no en esos mismos términos. Algunos creen, los menos quiero pensar, que las prisiones modernas no sirven para otra cosa más que para alentar a cometer nuevas y más atroces fechorías en los condenados, pero resulta que en ningún caso fueron concebidas para tal fin sino con el ánimo de reinsertarlos. Una sociedad que abandona a su suerte a sus miembros más vulnerables, está sembrando las bases que la conducirán indefectiblemente hacia la consunción.

California dreamin

Los norteamericanos, tan atrevidos para algunas cosas pero tan retrógrados para otras tantas
Francisco J. Caparrós
martes, 3 de enero de 2017, 00:14 h (CET)
Sorprende bastante que en el treintaiunavo estado norteamericano se vaya a dar vía libre en breve al consumo, venta y posesión de marihuana, mientras que por otra parte se mantiene inmutable la pena de muerte. Es cierto que desde enero de 2006, año en el que fue ejecutado un tal Clarence Ray Allen mediante inyección letal por el asesinato de diez compatriotas algunos años antes, el cadalso californiano permanece inactivo, pero eso no significa que en cualquier momento su maquinaria no pueda ponerse en funcionamiento.

Menuda responsabilidad la del gobernador de turno, eso es cierto. Claro que para postularse al cargo tiene uno que estar previamente dispuesto a firmar sentencias de muerte como si tal cosa, algo de lo que no todos sin duda alguna seríamos capaces. De hecho, yo no estoy siquiera de acuerdo con la pena de muerte. A mi juicio, ningún ser humano tiene derecho a quitarle la vida a otro. Y si hablamos de instituciones, todavía peor. La Justicia no puede pretender llamarse de ese modo, cuando impide a un individuo la posibilidad, por remota que esta sea, de reintegrarse con garantías a la sociedad que, por las razones que fueren, defraudaron.

Qué le costaba a Schwarzenegger, por entonces gobernador del estado, permitir a un anciano de setenta y seis años que acabase sus días en la cárcel, es lo que me pregunto. Si estando a buen recaudo como se presume que estaba no podía hacer ningún daño a nadie y, además, tendría tiempo más que de sobra como para cavilar y arrepentirse unas cuantas veces de los crímenes que le condujeron a prisión.

Soy consciente de que lo que acabo de decir no lo comparte todo el mundo, o al menos no en esos mismos términos. Algunos creen, los menos quiero pensar, que las prisiones modernas no sirven para otra cosa más que para alentar a cometer nuevas y más atroces fechorías en los condenados, pero resulta que en ningún caso fueron concebidas para tal fin sino con el ánimo de reinsertarlos. Una sociedad que abandona a su suerte a sus miembros más vulnerables, está sembrando las bases que la conducirán indefectiblemente hacia la consunción.

Noticias relacionadas

Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que amenazaba seriamente su estancia en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una denuncia del seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias".

"No todo es oro lo que reluce y la investigación científica también tiene un lado oscuro. Distintas empresas encargan estudios con animales con fines lucrativos, para tratar de demostrar que su producto es mejor que la competencia. Los laboratorios buscan que se sigan financiando estudios con animales, es su manera de mantener el negocio", declara Emi Navarro, una de las personas activistas que dedica voluntariamente su tiempo a la defensa de los animales.

Como decía la zarzuela: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Lo que sabíamos ayer es totalmente obsoleto hoy. Las actuales generaciones están más preparadas de lo que los mayores podemos pensar. He descubierto que, hoy en día, los niños ayudan a hacer los deberes a los abuelos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto