Yo siempre pensé que cuando un ser vivo nace gusano, lleva una vida de gusano y tiene un final como gusano. De la misma manera, cuando un ser vivo nace cucaracha, lleva una vida de cucaracha y tiene un final de cucaracha. Pero no ocurre así con los seres humanos. Quiero decir que cuando un ser vivo nace humano, lleva una vida de humano, pero esto no determina que su final tenga que de humano porque puede acabar siendo otra cosa dependiendo de su metamorfosis Verán: imaginemos que un ser vivo nace humano y mientras transcurre su vida, triunfa como político por su poca cualificación, su bestialidad y su deshonestidad. Esto me lleva a comprobar de una manera empírica que existe una selección natural inversa. El darwinismo es un término con el que se describen las ideas de Charles Darwin, especialmente en relación con la evolución biológica por selección natural. El darwinismo no es sinónimo de evolucionismo. Las teorías darwinistas son evolucionistas, pero su aportación clave es el concepto de selección natural. Y para reafirmar la teoría que sostengo, tenemos a Óscar Puente y al hombre de Cromañón, cuyos aspectos son tan similares como dos gotas de agua. Este ejemplo, escogido al azar de entre todo el zoológico político del parlamentario español, confirma la verosimilitud de la teoría que sustento acerca de la selección natural inversa. Y en mi criterio, completa la teoría de Charles Darwin que, con todo respeto, considero incompleta…
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