Sr Director
El matrimonio, pilar natural de la familia y garantía de estabilidad social, en estos últimos tiempos se ve sustituido por relaciones inestables, rupturas y un creciente individualismo. Estos hechos están produciendo la caída de la natalidad, sin duda ligada a la falta de matrimonios estables, cosa que se está convirtiendo en un drama silencioso que amenaza el futuro de España y de gran parte del mundo occidental.
Los expertos coinciden en que el principal detonante es el declive del matrimonio como institución. En la sociedad actual, el matrimonio ha dejado de verse como un compromiso vital y se ha convertido en una opción secundaria. Esto, sumado al auge de relaciones temporales y al individualismo alentado por la cultura progresista, está erosionando la base demográfica de la cultura occidental.
La caída de la natalidad no se resolverá solo con ayudas económicas, aunque estas sean necesarias. Se trata de un cambio cultural profundo: devolver al matrimonio su papel central en la vida social y reconocer que sin familias estables no hay futuro para un país ni para una sociedad.
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