El templo no es un museo, es un lugar sagrado, es la "casa de Dios", es donde encuentras la paz, el sosiego. Esta nueva iglesia modernista, condenada por San Pío X, ha desacralizado la divina Eucaristía y han cerrado los templos. Y prohíben al católico entrar al lugar sagrado para adorar y acompañar al Señor, que está solo y abandonado. Y, para colmo de los católicos, defienden que los musulmanes puedan utilizar lugares públicos para su culto, y ellos nos cierran las iglesias. No confundan a los fieles, pues su responsabilidad es gravísima y tendrán que dar cuenta a Dios. Y quiero agradecer a mi párroco de Santa María Reparadora de Santander, pues mantiene abierto el templo todo el día. Cristo no anda con ambigüedades; si no habláis vosotros, hablarán las piedras.
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