Aún a mi pesar, podría haber señalado: Sánchez nunca tiene lapsus. Aunque el "lapsus calami-dad" le vaya mucho mejor. No es la primera vez que, trata a Cataluña como si fuese una nación y a España la borra como tal, llamando a España y Cataluña como si fuesen dos países extraordinarios.
Como español que soy, estoy hasta las trancas con estos palabros, hay una diferencia enorme. Sánchez ha rebajado a la nación española, dejándola a los pies de los caballos, dándole con una coz al sentimiento patrio de la mayoría de los españoles, dejando hablar con los dialectos del catalán, euskera y gallego, en la conferencia de presidentes.
Como andaluz, me dirijo al Sánchez con palabras y algunos parrafillos que también tenemos los andaluces.
Mire, Señor Sánchez, incluso se lo digo con una pizca de eclisáo proceder con el bajio que le han dado las presencias de esos “países extraordinarios”. Su bichear me deja como si me hubiese dado un jardalaso. Cucha carduza, has hocicao desde el primer momento de tu entrada en esa provincia catalana que, con tu proceder chuchurrio cualquier día nos dará una alferesia con el zangarreo que nos saltará cualquier día en un follero difícil de olvidar.
La vin compae, como puedes observar, aquí tenemos una jarta que, aunque parezca una chuminá, nosotros los andaluces también tenemos estos diceres. Los andaluces nos entendemos por muchas peluas que tengamos. Para terminar, cuando te veas con los Puigdemont, tus íntimos filoetarras y poco a poco la tierra del mejillón, dales un achucheo donde te plazca. El andaluz no te da la espalda, te manda al carajo, cada día que pasa estas más jartible.
Eres más pesao que un collar de melones.
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