El 25-26 de mayo Israel conmemoró el “día de Jerusalén”, pues 58 años atrás este conquistó el este de dicha ciudad. Dicho acontecimiento no fue festejado por multitudes. Solo pocos millares marcharon sobre esta. Según “Ha’Aretz”, el diario hebreo más antiguo, sus manifestantes coreaban muerte a los árabes o musulmanes, quemar aldeas palestinas o que en Gaza ya no hay escuelas o niños.
En cualquier democracia incitar al racismo o al exterminio serian penados. Sin embargo, en Israel paso lo contrario. El gobierno propone despoblar Gaza y se persigue a muchos adversarios del genocidio. Dicha marcha fue co-dirigida por los ministros Ben-Gvir (seguridad) y Smotrich (finanzas), quien propuso demoler la mezquita de Al-Aqsa (la tercera más importante del Islam) para edificar el tercer templo salomónico, algo rechazado por muchos judíos quienes aducen que ello viola la Torà o conllevaría a una guerra nuclear contra 1.900.000 musulmanes.
El Canal 14 (sintonizado medio pro-Netanyahu) constantemente reproduce opiniones de quienes demandan hambrear, expulsar o matar palestinos. Uno de ellos, Moshé Feiglin (excongresista del gobernante Likud,) sostuvo que “cada niño, cada bebé en Gaza es un enemigo. El enemigo no es Hamás” y que Gaza debe ser totalmente repoblada “sin que ningún niño permanezca allí”.
Estas declaraciones infanticidas son peores que las de Hitler durante el holocausto nazi. La Comisión de ética del Congreso israelí eximió de sancionar a Nissim Vaturi, vicepresidente de dicho parlamento, por haber tildado a los árabes de "sub-humanos" o demandar "quemar Gaza".
Hasta Trump marca distancias de Netanyahu. Esquivó a Tel-Aviv en su primer viaje al exterior (donde visito Riad, Qatar y Dubai). A sus espaldas hizo acuerdos con Yemen, Irán y Hamás. Quiere poner fin a una guerra que desestabiliza al Medio Oriente y pone en riesgo sus alianzas con petro-monarquias arábigas.
Mientras tanto, siguen los bombardeos indiscriminados contra civiles en Gaza, los cuales incentivan a que haya más resistencia armada y a que Tel-aviv se aísle internacionalmente.
Netanyahu afirma que vivar “Palestina libre” equivale a decir “Hail Hitler”. No obstante, millones de personas en todos los continentes marchan mensualmente demandando ello.
El repudio al genocidio ha hecho que simbolos palestinos sean despegados por todo el planeta, incluso en competencias deportivas. Recientemente, fue la única bandera nacional levantada por hinchas del Liverpool al campeonar en Inglaterra o del Paris Saint German al ganar la copa europea, así como por el británico-irlandés Paddy McCorry al derrotar en artes marciales mixtos a su rival israelí.
Si bien en EEUU se dieron dos aislados atentados terroristas individuales contra sionistas, todas las multitudinarias manifestaciones pro-palestinas son pacíficas e incluyen muchos judíos. La personalidad judía más votada de la historia, Claudia Sheinbaum, hizo que México tenga una embajada palestina. En las principales comunidades judeo-occidentales varios de sus líderes condenan las matanzas de Gaza.
Si el holocausto antisemita europeo de 1941-45 desencadenó una ola internacional pro-Estado hebreo, el nuevo holocausto antisemita contra descendientes árabe-hablantes de los israelitas bíblicos viene produciendo un imparable huracán pro-Estado palestino.
Según una novísima encuesta en Reino Unido, Francia, España, Alemania, Italia y Dinamarca solo el 13%-21% de los europeos occidentales tienen una opinión favorable a Israel, mientras que el 63%-70% tiene una desfavorable.
Ehud Olmert (premier israelí en 2003-2006), Matthew Miller (previo portavoz del departamento de Estado de EEUU) y otras figuras que inicialmente apuntalaron la contraofensiva bélica en Gaza, ahora reconocen que Tel-Aviv comete “crímenes de guerra”. Pedro Sánchez, presidente español, impone sanciones contra Israel caracterizándola como “Estado terrorista”.
Más del 75% de Naciones Unidas ya reconocen al Estado palestino. Francia anuncia que este mes hará ello, buscando arrastrar a Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Australia y Canadá.
Los judíos, que tanto han sufrido pogromos, masacres y expulsiones, deben solidarizarse con quienes también tienen antepasados comunes. "Tierra Santa" debe ser una democracia de paz y armonía entre todas sus etnias.
PS- Pese a que el veto norteamericano impidió pasar una resolución unánime del Consejo de Seguridad para detener guerra en Gaza, Netanyahu podría caer debido a que sus socios ultaortodoxos vetan la ley que demanda anular la excepción al servicio militar para los religiosos, algo que demanda la falta de reservistas para el ejército y la mayoría nacional.
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