La fibromialgia (FM) es una enfermedad caracterizada por dolor musculoesquelético crónico generalizado causada por una alteración en los mecanismos y las vías que transmiten el dolor desde los receptores periféricos hasta el sistema nervioso central. Se incluye dentro de los denominados “síndromes de sensibilización”. Su prevalencia en el 2,4% de los adultos en España significan más de 900.000 afectados según el estudio EPISER. "Siempre ha sido una enfermedad oculta, poco reconocida, estigmatizada por diferentes circunstancias e infravalorada por parte de las autoridades e incluso de los profesionales sanitarios, influyendo estos aspectos en una menor investigación en este campo”, indica el Dr. Josep Blanch, jefe emérito de Sección de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona.

Hoy 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia. Los especialistas indican que esta patología puede llegar a ser invalidante y afectar a la esfera biológica, psicológica y social, ocasionando un fuerte impacto en la vida diaria de las personas que padecen esta enfermedad. Y un alto gasto sanitario en el apartado de costes directos (atención médica y prescripción de medicamentos) e indirectos (absentismo laboral, pérdida de trabajo, etcétera)”.
Estos temas se abordarán esta semana en Madrid durante el 51º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología. Su carácter multidimensional hace que requiera un abordaje multicomponente y global, siendo muchas veces un reto para los profesionales, precisan los especialistas.

Tratamiento basado en 3 pilares, siendo fundamental el ejercicio (#Reumafit)
En opinión del Dr. Alegre, “el tratamiento con fármacos, la fisioterapia y las terapias psicológicas para aprender a gestionar las consecuencias de la enfermedad son las tres modalidades terapéuticas que han demostrado una eficacia mayor en el control de los síntomas de la fibromialgia. Esta combinación de terapias es la que ha logrado obtener los mejores resultados”.
El ejercicio físico terapéutico, prescrito y pautado por un profesional, es la única estrategia que goza de un consenso en todas las recomendaciones de práctica clínica. En personas con fibromialgia el ejercicio físico ayuda a disminuir el dolor y la fatiga, mejora el trastorno del sueño, la funcionalidad y el estado de ánimo. A largo plazo, “aunque no hay suficiente evidencia de los efectos que podría tener en la reducción de la sintomatología de la FM, en general, podría ayudar a reducir tanto los síntomas ansiosos como depresivos. Si bien, siempre es fundamental individualizar la práctica de ejercicio físico, en función de cada paciente y sus comorbilidades”, sostiene.
Los médicos insisten en la importancia de incorporar los hábitos saludables de vida en este segmento poblacional. Hay que mantener una alimentación sana y equilibrada, por lo que puede evolucionar mas positivamente y alcanzar un mejor pronóstico de cualquier enfermedad crónica.
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