Este miércoles, 7 de mayo de 2025, comenzará en el Vaticano uno de los procesos más enigmáticos y trascendentales de la Iglesia Católica: el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años. Con la Capilla Sixtina como escenario y bajo estrictas normas de seguridad y secreto, 133 cardenales de 70 países deliberarán hasta alcanzar un consenso sobre quién guiará a la institución. ¿Cómo funciona el cónclave?, ¿quiénes participan?, ¿quiénes son los candidatos clave y cuál el ritual que culminará con el anuncio del ‘Habemus Papam’?

Cardenales en el Vaticano - (Foto de Alessia Giuliani - IPA via ZUMA Pr - DPA)
¿Qué es el cónclave y cómo se desarrolla? El cónclave -del latín ‘cum clave’ (bajo llave)- es la reunión secreta de cardenales para elegir al nuevo pontífice. Su normativa está regulada por la constitución apostólica ‘Universi Dominici Gregis’ de Juan Pablo II, modificada por Benedicto XVI en 2007 y 2013, que establece que el proceso debe iniciarse entre 15 y 20 días después de la muerte del papa.
Quiénes votan: Solo los cardenales menores de 80 años pueden participar. De los 135 elegibles, 133 estarán presentes: Antonio Cañizares (España) y John Njue (Kenia) declinaron por motivos de salud. Entre ellos, el 80% fueron nombrados por Francisco, lo que refleja su legado reformista.
Lugar y aislamiento: La votación se realizará en la Capilla Sixtina, cerrada al público durante el proceso. Los cardenales se alojarán en la Casa Santa Marta, residencia que Francisco prefirió sobre el lujoso apartamento papal.
Ritual de inicio: El 7 de mayo, tras una misa en San Pedro, los cardenales ingresarán en procesión a la Sixtina. El maestro de ceremonias pronunciará “Extra omnes” (todos afuera), marcando el inicio del encierro.

El proceso de votación. De las papeletas a la fumata El cónclave combina tradición milenaria con protocolos precisos:
Votaciones: Cuatro escrutinios diarios (dos por la mañana y dos por la tarde). Cada cardenal escribe el nombre de su elegido en una papeleta con la frase “Eligo in Summum Pontificem”.
Mayoría requerida: Se necesitan dos tercios de los votos (89 de 133) para elegir al nuevo papa. Si tras 33 escrutinios no se alcanza esa mayoría, los cardenales pueden decidir —mediante votación— pasar a una nueva ronda entre los dos candidatos más votados. Incluso en esta fase final, se sigue exigiendo una mayoría de dos tercios para que la elección sea válida.
La fumata: Tras cada ronda de votación, las papeletas se queman en una estufa instalada en la Capilla Sixtina, junto a una segunda estufa auxiliar que contiene productos químicos. La fumata negra (que indica que no hay papa) se produce mediante una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre; la fumata blanca (que anuncia la elección del nuevo papa) se obtiene mediante una mezcla de lactosa y clorato de potasio.
Duración: ¿un cónclave rápido o prolongado? Los últimos cónclaves duraron dos días (2005 y 2013), pero este podría extenderse. La diversidad geográfica de los electores —53 europeos, 23 asiáticos, 18 africanos, 20 norteamericanos y 17 latinoamericanos— y la falta de consenso sobre el perfil ideal podrían alargar las deliberaciones. Además, la presencia de cardenales de países sin tradición en cónclaves, como Mongolia o Timor Oriental, añade incertidumbre.
Los candidatos: ¿continuidad o cambio? Aunque no hay candidatos oficiales, estos son los papables más mencionados:
Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado de Francisco y experto en diplomacia. Su perfil moderado y conocimiento de la Curia lo posicionan como favorito, aunque su falta de experiencia pastoral podría restarle apoyo.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): Prefecto de Evangelización y símbolo del crecimiento asiático de la Iglesia. Su carisma y cercanía a los fieles lo convierten en un candidato de consenso para una Iglesia más global.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años): Arzobispo de Bolonia y mediador en conflictos. Vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, representa la línea social de Francisco y podría ser el primer papa italiano en 47 años.
Fridolin Ambongo (Congo, 65 años): Arzobispo de Kinshasa y crítico de las bendiciones a parejas homosexuales. Su liderazgo en África y ortodoxia lo hacen voz del conservadurismo.
Peter Turkson (Ghana, 76 años): Ex prefecto de Desarrollo Humano y defensor de la justicia social. Su elección marcaría un hito como primer papa africano en 1.500 años.

Cardenales en el Vaticano - (Foto de Alessia Giuliani - IPA via ZUMA Pr - DPA)
Del humo blanco al ‘Habemus Papam’ Cuando la fumata blanca surja de la chimenea, decenas de miles de fieles en la plaza de San Pedro corearán al unísono. El cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunciará desde el balcón: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!”. El nuevo pontífice, ya vestido con la sotana blanca, impartirá su primera bendición ‘Urbi et Orbi’.
Un cónclave que definirá el rumbo de la Iglesia
Este cónclave no solo elegirá un papa, sino que definirá el rumbo de una Iglesia en la que conviven reformistas y tradicionalistas. Con una base electoral mayoritariamente nombrada por Francisco, es probable que su legado de inclusión y atención a los marginados perdure. Sin embargo, la sombra de desafíos como los abusos sexuales, la secularización y las tensiones doctrinales exigirán un líder capaz de unificar sin renunciar a la audacia. El mundo aguarda, entre oraciones y especulaciones, el humo que marcará el futuro de la fe católica.
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