
El brote de cólera en Sudán del Sur está alcanzando un nivel crítico, ya que afecta a más de 40.000 niños y niñas, incluidos 20.000 menores de cinco años, y pone en grave peligro a millones más. Con más de 88.000 casos y 1.500 muertes ya registradas, el brote se está extendiendo a un ritmo alarmante.
World Vision está profundamente preocupada por la propagación de esta enfermedad mortal por todo el país. La crisis es especialmente grave para la infancia, que se encuentra atrapada en una peligrosa combinación de enfermedad, hambre y desplazamiento.
Aunque el Gobierno de Sudán del Sur no ha declarado oficialmente una emergencia nacional, el acceso humanitario sigue siendo difícil en varias zonas del país. Un comunicado emitido por la Reunión Interministerial Extraordinaria sobre el Cólera advierte que la situación está llegando a una fase crítica. “No se trata solo de una crisis de salud pública, sino de una emergencia multisectorial, agravada por las inundaciones, los desplazamientos y el acceso limitado a los servicios básicos”, señala el comunicado.
El brote comenzó a finales de 2024 y ha empeorado durante la actual temporada de lluvias, afectando ahora a 55 de los 79 condados. Los estados de Equatoria Central, Alto Nilo, Warrap, Jonglei y Unity son los que más casos reportan. Los niños y niñas que viven en campamentos de desplazados superpoblados, asentamientos informales y zonas afectadas por las inundaciones corren mayor riesgo. En marzo, UNICEF informó de que un tercio de las muertes eran de niños y niñas menores de 14 años. En zonas de conflicto como Aweil, Renk, Ulang y Nasir, el acceso limitado y la deficiente vigilancia de la enfermedad hacen que la verdadera magnitud de la crisis pueda ser incluso mayor de lo que se ha informado.
“Se trata de una situación extremadamente peligrosa para la infancia”, afirma Mesfin Loha, director de World Vision en Sudán del Sur. “El cólera se está cobrando vidas jóvenes, mientras que el hambre debilita el organismo de los niños y niñas y los hace más vulnerables. Sin agua potable, alimentos y atención médica básica, están muriendo por causas evitables. Estamos profundamente preocupados por lo que nos depara el futuro”.
La crisis se ve agravada por la extrema escasez de alimentos. Las evaluaciones sobre el terreno y el último informe del IPC (Integrated Food Security) alertan de que se están produciendo condiciones catastróficas en los condados de Nasir y Ulang . Los niños y niñas menores de cinco años de estas zonas presentan niveles alarmantes de malnutrición y se prevé que el número de muertes aumente en octubre. Al mismo tiempo, estas comunidades también están luchando contra graves brotes de cólera, lo que crea una combinación mortal de amenazas.
World Vision advierte que los recortes de financiación están acabando con servicios esenciales. “Las reducciones en los programas de ayuda alimentaria y de agua, saneamiento e higiene (WASH) están dejando a la infancia aún más vulnerable. Los niños y niñas desnutridos son incapaces de combatir infecciones como el cólera, y la falta de agua potable está alimentando la propagación de la enfermedad”, afirma Mesfin Loha.
A pesar de los recursos limitados, World Vision ha puesto en marcha una respuesta al brote de cólera. “Hemos desarrollado una respuesta de emergencia de seis meses destinada a llegar a 500.000 personas en las zonas más afectadas para prestar asistencia sanitaria urgente, apoyo WASH, así como gestión de casos, defensa y comunicación de riesgos. Sin embargo, esta iniciativa sigue estando peligrosamente infrafinanciada”, añade Mesfin Loha.
Se ha lanzado un llamamiento urgente para recaudar 500.000 dólares adicionales con el fin de ampliar la respuesta. Esta financiación permitiría a World Vision ampliar los servicios de agua, saneamiento e higiene, reforzar los sistemas sanitarios locales, proporcionar ayuda alimentaria y protección infantil, y abogar por la seguridad y la supervivencia de los niños y niñas más vulnerables de Sudán del Sur.
World Vision hace un llamamiento a los donantes, los gobiernos y los socios humanitarios para que actúen ahora, antes de que sea demasiado tarde. Una acción rápida y decisiva no solo es urgente, sino que es un imperativo moral. Millones de vidas infantiles penden de un hilo.
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