Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Relato | relato corto | relato breve | Narración
Relato corto: Pompona y Simón

​La mejor historia de amor

|

Nunca vi un amor tan grande ni en hombres ni otros habitantes. Pompona y Simón se amaron y uno sin el otro no vivió. Juntos deben estar siempre porque no hubo mayor amor que el suyo, aunque desearía que hubiese muchos más.


Y que Dios perdone nuestros pecados y arrogancias para permitirnos, al menos, volver a verlos.


Los volvería a contemplar millones de veces, sin cansarme, sorprendida y aprendiendo siempre. Nadie ha podido enseñarme nunca tanto de amor. Ni Dios, ni Jesús ni los Santos.


CYMERA 20220516 165721

​La mejor historia de amor

Relato corto: Pompona y Simón
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
martes, 19 de diciembre de 2023, 10:57 h (CET)

Nunca vi un amor tan grande ni en hombres ni otros habitantes. Pompona y Simón se amaron y uno sin el otro no vivió. Juntos deben estar siempre porque no hubo mayor amor que el suyo, aunque desearía que hubiese muchos más.


Y que Dios perdone nuestros pecados y arrogancias para permitirnos, al menos, volver a verlos.


Los volvería a contemplar millones de veces, sin cansarme, sorprendida y aprendiendo siempre. Nadie ha podido enseñarme nunca tanto de amor. Ni Dios, ni Jesús ni los Santos.


CYMERA 20220516 165721

Noticias relacionadas

En una casona antigua y desolada, en el centro de la sala se encontraba un espejo de un metro de alto y cincuenta centímetros de ancho, montado y sostenido por una linda mesita antigua. En él convergían las articulaciones de todos los espacios.

Cuenta Irene Vallejo que San Agustín se quedó absolutamente perplejo al ver al obispo de Milán leyendo para sí mismo, al ver cómo “sus ojos transitaban por las páginas, pero su lengua callaba”. La anécdota la usa la escritora —siempre elegante, delicada y tensa— para argumentar que, hasta bien entrada la Edad Media, la lectura se hacía solo en voz alta, de ahí la extrañeza del filósofo, que veía, por primera vez, un lector tal como nosotros lo imaginamos.

Me veo en el espejo y veo el tiempo, que en el silencio, ya no muere. Mi rostro lleno de quebrantos, arrugas en mis ojos, en mis labios.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto