El Gobierno Francés se ha revelado incapaz de llegar a acuerdos, de acercar posiciones y de buscar el apoyo de los sindicatos. Los Republicanos, un partido que aspira a ser alternativa de gobierno, han caído en guerras internas y demostrado escasa altura de miras ante una reforma que, con realismo y previsión de futuro, plantea la prórroga de la edad de jubilación hasta los 64 años.
Si los Republicanos y el partido de Macron creen que el extremismo debe ser neutralizado, deberían actuar de manera responsable y realista para acometer reformas profundas en una situación crítica como la que Francia vive.
|