¡Qué euforia, que fiesta hicieron las huestes infernales, por fin le habían matado! Y estaba muerto y bien muerto clavado en la Cruz; ya no les pondría en evidencia, ni anularía su poder maléfico, ahora sí que podían influir en el mundo y ser su dueño y señor. Pero fracasó su plan, como había anunciado al tercer día resucitó, y el poder maléfico y la muerte quedaron vencidos.
Ahora, en estos tiempos que nos ha tocado vivir, con una intervención diabólica camuflada ofreciendo la libertad a la persona humana, y esto no admite dudas, se estableció un estado laico, y no solamente en España, en las naciones en las cuales se ha establecido este plan diabólico, todo se ha destruido, el caos impera en todas las naciones. Pero Cristo Resucitó y VIVE, y no ocurre nada que El no quiera o permita. Es una prueba para purificar a sus elegidos como el oro en el crisol, para que brillen como estrellas en la nueva era que se acerca. CRISTO VIVE Y PONDRA A LAS NACIONES COMO ESTRADO DE SUS PIES.