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Estoy harto de mandatos,
de este maldito Gobierno,
que nos conduce al averno
por una o por otra causa,
siempre con prisa y sin pausa
y encima con acritud.
Tan belicosa actitud
me ha vuelto más exigente
y más duro y renuente
ante tanta ilicitud.
Hoy me quiero desquitar,
de tantos decretos leyes,
pongo el carro ante los bueyes
para hacer a mi manera,
la obligación torticera
que es el cambio de la hora.
Lo acabo de hacer ahora
a las ocho de la tarde
que Dios a todos os guarde.
¡La calma en mi alma mora!
Normalmente, las historias de superación personal tienen un tono muy distinto, pero la de Carles Cañizares, escrita por Javier Iglesias, 'Charly. El precio de un error', es toda una lección de vida. Y lo es porque precisamente no lo pretende. Simplemente, expone las vivencias de alguien que tuvo que convivir desde muy pequeño con un «compañero de viaje» que no había elegido, que vivió en una burbuja mucho tiempo y que fue descubriendo el mundo a través de su mirada inocente.
Tengo claro que en gran medida no somos lo que verdaderamente somos o fuimos, sino lo que reconstruimos con pasajes de la realidad. Reconstruimos el presente y también el pasado. Lo más seguro es que también el futuro será una reconstrucción de piezas sueltas, aunque cuando es presente se trata de una realidad holística imposible de registrar a plenitud.
Hermanas gemelas, con igual destino, una es la paciencia la otra el desatino.
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