La profundidad del océano es una diversidad de antologías mostrando su rostro, cuerpo, ojos sus encantos, artísticos, miles tras miles de melodías musicales, ahí gobierna el silencio, la paz, tranquilidad, y la luz apenas te toca, ahí nos convertimos en pez.. Los peces y/o animales marinos tienen su propia habitad, sus médicos o curanderos, su propia medicina, sus hospitales, casas, amistades sus comidas, sus propias leyes, no tienen necesidad de nada, y son su propia familia, es un mundo que este mundo desconoce, tiene espíritu, alma y cuerpo en Jesucristo por la Creación, gracias a la sanidad del alma, espíritu, cuerpo, y vida eterna habla, murmura y, va dejando su vieja historia, jamás envejece, ni muere, es una larga e interminable Novela, Pohesía, u cualquier otra Arte Cultural; se desnuda, demuestre quien es, no es la máscara de la muerte, es la vida que no se le ha puesto mente, e invita, abre sus puertas, ventanas, pasillo como un hogar íntimo para llenar la vida que se inflama como una atadura. y se lanza como un caballo de Troya en acción y pensamiento. El océano, mar no es envidioso, egoísta, todo lo favorece, es más que una virtud aunque sea de noche o de día. Es 1, 2, 3, 4, 5 estación infinita a diferencia de acá, ¿de qué le vale al hombre grajear los tesoros del mundo y perdiere su alma? Es mejor tener los pies, mente, sentimiento, alma del océano – mar porque es un gigante con huellas, y signo de paz, no es intruso (a) que desemboca como un valiente que vence al mejor. Debería hacérsele reverencia de hinojos y pedirle perdón y disculpa como signo de humildad…!!!
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