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De momento no se vislumbra que vaya a finalizar la huelga de Letrados de la Administración de Justicia iniciada el 24 de enero. El incumplimiento ministerial de los acuerdos suscritos entre las asociaciones profesionales de estos funcionarios judiciales y el Ministerio de Justicia ha conducido a esta lamentable situación, a la que se suman las descalificaciones de Tontxu Rodríguez, Secretario de Estado de Justicia. La pasividad de la Sra. Ministra de Justicia durante estos días es incomprensible.
Resulta deseable que está huelga finalice cuanto antes, y que se alcance por ambas partes un mínimo punto de acuerdo. Pero no veo ninguna prisa por parte del Ministerio de Justicia en arreglar el conflicto, máxime viendo que un cargo menor de dicho Ministerio ha convocado la semana pasada una reunión con los Secretarios de Gobierno que no va a tener lugar hasta el miércoles 8 de febrero, desconociéndose de qué va a tratar. Pero al comité de huelga a estas alturas todavía no han convocado. Y mientras tanto, muchos ciudadanos y profesionales son los perjudicados por esta lentitud.
En esto del habla, decirnos cosas, comunicarnos y entendernos o no; la disparidad irrumpe arrolladora con un rico muestrario. Las ideas, intenciones y palabras, generan un galimatías de gran magnitud. Si comienza la gallina y vienen detrás los huevos, o bien sucede al revés, sigue haciendo brotar incontables incógnitas.
Dice mi amigo Carlos Sánchez Mato, camarada en la lucha -él desde IU y yo desde Podemos-, que más que sumar, hay que multiplicar. Para sumar de verdad, es imprescindible: que esté Podemos; que no falten ni Izquierda Unida ni los Comunes; que formen parte Alianza Verde, Equo, Más País, Compromís y Anticapitalistas; y que, además, no aparquemos la ambición de convencer a las fuerzas políticas que legítimamente aspiran a la independencia de sus naciones.
En Asturias la situación de la sanidad pública es muy alarmante, porque faltan médicos de atención primaria. También es algo que es verificable, ya que existen pocos médicos especialistas para la cantidad de pacientes que tienen que ser atendidos, de forma eficiente y rápida. En la sanidad privada la atención médica es mucho más rápida y ofrece la realización de más pruebas diagnósticas de alto nivel, con lo que la calidad de la misma es superior.
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