Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
19º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director
Josefa Romo

Sobre la obligación de proteger a los niños

|

Los niños son lo más valioso de la sociedad, y la esperanza del futuro. No son propiedad de sus padres; pero sí, su responsabilidad.  La función del Estado es sólo subsidiaria, y el interés de gobernantes de aniquilar la patria  potestad es abuso de poder y exponente de totalitarismo. 


Los niños son personas en etapa desarrollo, inmaduras en todos los órdenes. Por su fragilidad física y psicológica; por su ignorancia e ingenuidad; por la volatilidad de su voluntad, orientada al capricho más que a sus necesidades y conveniencias; por su inexperiencia;  por los peligros que corren -también, a nivel moral-, los padres tienen el deber de enseñarles, educarlos, advertirles y protegerlos. Es responsabilidad de los padres, conocer los riesgos a los que se exponen sus hijos, no sólo para su integridad física, expuestos, como están, también, a heridas emocionales y morales por parte de  depredadores sexuales y de empresas sin escrúpulos, creadoras de adicciones que esclavizan y envilecen a niños y adolescentes.


Hoy, el enemigo se cuela en el hogar: la puerta está entreabierta, o abierta de par en par: no pocos padres la franquean. Me refiero al uso indebido y abusivo del móvil conectado a Intenet. Sí, los niños y adolescentes tienen a su disposición un material que, si bien es dañino e inapropiado para todos, especialmente lo es para niños y adolescentes. Por ignorancia, comodidad y, sobre todo, por irresponsabilidad, muchos padres no regulan el uso horario y los contenidos de aprendizaje y entretenimiento de sus hijos. Si a esto se une la desaprensión de gobernantes empeñados en cambiar los principios de nuestra civilización, el mal está servido. Ilustrativo y nada extraño, el ejemplo de jefes y empleados de la industria tecnológica que llevan a sus hijos a colegios en donde el uso del móvil está prohibido.

Sobre la obligación de proteger a los niños

Josefa Romo
Lectores
martes, 31 de enero de 2023, 09:01 h (CET)

Los niños son lo más valioso de la sociedad, y la esperanza del futuro. No son propiedad de sus padres; pero sí, su responsabilidad.  La función del Estado es sólo subsidiaria, y el interés de gobernantes de aniquilar la patria  potestad es abuso de poder y exponente de totalitarismo. 


Los niños son personas en etapa desarrollo, inmaduras en todos los órdenes. Por su fragilidad física y psicológica; por su ignorancia e ingenuidad; por la volatilidad de su voluntad, orientada al capricho más que a sus necesidades y conveniencias; por su inexperiencia;  por los peligros que corren -también, a nivel moral-, los padres tienen el deber de enseñarles, educarlos, advertirles y protegerlos. Es responsabilidad de los padres, conocer los riesgos a los que se exponen sus hijos, no sólo para su integridad física, expuestos, como están, también, a heridas emocionales y morales por parte de  depredadores sexuales y de empresas sin escrúpulos, creadoras de adicciones que esclavizan y envilecen a niños y adolescentes.


Hoy, el enemigo se cuela en el hogar: la puerta está entreabierta, o abierta de par en par: no pocos padres la franquean. Me refiero al uso indebido y abusivo del móvil conectado a Intenet. Sí, los niños y adolescentes tienen a su disposición un material que, si bien es dañino e inapropiado para todos, especialmente lo es para niños y adolescentes. Por ignorancia, comodidad y, sobre todo, por irresponsabilidad, muchos padres no regulan el uso horario y los contenidos de aprendizaje y entretenimiento de sus hijos. Si a esto se une la desaprensión de gobernantes empeñados en cambiar los principios de nuestra civilización, el mal está servido. Ilustrativo y nada extraño, el ejemplo de jefes y empleados de la industria tecnológica que llevan a sus hijos a colegios en donde el uso del móvil está prohibido.

Noticias relacionadas

El recuerdo se vuelca como una mezcolanza de diversidad humana cubierta de una lírica tan profunda como la marginación de la entonces tierra de nadie. Las burbujas eran tan profusas como la necesidad de sobrevivir de todos y cada uno de nosotros.

No hay duda de que don Tomás Díaz Ayuso tiene una oportunidad única para hacer que se rasquen los bolsillos cuantos miserables han colgado la lona con su imagen, dado que han incurrido en calumnias e injurias, a sabiendas de que los tribunales le exoneraron de todo lo que se le acusa.

Tenemos una anomalía grave en nuestro país. Tenemos una clase dominante en España, que ya no es española, es una oligarquía extranjera -sus beneficios dependen de su entrega al gran capital extranjero- a la que ya podemos llamar USAnder y no Santander, USAdrola y no Iberdrola, USAvial y no Ferrovial, y así sucesivamente. Y de la industria española, ¿qué? Veamos un ejemplo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Código Bonus México  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto