Inútil. Tengo la impresión de que esto es, básicamente, inútil. El ambiente consumista es algo tan impregnado en la sociedad capitalista nuestra que cambiar, por ejemplo, la mentalidad de la fiesta de Reyes, para volver a como era hace treinta o cuarenta años es esfuerzo inservible.
“Los hijos se ‘percataban también’, por supuesto, de que los padres ‘hacían enormes renuncias’ por su bien y ‘trataban de estar a la altura’. y precisamente gracias a ello, en un clima de gran sencillez ‘había lugar también para mucha alegría y, cómo no, para el amor mutuo’. En último término, la situación tuvo la ventaja de que ‘éramos capaces de alegrarnos por las cosas más pequeñas’. Y justo eso es algo que ‘no se puede vivir cuando se es rico’”[1].
La cuestión pendiente es, cuántos padres se preocupan de formar a sus hijos en el desprendimiento de las cosas materiales. ¿Es inútil que se recuerden estas cosas? Con una familia que me diera la razón leyendo esto ya merecería la pena haberlo escrito.
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