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Venancio Rodríguez Sanz​

La más triste es la de España

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Hay equipos de futbol tan malos que, si jugaran contra sí mismos, perderían, y no miro a nadie...  Aunque esto es mala cosa, no tiene gran trascendencia pues solo perjudican a sus bolsillos y como mucho, atizan la vergüenza de sus seguidores. Lo realmente malo es un estúpido con poder. Sobre todo, cuando este engreído bobo se rodea de gente sin escrúpulos, sin dignidad… ¿Saben por dónde voy? 


Hoy leí en la prensa el encabezamiento de una noticia que decía: “Los expertos aconsejan que las denuncias por violencia machista sean más precisas para evitar impunidad”. Y mientras deglutía el cuerpo en descomposición de la noticia, a mi mente acudían recuerdos sobre la repugnante ley del “solo sí es si” de Irene Montero. Y cuando terminé de engullir aquel cadáver putrefacto, sentí ganas de vomitar y como en una bolsa, me puse a escribir para arrojar sobre el papel todo mi asco. Pienso yo que de ahí vendrá el hedor que desprenden los efluvios de mis palabras ¿lo siente? 


Tengo que decir que no estoy ni estaré jamás afiliado a ningún partido. Que me pudren los chulos, los cobardes, los imbéciles con poder. Tengo que decir que estoy harto. Estoy cansado” de todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España, porque termina mal. Como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios, decidiese encargarles el gobierno y la administración de su pobreza”.

La más triste es la de España

Venancio Rodríguez Sanz​
Lectores
martes, 10 de enero de 2023, 08:56 h (CET)

Hay equipos de futbol tan malos que, si jugaran contra sí mismos, perderían, y no miro a nadie...  Aunque esto es mala cosa, no tiene gran trascendencia pues solo perjudican a sus bolsillos y como mucho, atizan la vergüenza de sus seguidores. Lo realmente malo es un estúpido con poder. Sobre todo, cuando este engreído bobo se rodea de gente sin escrúpulos, sin dignidad… ¿Saben por dónde voy? 


Hoy leí en la prensa el encabezamiento de una noticia que decía: “Los expertos aconsejan que las denuncias por violencia machista sean más precisas para evitar impunidad”. Y mientras deglutía el cuerpo en descomposición de la noticia, a mi mente acudían recuerdos sobre la repugnante ley del “solo sí es si” de Irene Montero. Y cuando terminé de engullir aquel cadáver putrefacto, sentí ganas de vomitar y como en una bolsa, me puse a escribir para arrojar sobre el papel todo mi asco. Pienso yo que de ahí vendrá el hedor que desprenden los efluvios de mis palabras ¿lo siente? 


Tengo que decir que no estoy ni estaré jamás afiliado a ningún partido. Que me pudren los chulos, los cobardes, los imbéciles con poder. Tengo que decir que estoy harto. Estoy cansado” de todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España, porque termina mal. Como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios, decidiese encargarles el gobierno y la administración de su pobreza”.

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