Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Pedro Sánchez | Historia | Narcisismo | Declaraciones
Los narcisistas no escuchan a los demás porque no les importa nada

Nerón también pasó a la Historia

|

“Una de las cosas por las que pasaré a la Historia es por haber exhumado al dictador de un gran monumento como el que construyó en el Valle de los Caídos”, ha asegurado Pedro Sánchez durante su participación en un homenaje a la escritora Almudena Grandes.


No he conocido nunca a ningún líder político nacional o internacional que se haya  atrevido a pronunciarse públicamente con este sorprendente grado de autoalabanza personal. “El patrón de conducta se vertebra sobre la impresión de grandeza suprema de su persona y la necesidad de reconocimiento por parte de la gente del entorno. Hay en él presunción, engreimiento, soberbia descomunal y fatua, jactancia y petulancia”Esta descripción que tan acertadamente hace el prestigioso psiquiatra Enrique Rojas sobre un narcisista, define a la perfección la personalidad de quien hoy preside el gobierno de España.


En el propio diario El Paísel psicólogo sanitario José Elías Fernández en un reportaje del año 2018  afirmaba que  “el mundo de los narcisistas es pequeño, se limita a los que ellos piensan y hacen, en su cabeza solo caben ecos de sus propios pensamientos. No escuchan a los demás porque no les importa nada”.Es decir que tienen la misma capacidad de escuchar que las piedras.  La coincidencia de ambos profesionales, no ofrece dudas sobre el personaje.


Si todo se quedara en rasgos más o menos acusados de un gobernante al uso, su paso por el gobierno de la nación se recordaría precisamente por todo lo contrario de su casi enfermiza autocomplacencia y caería en el olvido. Pero desgraciadamente no va a ser así. Pasará a la historia como pasó Nerón, que quemó Roma y culpó a los cristianos mientras tocaba la lira y era aplaudido por sus serviles pelotas y súbditos romanos.


Pero entre todos los incendios que está propagando Pedro Sánchez en la sociedad española, el más alarmante es el que está calcinando la libertad. El descubrimiento de tener a 47 millones de españoles enclaustrados en sus hogares a causa de la pandemia excitó su espíritu totalitario y a partir de ese momento utilizó el gobierno, el parlamento y las principales instituciones del Estado para demoler todo el modelo constitucional que los españoles nos habíamos dado en 1978 en aras a garantizar nuestras libertades.


Asaltar el Tribunal Constitucional y expulsar de la tribuna de oradores a una diputada, como recientemente ha ocurrido en el Congreso, es el signo más evidente de la deriva dictatorial del nuevo régimen. Al secuestrar el templo de la palabra e intentar someter al guardián de las libertades, no hace más  que reeditarse en el dictador de quien se ha ufanado haber desenterrado. “La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, un estado semejante no puede durar mucho tiempo”,  (Winston Churchill)

Nerón también pasó a la Historia

Los narcisistas no escuchan a los demás porque no les importa nada
Jorge Hernández Mollar
sábado, 3 de diciembre de 2022, 11:09 h (CET)

“Una de las cosas por las que pasaré a la Historia es por haber exhumado al dictador de un gran monumento como el que construyó en el Valle de los Caídos”, ha asegurado Pedro Sánchez durante su participación en un homenaje a la escritora Almudena Grandes.


No he conocido nunca a ningún líder político nacional o internacional que se haya  atrevido a pronunciarse públicamente con este sorprendente grado de autoalabanza personal. “El patrón de conducta se vertebra sobre la impresión de grandeza suprema de su persona y la necesidad de reconocimiento por parte de la gente del entorno. Hay en él presunción, engreimiento, soberbia descomunal y fatua, jactancia y petulancia”Esta descripción que tan acertadamente hace el prestigioso psiquiatra Enrique Rojas sobre un narcisista, define a la perfección la personalidad de quien hoy preside el gobierno de España.


En el propio diario El Paísel psicólogo sanitario José Elías Fernández en un reportaje del año 2018  afirmaba que  “el mundo de los narcisistas es pequeño, se limita a los que ellos piensan y hacen, en su cabeza solo caben ecos de sus propios pensamientos. No escuchan a los demás porque no les importa nada”.Es decir que tienen la misma capacidad de escuchar que las piedras.  La coincidencia de ambos profesionales, no ofrece dudas sobre el personaje.


Si todo se quedara en rasgos más o menos acusados de un gobernante al uso, su paso por el gobierno de la nación se recordaría precisamente por todo lo contrario de su casi enfermiza autocomplacencia y caería en el olvido. Pero desgraciadamente no va a ser así. Pasará a la historia como pasó Nerón, que quemó Roma y culpó a los cristianos mientras tocaba la lira y era aplaudido por sus serviles pelotas y súbditos romanos.


Pero entre todos los incendios que está propagando Pedro Sánchez en la sociedad española, el más alarmante es el que está calcinando la libertad. El descubrimiento de tener a 47 millones de españoles enclaustrados en sus hogares a causa de la pandemia excitó su espíritu totalitario y a partir de ese momento utilizó el gobierno, el parlamento y las principales instituciones del Estado para demoler todo el modelo constitucional que los españoles nos habíamos dado en 1978 en aras a garantizar nuestras libertades.


Asaltar el Tribunal Constitucional y expulsar de la tribuna de oradores a una diputada, como recientemente ha ocurrido en el Congreso, es el signo más evidente de la deriva dictatorial del nuevo régimen. Al secuestrar el templo de la palabra e intentar someter al guardián de las libertades, no hace más  que reeditarse en el dictador de quien se ha ufanado haber desenterrado. “La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, un estado semejante no puede durar mucho tiempo”,  (Winston Churchill)

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto