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El aparecido
Se corrió la noticia que el escritor del pueblo había fallecido. La gente comentaba en los barrios, cuál había sido la causa de la muerte, y nadie se podía contestar. Y cuando desapareció el atardecer, aproximadamente a las siete de la noche, un grupo de amigos del escritor fue a su casa para darle las condolencias a su anciana madre y cuando estuvieron con ella le preguntaron.
- ¿Cuál fue la causa de la muerte de su hijo?
- Fue que inesperadamente recibió el silencio del tiempo porque sus obras todavía no han sido publicadas. Es cierto que está muerto pero no sepultado, replicó la anciana madre.
En ese momento con un andar pausado desde sus aposentos apareció el escritor y los saludó muy afectivamente.
CON SANGRE
El reloj tiempo se ha esmerado en actuar en algunos casos a favor y otros en contra de las personas nobles. Pero qué pasó. Fue condenado a muerte, recibe la cruz. Cae por primera vez. Encuentra a su madre. Cirineo, ayuda. Impresión de la Santa faz. Cae por segunda vez. Consuela a las mujeres. Cae por tercera vez. Es desnudado. Clavado, muere y bajado, y puesto en su Santo lugar. Ese fue y es el destino del mundo del cual nos servimos, acabar con lo bueno a cambio de lo protervo, que ironía de la vida, ¡verdad!, le expresó Zoraida a Zaida.
- Quiere decir que aquí en la tierra somos CRISTO SIN CRUZ, le inquirió Zaida a Zoraida.
- Pues claro, acaso no vez que, está vida está repleta de sufrimientos que nunca acaban, y estamos como condenados a cargar esa cruz simbólica, en este caso es el sufrimiento por la vida y sus quehaceres, replicó Zoraida.
- Que dilema de la vida al unísono gesticularon ambas amigas.
En el mundo de la Cultura de las Artes así actúan muchos, sin sustento de base. Anochecía cuando llegó el tren, empero, el tren pudo haber llegado mucho antes. La verdad era que se había retrasado horas y aún no se sabía por qué. Era una conversación frívola, con intercambio de chismes sobre amistades del vecindario.
En su nuevo libro, el reputado economista Juan Torres López los analiza como expresiones de una crisis del capitalismo neoliberal que, ante la desorientación y la impotencia de la izquierda contemporánea, choca con la democracia y alimenta el auge de la extrema derecha.
A Mercedes Isabel: A mi edad, me pregunto, sin pretender escribir los versos mas triste esta tarde. Como olvidarte, flor de mi vida. Desventurado sería, no haberte tenido.
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