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Etiquetas | La tronera | Gobierno de España | Pedro Sánchez | Unidas Podemos | Energía | Gas | Nuclear
Todos los integrantes del Gobierno «Frankenstein» han votado en contra de la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y las centrales nucleares como parte de la «taxonomía verde»

Gobierno socialcomunista a la deriva

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Dudo de la existencia de un Plan energético serio y riguroso en el Gobierno socialcomunista. Esta gente se mueve por impulsos o empujones, aunque la ministra de Transición Ecológica más parece avanzar a puntapiés, mientras las comunistas podemitas ni siquiera se mueven. Dentro del Gobierno «Frankenstein» hay ministras y ministros que van «a caballo y gruñen»: a pesar de obtener muchos beneficios, los estiman en poco. Cualquier día verán «acabar el aceite». Al tiempo.


Lo del continuo crecimiento del gas ya huele y es debido a que algo se está haciendo mal: las destrozadas relaciones de Sánchez con Argelia y la subida de este tipo de combustible, algo de lo que se está beneficiando Francia. El país galo nunca agradecerá lo suficiente a España las reiteradas incongruencias del presidente «okupa», que no es otro que el «cum fraude» Sánchez.


Las ocurrencias de los asesores de Sánchez son para chiste o meme de ocasión. Lo más riguroso que se les ocurre es la recomendación de la bicicleta; la estupidez de incitar a hacer uso de la electricidad durante la madrugada; desplazarse en patinete al lugar de trabajo o poner topes al recibo de la luz, pero a cargo del usuario. Lo raro es que no hayan recomendado volver al burro como medio de desplazamiento habitual y placentero. Eso sí, las «chimichurris» de Podemos, instaladas en el inservible y nauseabundo Ministerio de IGUAL-DA, no dudan en ir a EE.UU. en el Falcon, con lo que destrozan todos sus postulados ecológicos, a la vez que disfrutan de la casta que ya son.


La reventa de gas argelino a Marruecos, obtenido a precio de oro, es una forma de poner las bases a la infraestructura de la que carece el país alauita. La explicación parece que está en el chantaje de Mohamed VI a Pedro Sánchez, sujeta en las presuntas e ilegales fechorías de la «melocotona» de Moncloa y en las rancias descargas del móvil del heredero de Playbol, SL. Para más «inri», todos los integrantes del Gobierno «Frankenstein» han votado en contra de la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y las centrales nucleares como parte de la «taxonomía verde».


El ridículo voto de varias formaciones españolas va a perjudicar considerablemente a España, quien, por desgracia de la funesta izquierda, hace tiempo que se adelantó al desmantelamiento de las centrales nucleares. La izquierda y la extrema izquierda tienen la rara habilidad de ponerse de culo y cuesta arriba cuando hay que subir cuestas, con lo que siempre se retrocede con ellos en los gobiernos sociocomunistas. Son muy dados a adornarse con plumas del pavo real (apropiarse del mérito de otros) pero no ceden a sus cavernarias convicciones, aunque se hunda el cielo. Incluso cacarean como una gallina cada lunes y cada martes.


Quiera, o no, nuestro desvergonzado Gobierno está en deuda con la Comisión Europea. El gas y las nucleares ya son «verdes». La desorientación del ecologismo español sigue empobreciendo España, como también lo hacen los proyectos de eliminar por completo las centrales nucleares existentes. Encarecer y entorpecer son dos verbos que nunca ha sabido conjugar este Gobierno de «esclavos» parasitarios. El ridículo de la ministra, Teresa Ribera, ya es insostenible, igual que insostenible es su permanencia en el Ejecutivo.


El edificio ecologista ya se ha resquebrajado por todos lados. Hay un camino firme que pasa por la rebaja de sueldos de políticos, eliminación de gastos en chiringuitos inservibles, reducción al 40% del número de diputados y senadores, así como en CC.AA., reajuste de proyectos europeos, reducción del Ejecutivo, reducción de hasta un 60% de las subvenciones y gastos a sindicatos  de clase o eliminación de organismos duplicados y hasta triplicados.


Si Rodríguez Zapatero nos ridiculizó en todo el mundo, el negro e inservible «vencejo» que ahora tenemos como presidente se va a llevar todos los honores de haber destrozado el país con la ayuda de otros incendiarios: proterroristas, nacionalistas, golpistas, independentistas y comunistas.

Sánchez ya es un destrozo para España y un despojo político (von der Leyen dixit), lo mismo que vienen siéndolo los dos gobiernos de «comandita». Expertos en meterse en camisas de once varas, no dudan en comportarse como canarios de alcoba cuando los pillan en algún renuncio.

Gobierno socialcomunista a la deriva

Todos los integrantes del Gobierno «Frankenstein» han votado en contra de la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y las centrales nucleares como parte de la «taxonomía verde»
Jesús  Salamanca
jueves, 7 de julio de 2022, 11:58 h (CET)

Dudo de la existencia de un Plan energético serio y riguroso en el Gobierno socialcomunista. Esta gente se mueve por impulsos o empujones, aunque la ministra de Transición Ecológica más parece avanzar a puntapiés, mientras las comunistas podemitas ni siquiera se mueven. Dentro del Gobierno «Frankenstein» hay ministras y ministros que van «a caballo y gruñen»: a pesar de obtener muchos beneficios, los estiman en poco. Cualquier día verán «acabar el aceite». Al tiempo.


Lo del continuo crecimiento del gas ya huele y es debido a que algo se está haciendo mal: las destrozadas relaciones de Sánchez con Argelia y la subida de este tipo de combustible, algo de lo que se está beneficiando Francia. El país galo nunca agradecerá lo suficiente a España las reiteradas incongruencias del presidente «okupa», que no es otro que el «cum fraude» Sánchez.


Las ocurrencias de los asesores de Sánchez son para chiste o meme de ocasión. Lo más riguroso que se les ocurre es la recomendación de la bicicleta; la estupidez de incitar a hacer uso de la electricidad durante la madrugada; desplazarse en patinete al lugar de trabajo o poner topes al recibo de la luz, pero a cargo del usuario. Lo raro es que no hayan recomendado volver al burro como medio de desplazamiento habitual y placentero. Eso sí, las «chimichurris» de Podemos, instaladas en el inservible y nauseabundo Ministerio de IGUAL-DA, no dudan en ir a EE.UU. en el Falcon, con lo que destrozan todos sus postulados ecológicos, a la vez que disfrutan de la casta que ya son.


La reventa de gas argelino a Marruecos, obtenido a precio de oro, es una forma de poner las bases a la infraestructura de la que carece el país alauita. La explicación parece que está en el chantaje de Mohamed VI a Pedro Sánchez, sujeta en las presuntas e ilegales fechorías de la «melocotona» de Moncloa y en las rancias descargas del móvil del heredero de Playbol, SL. Para más «inri», todos los integrantes del Gobierno «Frankenstein» han votado en contra de la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y las centrales nucleares como parte de la «taxonomía verde».


El ridículo voto de varias formaciones españolas va a perjudicar considerablemente a España, quien, por desgracia de la funesta izquierda, hace tiempo que se adelantó al desmantelamiento de las centrales nucleares. La izquierda y la extrema izquierda tienen la rara habilidad de ponerse de culo y cuesta arriba cuando hay que subir cuestas, con lo que siempre se retrocede con ellos en los gobiernos sociocomunistas. Son muy dados a adornarse con plumas del pavo real (apropiarse del mérito de otros) pero no ceden a sus cavernarias convicciones, aunque se hunda el cielo. Incluso cacarean como una gallina cada lunes y cada martes.


Quiera, o no, nuestro desvergonzado Gobierno está en deuda con la Comisión Europea. El gas y las nucleares ya son «verdes». La desorientación del ecologismo español sigue empobreciendo España, como también lo hacen los proyectos de eliminar por completo las centrales nucleares existentes. Encarecer y entorpecer son dos verbos que nunca ha sabido conjugar este Gobierno de «esclavos» parasitarios. El ridículo de la ministra, Teresa Ribera, ya es insostenible, igual que insostenible es su permanencia en el Ejecutivo.


El edificio ecologista ya se ha resquebrajado por todos lados. Hay un camino firme que pasa por la rebaja de sueldos de políticos, eliminación de gastos en chiringuitos inservibles, reducción al 40% del número de diputados y senadores, así como en CC.AA., reajuste de proyectos europeos, reducción del Ejecutivo, reducción de hasta un 60% de las subvenciones y gastos a sindicatos  de clase o eliminación de organismos duplicados y hasta triplicados.


Si Rodríguez Zapatero nos ridiculizó en todo el mundo, el negro e inservible «vencejo» que ahora tenemos como presidente se va a llevar todos los honores de haber destrozado el país con la ayuda de otros incendiarios: proterroristas, nacionalistas, golpistas, independentistas y comunistas.

Sánchez ya es un destrozo para España y un despojo político (von der Leyen dixit), lo mismo que vienen siéndolo los dos gobiernos de «comandita». Expertos en meterse en camisas de once varas, no dudan en comportarse como canarios de alcoba cuando los pillan en algún renuncio.

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