Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Reflexiones | ricos | Pobres | Cumbre | ética | Trabajo

Pulgarcito y los siete enanitos. La vuelta a la realidad

La regla principal, hoy siglo XXI, es “el factor económico”: pobre, rico y ejecutivo (pobre arrastrado peldaño a peldaño)
Ángel Alonso Pachón
miércoles, 1 de septiembre de 2021, 10:36 h (CET)

Al hombre, obrero por naturaleza, le enseñaron a soñar con paraísos. El hombre, criticón del “sistema de castas” como forma de tabulación según factores hereditarios o de nacimiento, ha copiado el sistema según organigramas más actualizados: la formación, la economía, la ética, el trabajo. Presumimos de “avanzados”, cuando, simplemente, somos copiones de todo aquello que criticamos pero que, con una adaptación disfrazada, utilizamos.


La regla principal, hoy siglo XXI, es “el factor económico”: pobre, rico y ejecutivo (pobre arrastrado peldaño a peldaño). Le sigue en importancia el sentimiento de “docilidad dependiente”: sirviente acomodado con aspiraciones sencillas, sobrevivir y los otros que ofrecen su trabajo respetando sus principios, libertad y desarrollo.


En resumen, hoy, el “sistema de castas” ha evolucionado a más discriminación y clasismo. La sociedad no será más justa por repartir “rentas básicas”; lo será cuando, sentados alrededor de una mesa, no exista “el señor”, ni “el sirviente”, ni “el invitado” y sí Pedro, Santiago, Luis, Antonio… (personas).


La sociedad, dicen más avanzada, ha creado una “casta de aspiradores”: quieren llegar, sin escalera, a lo más alto, quieren subir en ascensor para llegar antes que otros, quieren contemplar la vida del paraíso sin suficientes medios y para ello se endeudan, se ahogan… Esa casta, con esas ilusiones, destaca por su soberbia, de rico pobre, por su envidia e impotencia, por sur “desincronización” con su realidad social…


Llegados al monte donde contemplar el horizonte prometido, la asfixia no deja respirar, el cansancio de la subida desequilibra, la soledad de la cumbre produce depresión… y el BAJAR se convierte en un laberinto: “El YO es el YO”, el TÜ es el TÜ”, el “ËL es el ËL”… los NIF son intransferibles… El laberinto para bajar no tiene guía…


Esos hombres, “aspiradores de”, se olvidaron de su casa, de su hogar, de su jardín, de su plaza, de sus amigos… Se olvidaron de “RECORDAR”, diariamente, que se llamaban Pedro, Santiago, Luis, Antonio…


Desorientados, llegaron a su redil. No supieron o no pudieron contar “sus maravillas”. La realidad de las nóminas, la realidad de las subvenciones intoxicadas, el coste de la bebida, de la luz, de la tele, de los seguros…NO LES DEJABA SOÑAR… ESTABAN PERDIDOS…


Se descolocaron sin saber, por desgracia, que el mundo no ha cambiado tanto: Siguen existiendo los “señores”, los “sirvientes”, los “esclavos” y los “rastreadores humillados”…

La impotencia, les hundió moralmente… Todos los días recordaban el cuento de “PULGARCITO Y LOS SIETE ENANITOS”: “Hay que SEÑALIZAR el camino y jamás OLVIDAR la REALIDAD desde la que cada uno HA COMENZADO a caminar”.

Noticias relacionadas

Igual toca, aunque en medio del estío, conferenciar sobre la corrupción o, siendo más precisos, sobre las corrupciones. No es que sea un tema que apetezca, pero lo tenemos ahí, y nos lleva a denostar los vicios y maldades de nuestros rectores, es decir, de los que llamamos políticos.

Muchas veces hablamos de las habilidades, las capacidades y de la libertad que genera el emprendimiento o el espíritu empresarial, valores reales que acompañan el ADN de quienes en un momento deciden cual aventureros del siglo XXI tomar las riendas de su vida en el sentido de acompañar el riesgo a cada decisión, la resiliencia a cada impacto y el deseo de superación ante cada adversidad.

Nos relacionamos con los lugares de muy diversas maneras. Al pasear recorremos parajes heterogéneos, multiplicados por los viajes. En otras localizaciones permanecemos más estáticos por residencia o actividades habituales. La condición de las tareas efectuadas en esos sitios roza los infinitos por la cantidad de factores implicados.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto