En 1953 se firmaron los acuerdos bilaterales con Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio, España recibió una ayuda económica norteamericana por la cesión de territorio español.

Fue el reconocimiento del fascismo por aquellos que lo derrotaron el 7 de mayo de 1945, cinco años antes, dando carpetazo a los miles de exiliados, la represión y fusilamientos que no cesaron hasta 1975. Todo por el vil dinero y España se recuperó debido a la emigración de dos millones de españoles. En 2013 de nuevo la crisis económica mundial y nacional ha sido aprovechada por los indignos herederos de aquellos criminales del 36, ahora de nuevo en el poder, con un partido y gobierno que actúa igual que el dictador, plegándose al capital manejado por aquellos que lo dominan. Para empezar ya han introducido la obligación de estudiar el Holocausto judío a propuesta de la comunidad judía española e incluso piden que se extienda a la historia total de su pueblo, con el Nuevo Testamento de la Iglesia Católica y el Antiguo Testamento hebreo, ya tenemos la asignatura completa que no se llamará religión, sino la Sagrada Biblia.

El desembarco ha empezó con Eurovegas y no me extrañaría que, al igual que los radicales árabes reclaman Al-Andalus, los sionistas judíos reclamen Sefarad. Todo por atraer fondos de inversión que compren deuda pública, en definitiva vender España a los Goldman Sachs, Blackstone, Magic Real Estate…, ya presentes buscando saldos de la crisis, empresas de viviendas públicas como del EMV, edificios emblemáticos de las Comunidades Autonómicas y todo lo que a este gobierno se le antoje, igual que antaño hacía el dictador. Todo esto nos lleva al inicio del cambio histórico venidero, un paso atrás en el tiempo.

Los síntomas son: los recortes en la sanidad Pública, la venta de los hospitales y edificios públicos, los problemas educativos por falta de presupuesto, Iberia malvendida, le seguirá AENA, la subvención a la iglesia y sus colegios privados, la prima de riesgo, la trama Gürtel, la falta de justicia, la negativa del TSJ de Valencia a investigar a Camps y Barberá, bajo el argumento de que no hay indicios de delito; los intentos para el sobreseimiento del caso Nóos, el caso Emperador, los papeles de Bárcenas, la impunidad y corrupción política, Fabra, Baltar, el nepotismo, Esperanza Aguirre, las manipulaciones, las mentiras, Bankia, los desahucios, Aznar, la FAES, los más de 1200 cargos públicos encausados por corrupción y cohecho, la oposición sumisa, las aventuras del jefe del Estado, los supuestos intentos de fraude de su hija, “el listo de Urdangarín”; fiscales que hacen de abogados, los independentistas, alcaldes que se declaran fascistas, otro declarando que los fusilamientos fueron merecidos, los saludos nazis de las juventudes del PP, enarbolar símbolos fascistas y nazis, el desconocimiento de los colegiales de la figura de Franco, las subidas de precios en agua, luz, gas, carburantes y alimentos básicos, los seis millones de parados, los más de 3,5 que no cobran ningún subsidio, la estabilización del paro (ya quedan pocos que echar), la no creación de empleo, la emigración forzosa, el aeropuerto fantasma de Castellón...

Y ahora, cambiando nuestra historia, en el Diccionario Bibliográfico Español promovido por el PP al dictador le tratan como autoritario y un gobernante católico, inteligente y moderado. No me extrañaría que dentro de unos años sean capaces de decir que los “maquis” eran cazadores furtivos, o que las Brigadas Internacionales fueron los primeros turistas que gustaban de emociones fuertes o que la entrada de la División Leclerc en Paris el 24 de agosto de 1944 compuesta por republicanos españoles huidos en 1939, fue el primer tour organizado por una agencia de viaje española como Marsans.

Una nueva vuelta de rosca se cierne sobre España, intentan arreglar el artículo 57.5 de la actual Constitución, el referente a la abdicación del actual jefe de Estado, así desean ciertos partidos políticos, incluso el PSOE, no sé si se han dado cuenta del tamaño ataque al pueblo español y lo que representa, legalizar el nazi fascismo franquista en España, el PP como representante y partido líder de la derecha española junto a la aquiescencia internacional, quieren dar oficialidad al fascismo español presentando a Franco como adalid, un nuevo Pelayo que ha restaurado la monarquía borbónica pseudo-demócrata. A diferencia de Alemania e Italia que condenaron a sus regímenes autoritarios y castigan toda muestra a su favor, España pretende ensalzarlo. Tendremos y debemos echarnos a las calles para reparar tamaña ignominia si nuestros representantes no son capaces de pararlo.

Como dijo Víctor Hugo en ‘Los Miserables’: “Si el pueblo abandona a los republicanos, los republicanos no abandonamos al pueblo”.

Somos continuadores de la resistencia interior a partir del 39, denunciando aquella tragedia e intentando abrir los ojos a multitud de jóvenes que buscan otra alternativa a la realidad de su situación, y juntos crear una corriente imparable como en las décadas 60 y 70 apoyando a los que se manifiestan y protestan por la situación a la que nos está llevando este gobierno, sumiéndonos en la miseria y en su intento de cambiar la historia de España.