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Sobre el césped no iban a trazar jugadas impredecibles ni Messi ni Neymar, pero el Camp Nou en el último sábado de junio se llenó con 90.000 gargantas, que en algún que otro momento del recital iban a estallar reclamando el derecho del pueblo catalán a elegir su futuro. El bautizado como Concert per la LLibertat organizado por Ómnium Cultural conjuntamente con otras entidades de la sociedad civil catalana había conseguido aunar en su reclamación del derecho a decidir el futuro de Catalunya a diversas generaciones.
Música y algo más
Las canciones siempre han tenido algo de reivindicativo, cada himno nacional, menos el de los españoles, en su letra es un grito de orgullo patrio, una veces con razón y la mayoría de veces pura especulación para insuflar ánimos cuando las cosas van mal. Ha habido canciones que han desatado revoluciones como esa “Grandola Vila Morena” que una madrugada del 25 de abril del 1974 despertó a una nueva vida a los portugueses con la voz de Zeca Alfonso, y, ciñéndonos al territorio de habla catalana no podemos olvidar temas como “Al vent” o “Diguem no” de Raimón, “La fera ferotge” de Ovidi Montllor, el “Tío Canya” de Al Tall o “L’estaca” ese himno de Llach que todavía ahora sigue vigente y es necesario cantar para ver si estirando todos al unísono conseguimos hacer caer al régimen capitalista, disfrazado de neoliberal, que nos está llevando a la ruina con sus recortes a diestro y siniestro.
La primera parte del recital tuvo momentos emotivos como la aparición de Dyango junto con Pep Sala cantando “Boig per tu”, Dyango había estado criticado por la prensa de la “Brunete mediática” durante semanas por aceptar cantar en este acto y fue fuertemente aplaudido por todos los asistentes. Otro momento emocionante fue la aparición de Peret en el escenario para cantar “L’emigrant” especialmente cuando entre lágrimas explicó cómo se emocionaba recordando a su padre cantando esta canción, pero de las lágrimas pasamos a la alegría rumbera cuando cantó “Ella tiene poder” canción que popularizó en plenas Olimpiadas y a la que cambió el estribillo afirmando que “Catalunya tiene poder”, también los gitanos rumberos de “Sabor de Gràcia” hicieron mover el cuerpo a los 90.000 asistentes, autoridades incluidas. Se escucharon diversos acentos e idiomas en esta primera parte donde se recordaron los inicios de la canción catalana con “Al vent” interpretada por el valenciano Pau Alabajos y el catalán Cesk Freixas, el “Vull ser lliure” en las voces del viejo “Grup de Folk” con algunos de sus componentes ya con canas y alopecia galopante, y temas en otras lenguas como el gallego, el ingles o el euskera. Esta primera parte finalizó con el canto del himno catalán “Els Segadors•” y el despliegue de una enorme mosaico cubriendo todas las gradas del estadio donde entre los colores de la bandera catalana se podía leer “2014 Freedom Catalonia”.
La segunda parte fue, y no se porque motivo, una homenaje a Lluís Llach. Comenzó Llach cantando a capella “Venim del nord venim del sud” y después tuvo que cantar “Un núvol blanc” que tendría que haber cantado el canario Guerra si no se hubiese descolgado con malas excusas de internacionalismo barato y progre. Diversos cantantes interpretaron algunos de los temas más conocidos de Llach, ya he dejado escrito antes que sobraron algunas actuaciones y me quedo destacando la excelente interpretación que del tema “el jorn dels miserables•” hizo el valenciano Miquel Gil, con la emotividad de la canción “País petit” cantada por Lidia Pujol o con “Abril 74” del italiano Alessio Lega que incluso intercaló al final de la canción la primera estrofa de “Grandola Vila Morena”. El final del recital fue un perfecto “pensat i fet”, que decimos los valencianos, con todos los interpretes sobre el escenario entonando como podían y no sabían el tema “Tossudament alçats” escrito por Lluís Llach pero que incluso él tenía que ir, como todos los demás, leyendo en un papel.
No puedo dejar de escribir sobre esta parte musical sin tener un mal recuerdo para TV3, la televisión autonómica catalana que en un momento como este, importante y más trascendental que cualquier acontecimiento deportivo, cortó la señal para durante una hora emitir las noticias y anuncios de preservativos y tinto de verano entre otros. Estoy seguro que a alguno de sus directivos no le sentaron nada bien las críticas que desde el escenario se hicieron al ente autonómico del audiovisual catalán.
¿Akelarre o reivindicación?
El concierto del sábado se llamaba “Concert per la llibertat”, así de sencillo y simple, los casi 100.000 catalanes que llenaron el Camp Nou y los centenares de miles que lo vieron por la televisión más miles de los que estaban en otros asuntos tan sólo quieren que el Estado español les deje decidir su futuro, es tan fácil y sencillo como que se pueda votar qué y dónde se quiere estar. España, una parte, no lo entiende y se niega a ello, pero el tiempo y la historia estoy seguro que dará la razón a quienes, sin ir contra nadie, quieren decidir el futuro de su tierra y su propio futuro. Tozudamente alzados, como cantaban noventa mil gargantas al final del Concert per la Llibertat seguirán entonando himnos de libertad pese a quien pese.
Y un poco de autocrítica tampoco vendría nada mal a los organizadores del evento. Creo que fue un desacierto esa segunda parte de homenaje a nuestro santo laico, Llach, se la merece, pero se le puede hacer en otro momento. Noté a faltar algunos nombres, entre ellos tan sólo citaré a Raimón, Serrat, Quico Pi de la Serra o Miquel Pujadó i entre los más jóvenes a formaciones como Manel o Mishima. ¿Todos tenían compromisos esa noche? Es difícil de creer.
Mucho más que un concierto | ||||||
Un grito por la libertad de elegir | ||||||
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Sobre el césped no iban a trazar jugadas impredecibles ni Messi ni Neymar, pero el Camp Nou en el último sábado de junio se llenó con 90.000 gargantas, que en algún que otro momento del recital iban a estallar reclamando el derecho del pueblo catalán a elegir su futuro. El bautizado como Concert per la LLibertat organizado por Ómnium Cultural conjuntamente con otras entidades de la sociedad civil catalana había conseguido aunar en su reclamación del derecho a decidir el futuro de Catalunya a diversas generaciones. Música y algo más Las canciones siempre han tenido algo de reivindicativo, cada himno nacional, menos el de los españoles, en su letra es un grito de orgullo patrio, una veces con razón y la mayoría de veces pura especulación para insuflar ánimos cuando las cosas van mal. Ha habido canciones que han desatado revoluciones como esa “Grandola Vila Morena” que una madrugada del 25 de abril del 1974 despertó a una nueva vida a los portugueses con la voz de Zeca Alfonso, y, ciñéndonos al territorio de habla catalana no podemos olvidar temas como “Al vent” o “Diguem no” de Raimón, “La fera ferotge” de Ovidi Montllor, el “Tío Canya” de Al Tall o “L’estaca” ese himno de Llach que todavía ahora sigue vigente y es necesario cantar para ver si estirando todos al unísono conseguimos hacer caer al régimen capitalista, disfrazado de neoliberal, que nos está llevando a la ruina con sus recortes a diestro y siniestro. La primera parte del recital tuvo momentos emotivos como la aparición de Dyango junto con Pep Sala cantando “Boig per tu”, Dyango había estado criticado por la prensa de la “Brunete mediática” durante semanas por aceptar cantar en este acto y fue fuertemente aplaudido por todos los asistentes. Otro momento emocionante fue la aparición de Peret en el escenario para cantar “L’emigrant” especialmente cuando entre lágrimas explicó cómo se emocionaba recordando a su padre cantando esta canción, pero de las lágrimas pasamos a la alegría rumbera cuando cantó “Ella tiene poder” canción que popularizó en plenas Olimpiadas y a la que cambió el estribillo afirmando que “Catalunya tiene poder”, también los gitanos rumberos de “Sabor de Gràcia” hicieron mover el cuerpo a los 90.000 asistentes, autoridades incluidas. Se escucharon diversos acentos e idiomas en esta primera parte donde se recordaron los inicios de la canción catalana con “Al vent” interpretada por el valenciano Pau Alabajos y el catalán Cesk Freixas, el “Vull ser lliure” en las voces del viejo “Grup de Folk” con algunos de sus componentes ya con canas y alopecia galopante, y temas en otras lenguas como el gallego, el ingles o el euskera. Esta primera parte finalizó con el canto del himno catalán “Els Segadors•” y el despliegue de una enorme mosaico cubriendo todas las gradas del estadio donde entre los colores de la bandera catalana se podía leer “2014 Freedom Catalonia”. La segunda parte fue, y no se porque motivo, una homenaje a Lluís Llach. Comenzó Llach cantando a capella “Venim del nord venim del sud” y después tuvo que cantar “Un núvol blanc” que tendría que haber cantado el canario Guerra si no se hubiese descolgado con malas excusas de internacionalismo barato y progre. Diversos cantantes interpretaron algunos de los temas más conocidos de Llach, ya he dejado escrito antes que sobraron algunas actuaciones y me quedo destacando la excelente interpretación que del tema “el jorn dels miserables•” hizo el valenciano Miquel Gil, con la emotividad de la canción “País petit” cantada por Lidia Pujol o con “Abril 74” del italiano Alessio Lega que incluso intercaló al final de la canción la primera estrofa de “Grandola Vila Morena”. El final del recital fue un perfecto “pensat i fet”, que decimos los valencianos, con todos los interpretes sobre el escenario entonando como podían y no sabían el tema “Tossudament alçats” escrito por Lluís Llach pero que incluso él tenía que ir, como todos los demás, leyendo en un papel. No puedo dejar de escribir sobre esta parte musical sin tener un mal recuerdo para TV3, la televisión autonómica catalana que en un momento como este, importante y más trascendental que cualquier acontecimiento deportivo, cortó la señal para durante una hora emitir las noticias y anuncios de preservativos y tinto de verano entre otros. Estoy seguro que a alguno de sus directivos no le sentaron nada bien las críticas que desde el escenario se hicieron al ente autonómico del audiovisual catalán. ¿Akelarre o reivindicación? El concierto del sábado se llamaba “Concert per la llibertat”, así de sencillo y simple, los casi 100.000 catalanes que llenaron el Camp Nou y los centenares de miles que lo vieron por la televisión más miles de los que estaban en otros asuntos tan sólo quieren que el Estado español les deje decidir su futuro, es tan fácil y sencillo como que se pueda votar qué y dónde se quiere estar. España, una parte, no lo entiende y se niega a ello, pero el tiempo y la historia estoy seguro que dará la razón a quienes, sin ir contra nadie, quieren decidir el futuro de su tierra y su propio futuro. Tozudamente alzados, como cantaban noventa mil gargantas al final del Concert per la Llibertat seguirán entonando himnos de libertad pese a quien pese. Y un poco de autocrítica tampoco vendría nada mal a los organizadores del evento. Creo que fue un desacierto esa segunda parte de homenaje a nuestro santo laico, Llach, se la merece, pero se le puede hacer en otro momento. Noté a faltar algunos nombres, entre ellos tan sólo citaré a Raimón, Serrat, Quico Pi de la Serra o Miquel Pujadó i entre los más jóvenes a formaciones como Manel o Mishima. ¿Todos tenían compromisos esa noche? Es difícil de creer. |
Tras varios singles sobre el fin de su relación con el ex futbolista Gerard Piqué, Shakira publicó su duodécimo álbum de estudio, titulado "Las mujeres ya no lloran". Un análisis de Odds Scanner muestra que, poco menos de un mes después de su lanzamiento, el álbum de 'La Loba' ya es el más escuchado del año en Spotify, con más de 3.600 millones de streams. Por su parte, "Cowboy Carter", publicado por Beyoncé, ocupa el séptimo lugar con 750 millones de streams.
Dídac Flores es un eurofan de Eurovisión, el Festival de las televisiones públicas de la mayoría de los países europeos, desde que era un niño. Ha creado una obra musical que hace un año estrenó en Barcelona y Madrid y que ahora vuelve a escena para celebrar que dentro de muy poco, vuelve el festival eurovisivo.
Funambulista recaló ayer jueves 11 de abril en un Teatro Circo Price lleno hasta la bandera, y sacó el lado más animal de un público que acompañó al artista durante casi dos horas de concierto. Con el buen recuerdo de Madrid, Funambulista encara ya el final de esta gira “Animal acústico” que le llevará hoy viernes 12 de abril a Zaragoza, el 19 de abril a Barcelona y el 27 de abril a Valencia.
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