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Etiquetas | Real Madrid | CAJASOL | LIGA ENDESA
Felipe Reyes demostró que por él nunca pasa el tiempo, siendo clave en el triunfo del líder

Victoria doble del Real Madrid (84-74)

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Ficha técnica
84 - Real Madrid: Llull (10),Rudy Fernández (11), Suárez (9), Mirotic (8) y Begic (11) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (2), Carroll (14), Slaughter (1), Hettsheimeir (2), Draper (2), Darden (2) y Reyes (12).
74 - Cajasol: Satoransky (16), Sastre (3), Tepic (6), Bogdanovic (12) y Triguero (7)-quinteto inicial- Asbury (2), Balvin (4), Blakney (17), Mensah-Bonsu (5) , Porzingis (2) y Radicevic (-)
Parciales: 24-16, 24-14, 15-23, 21-21. Árbitros: Hierrezuelo, Castillo y Cardús.
Incidencias:Vigésimo séptima jornada correspondiente a la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 6.542 espectadores.
Hay una costumbre en el Real Madrid que empieza a convertirse en un juego ciertamente peligroso. Primero se avasalla al adversario de turno con un baloncesto veloz, fuerte y certero; después, cuando se tiene el encuentro encauzado, se adentra en una sesión de relajación, otorgando un plus de remontada al contrincante moribundo. A veces, esta ruleta rusa, sale cruz como ocurrió con Unicaja; ésta vez, hubo sonrisas. Enfrente estaba un imberbe Cajasol.

No hay otra explicación que un deseo de ganar sintiendo emociones de riesgo en primera persona. Como si no fuera suficiente con vencer disfrutando de un partido placentero. El Real Madrid, después de ir mandando por casi 30 puntos, tuvo que volver a ganar el partido cuando a falta de seis minutos su renta descendió hasta sólo 7 puntos (66-59). El cuadro andaluz pasó de desahuciado a verse con opciones de dar una sorpresa mayúscula: obtuvo un parcial de 2-16, aprovechándose de ese relax blanco y de una notable inspiración del dúo Satoransky y Blakney (4 de 4 en triples). Fueron entonces momentos para Reyes. Para él no pasa el tiempo. Su coraje volvió a ser decisivo, tanto o más como sus puntos o rebotes. Su forma de afrontar estos minutos contagió al resto del grupo. Despertaron a tiempo y evitaron sudores fríos. El Cajasol acabó derrotado en la orilla después de soñar con completar una remontada que parecía imposible.

Intratable Real Madrid
Porque hasta entonces las estadísticas eran más que contundentes. No mentían a lo visto sobre el parqué. El Real Madrid, después de tres derrotas consecutivas en su feudo, encauzó rápidamente su triunfo, como si tuviera prisas por centrarse en su compromiso europeo contra Efes, a vida o muerte. Porque esa obra será otra historia. No resultó extraño que apenas hubiera color. Que el Real Madrid ganara entraba en los pronósticos, pero no que lo hiciera con una facilidad abrumadora. Los conocimientos de Aito García Reneses no eran suficientes si sus jugadores saltan al escenario sin tensión y dando todo tipo de facilidades en ataque y defensa (43 por 28, en rebotes). Al descanso, se fueron con 48 puntos en contra, con sólo 8 canastas en juego y con una valoración de 59-22. Ni siquiera necesitó el Real Madrid forzar su maquinaria.

Fue sólo necesario apretar el acelerador al término y comienzo del primer y segundo cuarto. Primero, con unos triples de Llull y Rudy Fernández (entre ambos, cuatro consecutivos) y después con unas cuantas canastas sencillas de Reyes y Carroll (8 y 13 puntos, respectivamente). No se necesitó ni imprimir una velocidad prohibida ni esforzarse en demasía en defensa. El Cajasol, acuciado por la clasificación, era el perfecto visitante. No digamos cuando está un Real Madrid en pista; olió sangré y pasó de los 8 puntos de ventaja (24-16) a los 18 de diferencia (39-21) en menos de cinco minutos.

Con todo sentenciado, el resto del tiempo era un espacio reservado a engordar números, ensayar alguna jugada para futuros partidos de mayor envergadura y dosificar energías. Nada de esto sucedió. El Real Madrid desconectó y estuvo cerca de caerse al vacío, obligándose a volver a ganar el partido por segunda vez.

Victoria doble del Real Madrid (84-74)

Felipe Reyes demostró que por él nunca pasa el tiempo, siendo clave en el triunfo del líder
Rafael Merino
domingo, 31 de marzo de 2013, 12:12 h (CET)
Ficha técnica
84 - Real Madrid: Llull (10),Rudy Fernández (11), Suárez (9), Mirotic (8) y Begic (11) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (2), Carroll (14), Slaughter (1), Hettsheimeir (2), Draper (2), Darden (2) y Reyes (12).
74 - Cajasol: Satoransky (16), Sastre (3), Tepic (6), Bogdanovic (12) y Triguero (7)-quinteto inicial- Asbury (2), Balvin (4), Blakney (17), Mensah-Bonsu (5) , Porzingis (2) y Radicevic (-)
Parciales: 24-16, 24-14, 15-23, 21-21. Árbitros: Hierrezuelo, Castillo y Cardús.
Incidencias:Vigésimo séptima jornada correspondiente a la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 6.542 espectadores.
Hay una costumbre en el Real Madrid que empieza a convertirse en un juego ciertamente peligroso. Primero se avasalla al adversario de turno con un baloncesto veloz, fuerte y certero; después, cuando se tiene el encuentro encauzado, se adentra en una sesión de relajación, otorgando un plus de remontada al contrincante moribundo. A veces, esta ruleta rusa, sale cruz como ocurrió con Unicaja; ésta vez, hubo sonrisas. Enfrente estaba un imberbe Cajasol.

No hay otra explicación que un deseo de ganar sintiendo emociones de riesgo en primera persona. Como si no fuera suficiente con vencer disfrutando de un partido placentero. El Real Madrid, después de ir mandando por casi 30 puntos, tuvo que volver a ganar el partido cuando a falta de seis minutos su renta descendió hasta sólo 7 puntos (66-59). El cuadro andaluz pasó de desahuciado a verse con opciones de dar una sorpresa mayúscula: obtuvo un parcial de 2-16, aprovechándose de ese relax blanco y de una notable inspiración del dúo Satoransky y Blakney (4 de 4 en triples). Fueron entonces momentos para Reyes. Para él no pasa el tiempo. Su coraje volvió a ser decisivo, tanto o más como sus puntos o rebotes. Su forma de afrontar estos minutos contagió al resto del grupo. Despertaron a tiempo y evitaron sudores fríos. El Cajasol acabó derrotado en la orilla después de soñar con completar una remontada que parecía imposible.

Intratable Real Madrid
Porque hasta entonces las estadísticas eran más que contundentes. No mentían a lo visto sobre el parqué. El Real Madrid, después de tres derrotas consecutivas en su feudo, encauzó rápidamente su triunfo, como si tuviera prisas por centrarse en su compromiso europeo contra Efes, a vida o muerte. Porque esa obra será otra historia. No resultó extraño que apenas hubiera color. Que el Real Madrid ganara entraba en los pronósticos, pero no que lo hiciera con una facilidad abrumadora. Los conocimientos de Aito García Reneses no eran suficientes si sus jugadores saltan al escenario sin tensión y dando todo tipo de facilidades en ataque y defensa (43 por 28, en rebotes). Al descanso, se fueron con 48 puntos en contra, con sólo 8 canastas en juego y con una valoración de 59-22. Ni siquiera necesitó el Real Madrid forzar su maquinaria.

Fue sólo necesario apretar el acelerador al término y comienzo del primer y segundo cuarto. Primero, con unos triples de Llull y Rudy Fernández (entre ambos, cuatro consecutivos) y después con unas cuantas canastas sencillas de Reyes y Carroll (8 y 13 puntos, respectivamente). No se necesitó ni imprimir una velocidad prohibida ni esforzarse en demasía en defensa. El Cajasol, acuciado por la clasificación, era el perfecto visitante. No digamos cuando está un Real Madrid en pista; olió sangré y pasó de los 8 puntos de ventaja (24-16) a los 18 de diferencia (39-21) en menos de cinco minutos.

Con todo sentenciado, el resto del tiempo era un espacio reservado a engordar números, ensayar alguna jugada para futuros partidos de mayor envergadura y dosificar energías. Nada de esto sucedió. El Real Madrid desconectó y estuvo cerca de caerse al vacío, obligándose a volver a ganar el partido por segunda vez.

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