Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El segmento de plata | Reflexión | Pensamiento | Ser humano

El alma se serena

​Por un rato aparto de mi mente un mundo que va en declive y con muchas posibilidades de auto-defenestración
Manuel Montes Cleries
jueves, 11 de julio de 2019, 12:25 h (CET)

La televisión en blanco y negro de finales de los sesenta terminaba sus programas con una reflexión bajo el título de “El alma se serena”.

Era una llamada al “pararse y pensar” antes de acogerse al sueño reparador. Esa costumbre la sigo practicando pese a la desaparición de aquel espacio. Hoy la tele nos despide -antes de enviciarnos con bingos, ruletas y similares- con crónicas de asesinatos, violaciones y peleas varias entre políticos y tertulianos de todo tipo.

Debido a los problemas de mi fastidiada espalda, mi caminata matinal a lo largo de la playa se ve reducida a la mitad de su recorrido; como compensación, he duplicado mi tiempo de admirar el paisaje siempre cambiante de la mar mediterránea.

Esta abstracción del mundo que me rodea permite que me olvide de los problemas, grandes o pequeños, que la vida diaria me trae. Por un largo cuarto de hora miro hacia mis adentros y agradezco los maravillosos regalos que he recibido de mi gente y del mundo que me rodea.

Por un rato aparto de mi mente un mundo que va en declive y con muchas posibilidades de auto-defenestración. Me alejo de los problemas de las familias rotas, las persecuciones religiosas, la crisis económica, los marginados y tantas situaciones que nosotros, pobres criaturas, somos incapaces de resolver.

Después me meto en la mar y el agua fría me vuelve a la realidad. A mi metro cuadrado que yo, solamente yo, tengo que cuidar. Y a la inquietud por servir a cuantos me rodean en la medida de mis posibilidades. Con la ayuda de Dios se puede más de lo que pensamos.

Este es mi “rollo” de hoy, queridos amiguitos. Pararos, pensad y soñad mirando al mar por un buen rato. Podréis observar que “el alma se serena”. ¿Lo de después? Se hará lo que se pueda. Dios mediante.

Noticias relacionadas

Hay noticias que rayan el insulto y el desprecio hacia quienes se dirigen. Que son asumidas como una verdad irrefutable y que en ese globo sonda enviado no tiene la menor respuesta indignada de quienes las reciben. El problema, por tanto, no es la noticia en sí, sino la palpable realidad de que han convertido al ciudadano en un tipo pusilánime. En un mendigo de migajas a quien los grandes poderes han decidido convertirle, toda su vida, en un esclavo del trabajo.

La sociedad española respira hoy un aire denso, cargado de indignación y desencanto. La sucesión de escándalos de corrupción que salpican al partido en el Gobierno, el PSOE, y a su propia estructura ejecutiva, investigados por la Guardia Civil, no son solo casos aislados como nos dicen los voceros autorizados. Son síntomas de una patología profunda que corroe la confianza ciudadana.

Frente a las amenazas del poder, siempre funcionaron los contrapesos. Hacen posible la libertad individual, que es la única real, aunque veces no seamos conscientes de la misma, pues se trata de una condición, como la salud, que solo se valora cuando se pierde. Los tiranos, o aspirantes a serlo, persiguen siempre el objetivo de concentrar todos los poderes. Para evitar que lo logren, están los contrapesos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto